La embajadora de México en Washington, Martha Bárcena, señaló que llega a su nuevo cargo en la plenitud de su carrera diplomática y con la fortaleza necesaria para negociar con Estados Unidos.

Aunque destacó que sus misiones anteriores –como embajadora en Dinamarca o Turquía- poco tendrán que ver con su nueva tarea en un país en el que cada mañana, desde muy temprano, debe estar alerta de la cuenta de Twitter del presidente, quien utiliza esa red social para decir cosas poco agradables de México.

En entrevista con El Universal indicó que aplicará una estrategia en la que se mantendrá atenta a los mensajes de Donald Trump, pero sin caer en el debate, ya  que eso no conduce a nada positivo. Sin embargo, estará lista para hacer lo necesario si el empresario cruza “las líneas rojas” y se coloca en el terreno de lo inaceptable.

Afirmó que para algunas cosas hay que tener la piel dura, en otras cosas hay que tener claro en dónde están las líneas rojas. El presidente Trump está consciente de la importancia de México, él tiene que cuidar e ir adaptando su discurso a su visión, dijo.

Martha Bárcena señaló que las cosas se harán diferente y se enfrentarán los problemas que, desde hace tiempo, preocupan no solo a la sociedad estadounidense, sino a los principales socios, como es el tema de la corrupción a niveles altos, la inseguridad y la violencia, que ya es enfrentada. Todo eso da fortaleza para negociar con Estados Unidos.

La diplomática aseguró que nunca imaginó llegar a Estados Unidos en una situación tan crispada como la que hay ahorita, tan polarizada, por eso ante un reto tan enorme, una de las prioridades este año es la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y como coadyuvar –nosotros- a que en Estados Unidos se logré la ratificación del tratado, que es del interés de México.

Otra de las prioridades será revisar y estar actualizados constantemente cuál es la situación de los mexicanos en Estados Unidos, qué legislación migratoria se está presentando al Senado, a la Cámara de Representantes, hay que recordar que es el poder legislativo norteamericano el que tiene la facultad en las leyes migratorias, indicó.

Destacó que lo que le interesa a México en materia migratoria es que los congresistas tomen las decisiones con base en realidades, no en prejuicios, que se sepa con datos  qué es lo que pasa en la realidad mexicana, no que se piense que la migración sigue siendo como hace 15 años.

Recordó que a finales de 2019 empiezan las primarias para las elecciones en 2020, por lo que advirtió sobre la radicalización del discurso, el cual será poco racional, y es muy probable que el tema México, frontera y migración, sigan siendo temas de debate, porque es la bandera de los más conservadores.

Al respecto, explicó que la visión del gobierno estadounidense actual es mucho más restrictiva, es una visión de la migración como seguridad, por lo tanto lo quiere enfrentar como tal, para tomar medidas coercitivas, es lo que en términos académicos se llama la “securitización” de un tema. Al hacer esto, tienes mayor presupuesto, que es lo que busca ahorita. Es un caso típico, es lo que justamente el gobierno de México piensa que no es el enfoque correcto, sino que es el de promover mayor desarrollo.  

(Con información de El Universal)