Entrevista con Guillermo Rothschuh | Experto en comunicación

 

Se han cumplido nueve meses de la rebelión estudiantil pacífica del 18 de abril que, como es sabido, derivó en un estallido social espontáneo reprimido con violencia por el gobierno del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo. Uno de los blancos principales han sido los medios de difusión y los periodistas, empujados en muchos casos a marchar al exilio para evitar la cárcel, como el conocido comunicador Carlos Fernando Chamorro, director del periódico impreso y en línea Confidencial, un proyecto del cual ha sido parte desde hace un cuarto de siglo el también comunicador, escritor, docente y doctor en derecho, Guillermo Rothschuh Villanueva, decano fundador de la Facultad de Comunicación de la jesuita Universidad Centroamericana de Managua, epicentro de la protesta juvenill.

En entrevista con Siempre! desde Managua, Rothschuh, egresado de la  maestría en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y director del recientemente allanado y censurado Observatorio de Medios de Comunicación del Centro de Investigación de la Comunicación (Cinco), hace un recuento de las “acechanzas permanentes” contra los medios de comunicación por parte de Ortega desde que regresó al poder en 2007 tras encabezar la revolución sandinista de 1979-1990.

Rothschuh es también autor de una veintena de libros entre ellos Fragmentos de la memoria (2018), La era de la posverdad (2017), Asedios a la libertad (2016), Medios y poder en Nicaragua (2015) y Avatares mediáticos (2011).

 

¿Por qué la saña contra los medios, convertidos en blanco de la represión gubernamental?

El gobierno del comandante Ortega nunca ha tenido buenas relaciones con los medios de comunicación ni con los periodistas ajenos a su tutela. Una de las primeras decisiones que adoptó su familia, una vez de regreso al poder en 2007, fue darse a la tarea de crear su propio dispositivo mediático. Se lanzaron al control de la parrilla televisiva por dos vías, fortaleciendo la presencia en Nicaragua del empresario mexicano-estadunidense Ángel González y ampliando su presencia en la televisión y la radio. En la televisión en VHF solo un canal funciona fuera de su influencia política. Es el Canal 12 que trata de ser mediatizado por el gobierno.

González hizo presencia en el país en 1997. El presidente Arnoldo Alemán modificó la Ley de Telecomunicaciones y Servicios Postales para que González iniciara su ascenso. Primero compró la frecuencia de Canal 10 y luego, ya instalado el comandante Ortega, Telcor, el ente encargado de regular las telecomunicaciones en Nicaragua, le concedió las licencias de los canales 9 y 11. Con posterioridad adquirió Canal 2, hasta entonces el de mayor audiencia nacional. Sin embargo, la política informativa de TV Noticias, el telenoticiero de Canal 2 es contralada y facturada por la familia presidencial.

La familia presidencial por su parte se hizo de Canal 8 mediante su compra al periodista Carlos Briceño. Luego Telcor asignaría la frecuencia de Canal 13 a los hermanos Maurice, Camila y Luciana Ortega Murillo y se haría además del control del estatal Canal 6.

Insisto en hacer el recorrido para que se comprenda la alianza que logró forjar el comandante Ortega con González. Se convirtió en su benefactor, logrando así mediatizar los telediarios de los canales propiedad de González. Con la persecución y agresión de los periodistas, sus colegas de Canal 10 solicitaron un cambio en la política informativa de dicho canal. González cedió a la petición de los periodistas.

Cuando en 2010 ocurrió la compra de Canal 8, Carlos Fernando Chamorro tenía en ese canal sus dos programas televisivos: Esta Semana y Esta Noche. Siendo crítico de la gestión de gobierno era imposible que Chamorro se quedase en Canal 8. Migró hacia Canal 12 donde fue acogido por la familia Valle-Flores, dueña de dicho canal. Esta Semana es uno de los pocos espacios dedicados a realizar periodismo investigativo. Esta actitud le ha granjeado la aceptación de la teleaudiencia nacional, tanto que siempre ha ocupado el primer lugar dentro de su género. Los cuestionamientos hechos a la gestión gubernamental han sido constantes.

No debes olvidar que muy pocos políticos son receptivos a la crítica. Ya vemos que ni siquiera Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, se ha vuelto enemigo acérrimo de la prensa en su país. Si no fuese por la Primera Enmienda, desde hace rato hubiese cancelado las entrevistas de prensa, como lo ha manifestado en diversas ocasiones. En otras palabras, el desencuentro entre Ortega y Chamorro ha sido permanente, este último ha sido un crítico a lo largo de los trece años consecutivos que tiene el comandante Ortega de mantenerse en el poder. Debemos estar claros de que al poder no le gusta que le midan las costillas. Chamorro no iba a renunciar nunca a la fiscalización de la contraloría social y política que corresponde a los medios.

 

En un análisis previo afirmabas que las “acechanzas oficiales” contra los medios parecían estar en retirada ante la ineficacia de las medidas dirigidas a provocar su silenciamiento. Pero hace poco advertiste, ante el acoso policial a las instalaciones de Canal 12, que por lo visto el gobierno de Daniel Ortega mantenía inalterable su política de intimidación. ¿Cómo interpretar este asedio y hasta dónde se puede llegar?

El sitio a las instalaciones de Canal 12 tuvo la intención de amedrentar a sus dueños y a sus periodistas. Noticias 12 sigue siendo un noticiero crítico y en este canal se transmitían los programas Esta Semana y Esta Noche bajo la dirección de Carlos F. Chamorro, ahora exiliado en Costa Rica, los cuales dejaron de transmitirse a partir de este asedio. Hay que subrayar que las infotecnologías tornan imposible sacar de juego a medios y periodistas. Desde San José, Chamorro sigue publicando su diario Confidencial, tanto en su edición digital como impresa, como también Esta Semana y Esta Noche, y los nicaragüenses y resto del mundo pueden verlos suscribiéndose a You Tube Live y Facebook Live.

En todo caso las acechanzas contra los medios han sido permanentes, el gobierno ha ensayado distintos mecanismos para someter a la prensa. Van desde la censura indirecta: control en el otorgamiento de las licencias de radio y televisión en provecho propio y de sus aliados, entrega de la publicidad oficial en su propio beneficio, utilización represiva de la Dirección General de Ingresos y de la Dirección General de Aduanas, así como del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, como también desde la censura directa: silenciamiento de programas informativos en la televisión en Condega, Matagalpa, cierre de radioemisoras en Sébaco, y dos canales televisivos: uno en León y otro en Chinandega.

Recordemos que en 2008 se produjo la primera agresión directa contra medios y periodistas en las inmediaciones del Hotel Hilton Princess, en Managua, cuando la ciudadanía salió masivamente a manifestarse contra el fraude electoral realizado durante las elecciones municipales de noviembre. Un vehículo de Canal 2 fue destruido y el periodista Iván Olivares de Confidencial fue agredido con un yatagán. Después de las protestas iniciadas en abril del año pasado, la relación gobierno-prensa empeoró. De las amenazas de personas afines al gobierno contra los periodistas pasaron a perseguirlos y agredirlos.

En abril la autocensura dejó de tener eficacia. La hostilidad contra los periodistas fue en ascenso. Algunos periodistas fueron golpeados y vejados. En León fue quemada Radio Darío y en Bluefields fue asesinado el periodista Ángel Gahona mientras daba cobertura a una manifestación contra el gobierno. Nada era igual en el panorama mediático. En la medida en que las protestas se alargaron en el tiempo y los periodistas cubrían todo el acontecer nacional, ante la ineficacia de las medidas gubernamentales albergué la idea que el gobierno bajaría su perfil represivo. Sin embargo, no fue así. Al incrementarse la represión algunos periodistas buscaron el camino del exilio. Más de medio centenar ha tenido que abandonar Nicaragua.

 

 

 

¿Cuántos medios críticos al gobierno siguen abiertos?

Los medios ajenos al control oficial son muy pocos, lo que ha demostrado que en situaciones como las que vive Nicaragua no basta disponer de la mayoría de medios si la razón histórica no está de tu lado. En la televisión solo un canal era abiertamente crítico de la gestión de gobierno: 100% Noticias. También lo era, aunque en menor medida, Canal 12, el único canal en VHF que no estaba sometido a las reglas de juego impuestas por el gobierno. La Prensa ha sido históricamente adversa al comandante Ortega, igual que Radio Corporación.

Si nos ponemos a contar cuántos medios cuestionan frontalmente al gobierno, creo que no pasan de una docena. El problema de fondo que enfrentan los medios de la familia presidencial —no se trata de un hecho reciente— es que muy pocos se preocuparon de ir más allá de su membresía sandinista. En diferentes momentos he apuntado que la suya era una prensa hecha para adeptos. Nada más.

En la prensa escrita las protestas obligaron a El Nuevo Diario a redefinir su política informativa. Con su adquisición por una corporación bancaria en 2011 —Banpro, para ser exactos— el diario había hipotecado su quehacer informativo. Era un medio oficioso. Creo que ante el convencimiento de la pérdida de lectores y ante la razón que asiste a los sectores que cuestionan al gobierno, decidieron cambiar por completo su manera de cubrir el acontecer del país. Hoy tanto La Prensa como El Nuevo Diario viven momentos angustiosos.

Desde septiembre del año pasado no han podido desaduanar tinta, papel y demás materiales que requieren para su edición impresa, pese a tener cancelados los impuestos de rigor. La Dirección General de Aduanas ha sido sorda a los llamados que se le han hecho desde diferentes instancias.

 

En diciembre, además de ocupar y requisar las instalaciones donde operaban los medios de Carlos Fernando Chamorro, el gobierno encarceló a dos periodistas emblemáticos, Miguel Mora, director del Canal 100% Noticias y su jefa de información Lucía Pineda Ubau, luego de asaltar las instalaciones de la difusora. ¿Qué sabes de la situación carcelaria de ambos, cuando se afirma que Lucía está incomunicada del resto de presas políticas y Mora habría sido trasladado a una cárcel de máxima seguridad?

Únicamente sé lo poco que los medios han logrado obtener de parte de los familiares de Pineda y Mora. Ambos fueron llevados a la Cárcel Modelo, en Tipitapa. Esta semana se dijo que Lucía permanecía incomunicada y que se veía obligada a realizar sus necesidades en un papel, debido a que el local donde está encerrada carece de servicios sanitarios. Creo que siendo difícil su situación carcelaria, es menos infamante que cuando estuvieron detenidos en la cárcel de El Chipote. En todo caso las condiciones en que viven son inaceptables.

Las razones por las cuales Pineda y Mora han recibido un trato reprochable se deben a la forma en que 100% Noticias asumió —a sabiendas de todos los riesgos— la vocería del movimiento cívico. Ningún medio apostó tanto a favor de las demandas ciudadanas de democratización como 100% Noticias. El cierre del canal por seis días consecutivos y la decisión de Telcor de eliminarlo de la parrilla televisiva no los amilanú. Era una enorme ventana por la que desfilaban centenares de personas exigiendo justicia o demandando la puesta en libertad de sus familiares. Lucía y Miguel fueron tercos y consecuentes. El precio que han tenido que pagar ha sido altísimo. 100% Noticias fue ocupado por la policía la noche del 21 de diciembre y a la vez ambos fueron hechos prisioneros.

 

¿Qué escenarios vislumbras para Nicaragua, cuando la mayoría de los líderes de la rebelión de abril, en su mayoría jóvenes pero también campesinos y activistas sociales están presos, muertos o en el exilio?

Si no hay una salida inmediata, creo que la crisis tenderá a empeorar. Los economistas no presagian nada positivo. El decrecimiento de la economía en 2018 fue de menos 5 por ciento según los entendidos. El desempleo continúa creciendo, muchas empresas se encuentran al borde de cerrar. Ojalá se comprenda la necesidad de un verdadero entendimiento nacional.

Si la crisis continúa alargándose, el sufrimiento humano y el deterioro de todos los índices sociales, económicos y culturales tenderán a agravarse. Los primeros en rectificar deberían ser los gobernantes. El Fondo Monetario Internacional (FMI) adujo en su momento que la crisis que soportaba el país era de carácter político. Las cámaras empresariales hace apenas unos días insistieron en que para corregir el rumbo que lleva Nicaragua se necesitan elecciones adelantadas.

 

Pero el gobierno habla de “normalidad”

La normalidad es aparente, si fuese real no habría policías custodiando los principales puntos de la capital y el gobierno ya hubiese cesado las detenciones. Los nicaragüenses hubiesen dejado de irse al exilio y no estarían escondidos.

Todo lo que ha ocurrido en Nicaragua era impensable. La rebelión en las calles sorprendió incluso al gobierno. Las protestas se extendieron por todo el territorio nacional con la velocidad del rayo. A partir de abril del año pasado el país es otro.

 

¿Cuál es la salida?

Sigo convencido de que la única salida a la situación que vivimos es mediante un dialogo nacional, con garantes nacionales e internacionales. La Conferencia Episcopal continúa gozando del beneplácito ciudadano. No ha habido manera de que los sectores que solicitan el diálogo dejen de pensar o hayan desistido de que la Conferencia Episcopal sea la garante del diálogo.