Entrevista a Cristopher Ballinas | Profesor investigador del ITAM

 

La estrategia para combatir o contrarrestar los efectos de la extracción ilegal de combustible “es inédita”, pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tuvo que hacerlo porque detectó que ya era preocupante esta práctica que no permite la libre operación de la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex), señala Cristopher Ballinas Valdés, profesor e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Señala que la gasolina es el motor del transporte, si falta hace que se afecte todo, desde la distribución de los alimentos perecederos, hasta otro tipo de productos, “es importante notar esto, por la propuesta de la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de tener un orden a la hora de cargar gasolina, de acuerdo con el color del engomado de su vehículo, de manera voluntaria, pero ya más o menos la ciudadanía había tomado en cuenta eso, porque fue una inicitiva de la sociedad civil”.

Sin embargo, en su opinión debe proponer un esquema más pensado, por ejemplo, priorizar los tipos de vehículos, sería más redituable, por ejemplo, aquellos vehículos que son encargados de atender emergencias como ambulancias, patrullas, bomberos, deben tener garantizado el flujo de gasolina todo el tiempo; aquellos que se encarguen de transportar alimentos, productos, deben tener un segundo nivel; tercero, aquellos que se encargan de transportar a gran cantidad de personas, el transporte público; y posteriormente, aquellos vehículos que transportan personas con dificultad de movilidad, que tienen silla de ruedas, esos también deben estar exentos, y al final, los automotores que transportan a nada más una persona o dos.

Destaca que nunca había sucedido esto, por tanto tampoco nunca se tuvo un plan, ni un estimado de cuáles serían los efectos, las consecuencias. Mucha gente dice: es que no se previó, pero si se preveía, se alertaría a las personas que lucran con esto, por eso se tomó así esta decisión, sin avisar. Sin embargo, “lo que  sorprende es que de acuerdo con lo que muestran algunos diarios de circulación nacional, hay un gran apoyo de la población, ellos mismos están reconociendo que es un problema y que les estaba afectando de manera particular.

Ballinas Cortés continúa: “la gente nota esto y está apoyando al presidente, tal vez la estrategia mediática del gobierno no fue la mejor, pero al final parece que ganó la opinión pública a pesar de esta carencia de una estrategia global de comunicación ante este problema”.

“Aquellos países donde existe la cartilla de racionamiento se caracterizan por tener un sistema centralizado por el Estado de la distribución de los bienes primarios, no es el caso de México”.

¿Hacia una cartilla de racionamiento?

Al planteamiento de si esta estrategia podría ser un intrumento de control político y social,  o un ensayo para implementar una cartilla de racionamiento como en Venezuela, o vivir la escasez cubana, el analista político explica que es muy difícil afirmar eso: “aquellos países donde existe la cartilla de racionamiento se caracterizan por tener un sistema centralizado por el Estado de la distribución de los bienes primarios, no es el caso de México”.

“En los lugares donde hay una cartilla de este estilo es donde el Estado tiene centros de abastecimiento y únicamente te da lo que él asigna; segundo, es aventurado porque no hay evidencia de que posteriormente se llegará a esto; al contrario, hay una estrategia de aquellas personas contrarias al gobierno actual que lo que quieren mostrar es una cercanía con otros gobiernos que son identificados de esta manera, de planeación central, como es el caso de Cuba o  Venezuela”, señala.

El doctor en ciencia política por la Universidad de Oxford, Reino Unido, ve difícil que México implemente una cartilla de racionamiento, “no es el caso porque tiene un libre mercado en cuanto a la distribución de sus bienes derivado de lo que dicta el mercado y hay particulares que se encargan de eso”.

“Sería —dice— “muy aventurado tener algo así en este país, no es el caso, es exagerado, y no hay elementos para mostrar que esto sea así”.