Ahora la última palabra la tiene el parlamento británico y la primera ministra Theresa May es consciente que no será fácil recabar el apoyo que necesita para que los parlamentarios voten a favor del acuerdo. Una carta dirigida a todos los británicos en la que pidió su apoyo “para comenzar un nuevo capítulo de la historia nacional” fue divulgada en días pasados. “Habrá un momento de regeneración y reconciliación cuando abandonemos la Unión Europea”, señaló remarcando que el Reino Unido tendrá un “futuro brillante”.

Votar en contra, aseveró May, solo traerá al Reino Unido “división e “incertidumbre”. La primera ministra señaló “que no hay un mejor acuerdo” que el que se ha firmado para salir de la Unión Europea.

En cuanto al Peñón de Gibraltar May indicó que “la posición del Reino Unido sobre la soberanía de Gibraltar no ha cambiado y no cambiará. Estoy orgullosa de que Gibraltar sea británico y siempre voy a estar a su lado”. Insistió en que “siempre negociaremos en nombre de toda la familia del Reino Unido, incluyendo Gibraltar y dejó ver que “en la relación futura defenderemos sus intereses”. “Hemos trabajado en los acuerdos de retirada sobre Gibraltar con España de forma constructiva y sensible”.

En medio de esta complicada situación el gobierno británico envió una carta al Consejo Europeo a través de su embajador ante la Unión Europea, Tim Barrow dejando por escrito que el tratado de retirada de la UE “no impone ninguna obligación” de que la relación futura que deben aun negociar Londres y Bruselas se vaya a aplicar en Gibraltar. En la misiva el representante diplomático indica que el gobierno británico “anota” que el artículo 184 del Acuerdo de Salida “no impone ninguna obligación sobre el alcance territorial de futuros acuerdos”.

En la carta no se menciona expresamente ni a Gibraltar ni a España, aunque “deja claro que el Reino Unido negociará los acuerdos futuros en nombre de todos los territorios para los que es responsable de sus relaciones externas”.

El ministro presidente de Gibraltar, Fabian Picardo, ha aplaudido como un éxito la declaración de Londres por el compromiso de negociar todos los posibles acuerdos del futuro “para el conjunto del Reino Unido, incluido Gibraltar”.

Para el presidente del gobierno español Pedro Sánchez la declaración política de las instituciones europeas refuerza la posición de España de cara a las negociaciones futuras. También destacó entre los aspectos más importantes de esta declaración política que se excluyera a Gibraltar de la negociación general entre la Unión Europea y el Reino Unido,m “lo que permitirá a España tener una negociación directa”.

Un poco de historia sobre el Peñón de Gibraltar

Gibraltar es un territorio británico situado en una pequeña parte del extremo sur de la península ibérica, haciendo frontera únicamente con España, país que reclama su soberanía. La posesión británica sería reconocida en el Tratado de Ulrech en 1713. Por este tratado, España cede a perpetuidad el peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose, no obstante, una claúsula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendrá la opción de recuperarlo.

En el siglo XX en el marco de las negociaciones de adhesión a la Comunidad Económica Europea, España y el Reino Unido establecieron el inicio del proceso de Bruselas (1985) por lo que esta se comprometía a comenzar un diálogo con España acerca de Gibraltar. Desde entonces, España con mayor o menor intensidad, ha seguido reclamando a Gibraltar .

En 2001 España y el Reino Unido anunciaron un acuerdo preliminar que incluía una propuesta de soberanía, pero este acuerdo no llegó a ser firmado.

En cuanto a Irlanda en este momento la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte está abierta, hay paso libre entre las dos naciones pero ésta situación podría dar un giro con el Brexit. La república de Irlanda está en la Unión Europea. Pero Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, no estará en el bloque comercial de la UE después de la salida.

La economía del Reino Unido, tras la salida de la Unión Europea, es una situación que provoca un escenario temido para las finanzas británicas ya que podría caer un 5,5 por ciento, pero el “no acuerdo” sería peor ya que lo reduciría en un 8,7 por ciento.

Los números son de temer: en lo que se refiere al Producto Interno Bruto (PIB) este caería un 1,8 por ciento con acuerdo, y un 3,1 por ciento si no lo hay.

El ingreso per cápita bajaría un 1,5 por ciento si es pactado, y un 3,5 por ciento si no hay acuerdo.

El Reino Unido es la quinta economía nacional mas grande del mundo por lo que tendrá una fuerte repercusión en los mercados mundiales y si al irse el Reino Unido otros países empiezan a pensar en salirse también la Unión Europea podría irse desquebrajando poco a poco.

Por su parte el presidente de los Estados Unidos Donald Trump advirtió que a Theresa May le será muy difícil negociar un tratado comercial con Estados Unidos. “Ha sido un buen acuerdo para la Unión Europea” dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca. “Tenemos que mirar seriamente si el Reino Unido está o no autorizado a negociar con otros países… Ahora mismo mirando el acuerdo, parece que no van a ser capaces de negociar un tratado comercial con nosotros”, pero, replicó a su vez, espero que no sea eso lo que quiere la primera ministra”, indicó Tump.

¿Y si no hay acuerdo?

El rechazo del texto de parte de la Cámara de los Comunes podría llevar a un Brexit sin acuerdo, el 29 de marzo de 2019, fecha en que el acuerdo para la salida del Reino Unido de la UE debería entrar en vigor. Entonces las relaciones económicas entre ambas partes se regirán por las normas de la Organización Mundial del Comercio. El ministro de Finanzas de Gran Bretaña, Philip Hammond advirtió: “Las consecuencias serían muy graves, muy negativas para el empleo y la prosperidad. Nos enfrentaríamos a un posible caos económico”.

Por su parte Donald Tusk presidente del Consejo Europeo aseveró que “nadie tendrá rezones para estar contento” cuando se concluya el Brexit.