Por Federico Aguilar

 

La escritora y periodista bonaerense María Gainza asombró, y encandiló, a crítica y público con El nervio óptico -aparecido hace tiempo en Chile, y que el pasado año llegó a nuestro país de la mano de Anagrama-, una original y en cierta medida inclasificable obra que entrelazaba novela, crónica familiar, autobiografía, ensayo… El nervio óptico se centraba en el mundo de la pintura -María Gainza es crítica de arte-, y de algunos de sus nombres más conspicuos de diferentes épocas -el Greco, Cézanne, Toulouse-Lautrec, ofreciendo un paseo personal por tendencias, movimientos y artistas, y aclarando la misteriosa vinculación que une un cuadro y a quien lo contempla. A la vez que se nos sumergía en las vivencias de la narradora y su familia de clase alta, y en la ciudad de Buenos Aires.

En su segunda novela, La luz negra, vuelve al universo artístico ocupándose ahora de falsificaciones, falsificadores y falsarios. La narradora es una crítica de arte que colaboró con una singular tasadora, por quien pasaban numerosas obras falsificadas. Y nos encontramos también con un personaje no menos peculiar y muy escurridizo, la Negra, que se dedica a la falsificación de lienzos de la pintora Mariette Lydis, solicitada retratista de la alta sociedad bonaerense. Y con pintorescos lugares, como el Hotel Melancólico, refugio de artistas, y con un toque siniestro: “A veces creo que este hotel es una especie de sotobosques para larvas como yo. Rara vez entra alguien a limpiar mi habitación y por los pasillos he visto mujeres con bebés en brazos pero nunca se los escucha llorar”.

Sobre su novela, María Gainza ha confesado: “Para mí la falsificación era uno de los tantos temas del libro pero no el central. Lo que quería contar era la historia de una leyenda, quería hacer “la biografía del humo”. Porque: ¿qué es una leyenda sino el humo que deja alguien cuando abandona una habitación? Apenas empecé me di cuenta que no iba a encontrar muchas certezas. Y eso, en lugar de disuadirme, espoleó mi imaginación. La luz negra es un intento de biografía que fracasa y en ese fracaso, quizás, con suerte, encuentre algo medular”.

Sea como fuere, la nueva propuesta de la autora argentina confirma su condición de voz tan interesante como sorprendente.

La escritora María Gainza.