La región centro de nuestro continente es una de las más diversas del planeta, cuenta con abundantes recursos naturales, agua, mares, montañas, selvas, minerales y tierras fértiles para cultivos tropicales, sin embargo, es también la región más azotada por la pobreza y el atraso.
Centroamérica cuenta con gran riqueza cultural, la cual es resultado de la convergencia de pueblos altamente desarrollados como los mayas y demás naciones precolombinas, pueblos afrodescendientes y la rica mezcla de costumbres que trajeron los conquistadores al continente.
El origen común de las naciones que conforman el continente podemos encontrarlo en la época colonial, pues todo el territorio corrió con la misma suerte, sin embargo, nuestra historia y las relaciones entre los pueblos datan de mucho tiempo atrás. La división territorial del continente es resultado de acontecimientos históricos, políticos y sociales, es así que desde el siglo XIX las fronteras de cada Estado fueron definiéndose.
Nicaragua, al igual que las naciones que conforman Centroamérica, en la actualidad se encuentra inmersa en una crisis política, social y económica. Es de resaltar que el poder lo ostenta el exguerrillero Daniel Ortega impulsado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, el cual ha resultado electo en votaciones populares con amplia participación desde el 2007, tal como Ángela Merkel, canciller alemana, quien se encuentra en el poder desde 2005.
Nicaragua, al igual que las demás naciones de Centroamérica, se encuentra inmersa en una crisis política, social y económica.
Para entender la crisis que vive Nicaragua, es necesario recordar que el actual sistema político es resultado de un proceso guerrillero en la década de los 70 que triunfó y el cual no encontró estabilidad sino hasta la década de los años 90, lo anterior debido a la abierta intervención del gobierno estadounidense, patrocinador de un cuerpo de corte extremista conocido como “la contra”.
En mi opinión, no se puede caer en la paranoia de culpar de los males de algún país a las potencias del capital, sin embargo, es un hecho que la injerencia de las políticas de los Estados Unidos ha afectado a los Estados de centroamericanos, basta recordar el concepto peyorativo de economías bananeras. Al margen de cuestiones políticas e ideológicas, Centroamérica comparte males que en su conjunto pueden y deben ser atacados regionalmente.
La geografía centroamericana se encuentra íntimamente ligada con la región mesoamericana, el sistema de cuencas y microcuencas que comparten los Estados debe ser un motor de desarrollo. No podemos perder de vista que al margen de las diferencias ideológicas que pudieran tener los gobiernos, las estrategias deben ser regionales e integrales pues de otra forma será muy difícil garantizar la seguridad alimentaria, de salud, educación y desarrollo potenciales que tiene la región.
Al parecer, el nuevo gobierno de la República tiene la intención de fungir como un elemento articulador de estrategias para el desarrollo de Centroamérica, queda esperar y apostar por acciones en unidad para poder vencer los males que aquejan a los países hermanos.