Entrevista a Carlos Barranchina | Académico de la Universidad Anáhuac

 

En medio de la crisis de distribución de gasolina en Ciudad de México, (CDMX) la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum pidió a los ciudadanos ser solidarios con la estrategia del Gobierno federal para combatir el robo de combustible y contra la corrupción; además exhortó a la población a cargar combustible de manera escalonada de acuerdo con el color del engomado de su vehículo, con el fin de evitar las aglomeraciones en las estaciones de servicio.

La medida que, según se dijo, fue tomada de una iniciativa ciudadana que empezó en las redes sociales es de carácter voluntario, “van en plan de buena fe, de buena onda, los ciudadanos que quieren acabar con el huachicol, con la corrupción, ayuden, alíneense en el día que les toca, ¡por favor!, es una propuesta con tintes autoritarios”, advierte Carlos Barrachina Lisón, profesor e investigador de la Universidad Anáhuac.

Explica que Sheinbaum dijo que era una orientación, una sugerencia, un apoyo que se pide a la ciudadanía, que no era una regulación o norma, que no habrá ninguna sanción para quien cargue otro día, “pero si dura más tiempo el desabasto, no será una sugerencia, se impondrá, entonces, ¡claro que es una medida superautoritaria! lo que está haciendo el gobierno tanto federal como de Ciudad de México, sin informar, sin avisar a nadie. ¿Por qué no hicieron una consulta ciudadana como en otros temas, como en el tema del aeropuerto? ¿No que son tan favorables de las encuestas?”

A pesar de eso, señala, “buena parte de la sociedad está a favor del tema, porque está cansada, todos saben que estaban ordeñando los ductos de Pemex, “de eso no tiene duda nadie, a todos nos parece mal, a una persona que no se beneficie de la corrupción como es la mayoría de los ciudadanos, ¿quién estaría a favor de que siga la corrupción? Nadie, solo los que se benefician de la misma, pero una cosa es estar en contra de la corrupción, y otra es hacerlo a la brava y mintiendo”.

 

Decisión de golpe

Barrachina Lisón asegura que “Claudia Sheinbaum solo hace lo que Andrés Manuel dice, seguramente toma sus decisiones con él, es parte de lo mismo, que no nos dé atole con el dedo, hay una crisis muy sería que ellos provocaron y que pudieron evitar con una política informativa eficiente, pero no, tomaron la decisión de golpe. ¿Ese será el estilo de gobierno?”

Asegura que Andrés Manuel sabía perfectamente del robo de combustible desde hace años, igual que lo sabemos todos, “al enfurecerse, al dar un golpe en la mesa y decir: ahora será así, da la impresión de que lo que busca es imponerse sobre los que están manejando el negocio ahora; no queda claro si lo que busca es, literal, el negocio, porque no sabemos qué pasará dentro de tres o cuatro semanas cuando supuestamente esto se normalice; ¿dejarán de ordeñarse los ductos?, ¿cómo lo sabremos nosotros?, ¿se acabará la corrupción? Con este golpe de mano, creo que no, si no, habría seleccionado otro tipo de funcionarios, no sé exactamente quiénes son los de Pemex, pero si te rodeas de la clase política tradicional, es difícil que las cosas cambien de la noche a la mañana, y con golpes autoritarios así, no veo cómo se puede cambiar, sencillamente se cambia un jefe por otro”.

 

“Si dura más tiempo el desabasto, no será una sugerencia, se impondrá, entonces, ¡claro que es una medida superautoritaria! lo que está haciendo el gobierno tanto federal como de Ciudad de México”.

 

El gobierno —agrega— pudo aplicar otras estrategias, dice que no lo consultó porque los delincuentes hubieran huido, pero si ya asumió la responsabilidad, cómo es que el crimen organizado está agujerando otra vez los ductos, que hay boicot, es lo que dice Andrés Manuel, en determinados sitios, realmente es el crimen organizado o es alguien que todavía está dentro de Pemex, de la actual administración, que están relacionados con las organizaciones criminales, que les pasa la información de cuándo y cómo pueden vaciar los ductos. Si intentan vaciar gasolina y brota gas, salen volando, hay que saber exactamente qué pasa por ahí para seguir perforando los ductos y robando el combustible.

El doctor en ciencia política y sociología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en España, señala que en este contexto de gran desconfianza “existe la inquietud de saber si el presidente está actuando de

forma honesta, o si todo esto no es más que un circo de simulación para afianzar su poder, y para que dentro de unas semanas o meses, no se vuelva a hablar del tema y se siga actuando de forma similar; ¿se está generando una crisis para acabar con el robo de combustible, o para que todo siga igual, generando una imagen artificial de combate a la corrupción.

Advierte que si esto es así, López Obrador afianzará su imagen en el corto plazo, pero en el mediano y largo plazo ello generará mucha frustración en la gente.

 

El beneficio de la duda

Aun cuando el experto en seguridad acepta que esta estrategia de combate al huachicol es una medida autoritaria, niega que en México se llegue a implementar una cartilla de racionamiento como en Venezuela. “Me gustaría creer que no, quiero creer que realmente tiene la voluntad de hacer un buen gobierno, de acabar con la corrupción y generar una administración pública moderna, pero las señales no son buenas, ahí están las consultas que hizo, son mentiras, no tienen ningún tipo de representatividad, se sabe el resultado de lo que pasará, son una simulación”.

Apunta que “hay mucha gente que le da el beneficio de la duda, dice, todavía son pocos días, pero las señales son claras, no en el sentido de Venezuela, pero sí en el sentido de voy a seguir perpetuando el mismo sistema político anterior. Andrés Manuel no tiene la voluntad de acabar con la corrupción, tiene tentaciones autoritarias muy grandes, maneja el Congreso, intenta manejar al Poder Judicial, no tiene respeto por los poderes y tampoco por los ciudadanos, las encuestas que hizo son una falta de respeto para los

ciudadanos, no consultó, se rio de la gente, porque eran ejercicios sin credibilidad, le falta el respeto a las personas, tanto a los que creen en él como a los que no”.