Terminó el litigio electoral, comenzó la resistencia civil y pacífica en contra del morenovallismo. La resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) fue un duro golpe a la democracia, pero no nos derrotó ni nos dividió. Martha Érika Alonso de Moreno Valle nunca será la gobernadora legítima de los poblanos, su esposo tuvo que comprar la gubernatura. Fue un triunfo robado a los miles que votaron por un cambio. Nuestro movimiento no es por cargos, ni por puestos, lo que ahora sigue es una nueva etapa para combatir la mafia del poder que se ha enquistado en Puebla.

No hubo justicia. En su proyecto de resolución, el magistrado José Luis Vargas describió y demostró como la elección para gobernador no fue ni limpia, ni libre. Las evidencias presentadas por el magistrado fueron contundentes y después de que se presentaron, lo que correspondía, en honor a la verdad y a la justicia, era votar a favor el proyecto de anulación. No fue así, pesaron más otro tipo de intereses.

“Benditas redes sociales”, como ya dice el clásico, porque la transmisión en vivo de la sesión pública de la Sala Superior del TEPJF permitió que el magistrado José Luis Vargas evidenciara paso a paso el fraude cometido en Puebla. Ahí se presentaron las pruebas relatadas por el magistrado ponente, ahí vimos los videos de cómo se entraba y salía del lugar de “resguardo de los paquetes electorales”, ahí se presentó en cúmulo de irregularidades y violaciones a la ley. Todos vimos y escuchamos la realidad, todos sabíamos que la única decisión posible después de conocer la evidencia que relató el magistrado Vargas era anular la elección, todos menos cuatro personas, cuatro magistrados de la Sala Superior, incluida su presidenta, los cuales votaron en contra del proyecto de la verdad y de la justicia.

Con el voto de cuatro magistrados, la justicia electoral perdió su integridad. ¿Quién, después de como votaron el proyecto del magistrado Vargas, puede dar credibilidad a las decisiones de estos integrantes del Tribunal? Nadie. Quedó claro y evidenciado que no resistieron las presiones políticas y la capacidad corruptora de Rafael Moreno Valle. Por el bien de nuestra sociedad, se debe investigar quiénes fueron los responsables de esta sucia operación. Poco a poco se conocerán los detalles de cómo se fraguó y operó esta acción en contra de la justicia.

La decisión del Tribunal Electoral fue equivocada, sin embargo, tiene que acatarse. Terminó el litigio electoral, comenzó la resistencia civil y pacífica en contra del morenovallismo. Aunque convalidado por el Tribunal Electoral, el gobierno que iniciará el próximo sábado carece de legitimidad y del apoyo de la sociedad. La inmensa mayoría de la población sabe que Moreno Valle tuvo que comprar y corromper a quienes pudo para imponer a su esposa en la gubernatura. La verdadera legitimidad de la voluntad de los poblanos está en su Congreso, en sus gobiernos municipales, la cual harán valer para acabar con el morenovallismo, su red de complicidades, su modelo de negocios y su imperio de corrupción.

@MBarbosaMX