Entrevista a Celia Maya García | Aspirante a ministra SCJN

 

“No acumulo papeles, ni maestrías, soy una magistrada sencilla pero analítica. Aspiro a ocupar un espacio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde se necesitan voces distintas, más cercanas a la gente. Que se reconozca el federalismo y que los senadores sepan que hay juristas que pueden impartir justicia a escala constitucional”. Celia Maya García, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, maestra en derecho procesal penal, jueza y magistrada y catedrática, hoy aspirante a la Suprema Corte de Justicia de la Nación habla a Siempre! sobre sus propuestas.

Asegura que su filiación política —es miembro de Morena— no constituye ningún impedimento para ocupar la primera magistratura ya que como miembro del Poder Judicial “tiene muy clara la independencia que se debe guardar” respecto de los otros poderes.

Maya García forma parte de la terna enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Senado de la República para sustituir a la magistrada Margarita Luna Ramos, en la que también se encuentran Loretta Ortiz Ahlf —esposa de José Agustín Ortiz Pinchetti, quien redacta la Constitución Moral— y Yazmín Esquivel Mossa —cuyo esposo es José María Riobó, constructor del segundo piso—.

En la entrevista, Cruz García habló sobre la importancia y la necesidad de fortalecer el estado laico.

“El fanatismo ha crecido en todo el mundo, por eso es tan importante que preservemos el estado laico, ese el problema de los dogmas, cuando piensan que no hay otra verdad. Por eso en México se optó por un gobierno laico, donde nadie está obligado a tener cierta religión y sobre todo que la educación sea laica, esa es la clave, que se tenga la oportunidad de conocer todo el pensamiento. Que cada quien elija y sepa que hay que respetar el pensamiento del otro porque al final no somos dueños de la verdad. Entender que lo que priva es la libertad de manera de pensar, y cuando la entendemos, tener tolerancia hacia los otros.

 

Como aspirante a ocupar un espacio en la máxima instancia del poder judicial, ¿qué ofrece Celia Maya a la Corte?  

No puedo evitar decir que me siento muy honrada que se me haya distinguido, por segunda ocasión, para estar en la terna de aspirantes. Sí quiero ser ministra de la Corte y agradezco que el presidente de la república, conforme a la Constitución, me volviera a proponer, porque sabe de mi alcance como jurista, y eso me honra.

Puedo ofrecerle a la Corte experiencia. He vivido las experiencias día con día y reviso a fondo los hechos. Tenemos que conocer siempre los hechos, saber exactamente qué pasó para poder decir quién tiene una mayor razón. Antes el Poder Judicial se mantenía como alejado, no como el Poder Ejecutivo y Legislativo, que tienen mucho contacto con el pueblo; el Judicial pareciera que está más dedicado a impartir el derecho como en una cámara secreta, eso ha cambiado.

Mi interés siempre ha sido aprender y conocer a la gente y saber cuál es la problemática que existe. Inicié hace 32 años un programa en radio Universidad de Querétaro que te permite ser libre de pensamiento, crítico, sin cortapisas, eres el responsable de lo que dices, eso me acercó mucho a la gente porque hay que entender los problemas, por más sabio que te quieras sentir. El chiste es vivir los hechos a diario, procurar justicia todos los días y que lo hiciste a fondo.

Eso te lleva a ver que en tu país existen muchas carencias y problemas y cuando analizas lo que está pasando empiezas a tener otras experiencias que también te nutren. MI pensamiento es el de la búsqueda de un mayor equilibrio, que la riqueza se repartiera, que hubiera una mejor distribución y que el reconocimiento de los derechos no se quedara en la ley sino que fueran una realidad.

Aunque se crean las comisiones de derechos humanos parecen insuficientes para el número de violaciones que hay y que, al final, a veces, en los tribunales la gente siente que se les violan sus derechos y no se hace preservar la ley.

Por eso es que la Constitución nos exige fundar y motivar nuestras resoluciones, tienes que justificar por qué te fuiste de ese lado. Me siento contenta de lo que he vivido y haber podido incursionar como candidata —al gobierno y al Senado—, recorrer mi estado y conocer el grado de pobreza existente. Toda esa vivencia es la que puedo ofrecer. Escuchaba al nuevo presidente de la Corte que decía que el Poder Judicial se tiene que acercar más al ciudadano, y yo dije, ya llevo un camino avanzado.

Hay personas que coleccionan títulos. Tenemos ese problema en la Universidad donde todo el mundo está preocupado por tener títulos porque mientras más tengas, más te suben el sueldo, eso no me gusta, en la Universidad soy maestra de tiempo libre. Eso es también ganarle al tiempo y ganar en conocimiento.

Estoy actualizada, tomo cursos, no en el extranjero sino aquí en mi país, en Ciudad de México, aquí se concentra mucho conocimiento, nos visitan extranjeros, vienen a dar cursos a la UNAM, incluso a la Corte o a otras Universidades. No le doy importancia a coleccionar papeles sino vivencias porque, al final, es la vivencia lo que eres y lo que le das a la gente en tu trabajo.

 

¿Qué implica la independencia judicial?, se le debe lealtad al orden Constitucional o a personas en específico, como puede ser el presidente de la república?

Le debes lealtad, sí, como persona a alguien que te apoya, que te ayuda, pero el día en que se presenta un asunto, no le vas a dar la razón si no la tiene, porque hay otra persona que sí la tiene. Ser independiente significa juzgar conforme a la ley, a los hechos, a lo que tiene. Ser independiente quiere decir que aunque tú me hayas apoyado para llegar al cargo, que digan que el presidente te dio oportunidad porque te puso en la terna. Bueno, me pone en la terna pero mi compromiso no es con él. Cuando yo juro, lo hago por la Constitución, por cumplir con la Constitución y las leyes de mi país.

 

Los estados valemos tanto como Ciudad de México, por más sede que sea de los poderes.

 

¿No estorba la militancia?

No me deben juzgar por eso, tienen que juzgarme por mi trabajo. Hice dos campañas como candidata a la gubernatura y dos campañas al Senado y regresé a trabajar siempre al Poder Judicial, donde tengo 40 años. Estoy ahí porque me gusta y no ha habido un solo problema en el que digan Celia resolvió de manera partidista.

Soy independiente y he dado muestras de ello. Hubo un incidente hace algunos años —y digo incidente porque a la distancia veo que no fue no de tan mala fe—; el entonces gobernador dijo: les voy a dar un automóvil a los magistrados y luego que iba dar un dinero para que se compraran un coche. Yo dije, no puede ser así, que le de el dinero al Poder Judicial. A lo mejor no había ni la malicia del gobierno de comprarte, ni que en todos los asuntos tuviera interés el gobierno, pero es el hecho. Ese rechazo hizo historia y es lo que me abrió la puerta a lo político.

Yo veía que podría venir un proyecto diferente para el país, una visión de querer una mejor distribución de la riqueza porque la verdad es que la pobreza nos está acabando. La corrupción es muy grave y hay que terminarla.

 

Federalismo, con juristas reconocidos

También quiero destacar la importancia del pacto federal, porque somos una federación, los estados valemos tanto como Ciudad de México, por más sede que sea de los poderes. Que vuelvan los ojos y digan que en los estados hay juristas que conocen y pueden impartir justicia en el ámbito constitucional, porque hay muchos constitucionalistas en todas partes.

Tendría, desde mi punto de vista, el Senado que analizar esa parte, la importancia que tiene para el federalismo el que venga alguien de la provincia que además tiene experiencia.

Hay una trayectoria de 40 años aplicando la justicia. Yo me podría haber jubilado hace más de 10 años y decir me voy a la política porque eso me gusta. No, ahí me di cuenta de cuál era mi querencia. No puedo dejar el Poder Judicial porque es algo que amo, a eso me debo.

En este mismo momento pienso que debo regresar a Querétaro, porque tengo pleno y debo pedir un permiso para dedicarme a este asunto, entiendo que tengo que buscar a los senadores a los que les pido que nos reciban a todas. Que busquen conocer el perfil, quién eres y que después de que lo hayan hecho determinen quién será.

Que no sea nada más por un currículum o por intereses, que también se da, deben de entender que México en este momento necesita gente con sensibilidad, gente que entienda lo que está pasando en el país, que entienda incluso el proyecto de gobierno y el porqué de su enfoque. Que llegue una voz diferente a la Corte, una voz que les haga ver lo que está pasando en otras partes de la república, eso nutre a la Corte.

 

Qué opina sobre el desgaste que sufren los organismos autónomos como INAI, Cofece e incluso el INEGI. Al presidente no le gustan los organismos autónomos.

Debemos verlo con una óptica, no los están desapareciendo, están ahí. Lo cierto es que se pensaba que son autónomos y sin embargo algunos se cargaron hacia un lado y de ahí la crítica. Se trata de lucir tu independencia por sobre todas las cosas. Cuando das margen a que piensen que hubo dados cargados hacia un lado, sobre todo cuando son órganos más políticos en los que el poder puede influir, están obligados a dar mejores razones y dar la certeza de que sí están actuando bien.

Considero que hay que respetarlos y hacer como una regeneración, es decir, señores, todos tienen conocimientos, grados, títulos, todos han estudiado, ahora lo que necesitamos es que todos entiendan lo que quiere este gobierno, que no es nada malo.

Es querer una mejor distribución de la riqueza, que todos, en lo que les toca, acompañen este programa porque lo que se quiere al final es tener una sociedad menos desigual. Cada quien en su función, tú no puedes intervenir en la mía, a ti te corresponde lo administrativo, resuelve lo que quieras, a mí me corresponde lo judicial, y te voy a dar mis razones y mis motivos. Un tribunal de 11 ministros que empieza a dar jurisprudencia de cómo se va interpretar la ley con ese enfoque social.