Entrevista  Edgar Ortiz Arellano | Politólogo

 

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), como movimiento que surge en 1994, como respuesta al sistema neoliberal que predomina en el país, se concibió como una lucha de reivindicación de los pueblos indígenas que durante todo el siglo XX fueron marginados, relegados, vituperados, vejados, por la concepción de un Estado nacional, homogéneo y con raíces mestizas”.

Además “fue concebido como un movimiento antisistema, no importaba quién estuviera en el poder, ellos estaban en su contra, porque su naturaleza es antisistema”, explica Edgar Ortiz Arellano, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desafortunadamente, dice, con el paso de los años perdió presencia mediática, perdió presencia en las banderas que defendía, porque el gobierno en muchos sentidos resolvió algunos de estos temas. Al confrontarse con un gobierno como el de Andrés Manuel López Obrador, que pretende ser de izquierda pero que en realidad no lo es, surge este desencuentro”.

 

Edgar Ortiz Arellano,  Politólogo

Edgar Ortiz Arellano,  Politólogo

Experto en comunicación política

Señala que el EZLN, que es experto en comunicación política, está aprovechando muy bien los errores de López Obrador, de sus colaboradores, de la intención del presidente de quererse ungir por parte de los pueblos indígenas, y de la vana concepción que se tiene del poder político, para nuevamente estar en el escenario político”.

En específico, resurge a partir de esta propuesta de construir el tren Maya, se reivindica, se erige como el verdadero representante de las luchas populares de México. Si alguien se siente con la representación legítima de los pueblos indígenas que han sido vejados, es el EZLN.

Apunta que “el presidente está confundido, el hecho de que haya recibido el Bastón de Mando y le hayan puesto un vestuario de indígena, no lo convierte en el gran defensor de las luchas indígenas de este país”.

“Si se revisan las cifras, la mayoría, si no es que salvo pequeños grupos, la mayoría de los indígenas son personas que se encuentran en pobreza extrema en este país, son los más vulnerables en términos de salud, de educación, de equidad de género, y el presidente con el hecho de que le den un bastón de mando, los supuestos líderes indígenas, que en realidad son líderes afiliados a Morena, lo unjan como el gran líder de los indígenas, cree que salvará a los pueblos originarios, pues a todas luces el EZLN no está de acuerdo”.

 

La verdadera oposición

Para el politólogo, “en este momento, el EZLN es la oposición verdadera, y lo más complejo es que con estas posiciones autoritarias, las descalificaciones, con no generar consensos, el presidente está alimentando esta verdadera oposición, eminentemente popular, porque no está integrada al sistema político, no es parte de las instituciones politicas que reciben dinero público o que de alguna u otra manera están proclives a negociar con el presidente”.

“Esta es una oposición muy sui generis que su base es sumamente popular, sumamente pobre, sumamente apartada de las instituciones y de la lucha política, lo cual le da un gran margen de maniobra para poder denunciar aquello que les parece incorrecto”, explica.

Edgar Ortiz Arellano advierte: “si López Obrador no atiende a estos sectores, no actúa de manera más moderada, este movimiento antisistema, que de alguna u otra manera estaba pasivo, ahora tendrá un papel protagónico que puede aprovechar la oposicion parlamentaria y partidista al gobierno de Morena”.

En las próximas semanas, el EZLN estará muy activo para trastar de denunciar esto y con una estrategia de posicionamiento, porque independientemente de que nos guste o no nos guste, es un movimiento que a pesar de su desgaste político es congruente y que a los ojos de la comunidad internacional es bien visto, señala.

Ortiz Arellano afirma que “con esta estrategia de reivindicarse como el verdadero defensor de los pueblos indigenas y de la izquierda popular de este pais y los nexos que tiene con el extranjero, el EZLN será un dolor de cabeza para el presidente, a menos de que se siente con seriedad a dialogar y a lograr consensos con ellos y con muchos otros grupos que están siendo relegados de la política”.