Entrevista a Mario TorricoInvestigador Flacso

 

Por Estela Bocardo

Los intereses económicos de Rusia y China en Venezuela, su apoyo al gobierno de Nicolás Maduro, el peligro de que continúe la masacre contra opositores al gobierno y la necesidad de revisar los principios que guían el principio de no intervención en asuntos externos son analizados para Siempre! por el doctor Mario Torrico, especialista en ciencias sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

¿Cuáles son los intereses geopolíticos y económicos de Rusia en Venezuela?

Rusia es un aliado de Venezuela desde los tiempos de Hugo Chávez, este se acercó a Rusia por su afinidad ideológica en su enfrentamiento con Estados Unidos. Un acercamiento que se intensificó luego del fallido golpe de Estado de 2002 en el que hubo apoyo de Estados Unidos a los golpistas.

Si recuerda, fueron pocas las horas que duró el presidente que había tomado funciones y fue reconocido por varios países, entre ellos Estados Unidos. Eso llevó a un acercamiento de Venezuela con Rusia, lo que ha generado un intercambio económico y ha servido para que Venezuela vea aliviadas sus finanzas públicas, aunque no para evitar la catástrofe económica que hoy sufre.

 

Deudas de Venezuela con Rusia

Venezuela ha contraído con Rusia una deuda a la fecha de alrededor de diez mil millones de dólares, donde la principal empresa petrolera rusa tiene contratos con PVDSA, en la explotación de la franja del Orinoco. Los intereses económicos rusos sí son importantes, por eso el gobierno ruso respalda a Maduro.

¿Rusia apoya a Venezuela para poder influir en América Latina frente al poderío estadounidense?

En el ámbito geopolítico, Rusia intenta volver a tener influencia en el mundo y eso la ha llevado a intervenir, lo que se comprobó en el proceso electoral de Estados Unidos y en otros episodios como en Inglaterra y Alemania.

Rusia está muy activa, busca ampliar su poderío y volver a tener la presencia que tenía en los tiempos de la Unión Soviética, aunque no con la misma fuerza que estaba dada por la ocupación en varios países. Para Rusia, Venezuela es una muy buena oportunidad para posicionarse como un actor preponderante en la política internacional.

Si Maduro cae, ¿cómo afectaría a Rusia y China?

Rusia dio señales de una posible reacción. En días pasados se publicó que la empresa petrolera rusa congeló el envío de suministros a Venezuela porque no paga en lo inmediato. No hizo el envío de suministros para la refinación de petróleo y eso es un golpe importante para la industria venezolana, es decir, la empresa rusa, aparentemente, ya no quiere correr más riesgos con Venezuela, ya que una eventual caída de Maduro podría significar un golpe económico para las empresas estratégicas rusas.

Aunque a escala diplomática y en el discurso el gobierno ruso apoyará a Venezuela y condenará cualquier manifestación a favor de Guaidó por Estados Unidos o Europa, por otro lado va a emprender acciones para blindarse económicamente ante el escenario de que caiga Maduro. Incluso se puede pensar que los rusos puedan negociar con Estados Unidos, en materia de petróleo, ya que son el principal comprador del crudo venezolano, y así tener un arreglo económico para no salir perjudicados. Rusia no iría a muerte con Maduro.

¿Ve en el panorama la posibilidad de una guerra civil que afecte a estos socios comerciales y a la región?

No la veo probable porque los que tienen armas son el gobierno con los militares y las fuerzas paramilitares que ha organizado y están desplegadas en Venezuela, los más de 40 muertos registrados en las protestas de este inicio de año son por las fuerzas paramilitares. La gente que protesta está desprotegida y vulnerable al despliegue de fuerzas militares.

Veo una alta probabilidad de continuar la masacre a los ciudadanos y sus protestas, que ya no sé si decir opositoras o no, porque no son solo las de oposición sino incluso barrios, sectores históricamente chavistas, están en contra del gobierno actual.

Hoy, los que se oponen a Maduro no son solo los sectores opositores tradicionales —clase media, media alta o ciertos barrios importantes en las ciudades de orientación ideológica de derecha—, el conflicto rebasó las fronteras ideológicas y la división de clases sociales.

Hoy en día la oposición a Maduro es multiclasista y multideológica, por eso es que es tan masiva y por eso el régimen acalla cualquier protesta. Repito, no habrá una guerra civil sino que continuarán los asesinatos de parte del gobierno y de los grupos paramilitares a ciudadanos que protestan, y podrían alcanzar los cientos o miles de víctimas.

El respeto de los derechos humanos sí necesita del involucramiento externo. De otro modo, los países nada más serían testigos de la represión y de la masacre por parte de gobernantes que están dispuestos a todo con tal de mantenerse en el poder.

 

¿Qué hay de las deudas de Venezuela con China?

Venezuela tiene una deuda muy grande con China, es mayor a la que tiene con Rusia, es de 30 mil millones de dólares. China tiene negocios con Venezuela sobre todo en el sector minero.

Hay muchas empresas chinas que operan en ese país y a pesar de la visita que hizo Maduro a fines del año pasado al gobierno chino, este no le aprobó todas las líneas de crédito que deseaba. El recibimiento fue muy frío de parte de Beijing, claramente buscará proteger sus intereses y creo que, al igual que Rusia, China podría llegar a un acuerdo con un eventual gobierno posterior a Maduro, si este cae.

El nuevo gobierno o quien se haga cargo de Venezuela no tiene otro camino que reconocer la deuda con Rusia y China, garantizar su cumplimiento y sacarse de encima la posible oposición de esos gobiernos, que son tan poderosos, a una transición democrática.

Rusia y China estarían dispuestas a iniciar una negociación que pasaría por Estados Unidos, porque Venezuela necesita seguir exportando a la Unión Americana para conseguir divisas y honrar las deudas que tiene con esos dos países. Sería un acuerdo a tres bandas de Venezuela con Rusia, China y Estados Unidos.

 

 

 

Maduro y el apoyo militar

La pregunta es ¿en qué medida Maduro puede sostenerse en el poder? Lo que permitiría que Maduro se mantenga o se caiga no son las presiones del exterior sino más bien los acontecimientos en el interior. Lo que lo sostiene son los militares a pesar de la condena internacional, de las protestas, de la crisis económica tan profunda y la catástrofe social de Venezuela y una migración de más de 3 millones de personas.

Eso no se explica sin analizar el rol de los militares que ocupan ministerios clave y manejan buena parte de los negocios, como la petrolera PVDSA, y que según información están involucrados en la corrupción sistémica del gobierno. En la medida en que los militares se mantengan al lado de Maduro, este podrá sostenerse indefinidamente.

Uno pensaría que Maduro estaría a punto de caer, pero no hay garantía de que eso suceda y muchas veces estas situaciones se prolongan indefinidamente. Si se mantiene la lealtad de los militares, Maduro continuará, pero si hay un resquebrajamiento del bloque militar y hay el rechazo de grupos importantes, sería el único camino para que cayera. Aunque ha habido sublevaciones de oficiales de bajo rango, han sido rápidamente contenidas y esos oficiales están detenidos. La disidencia de militares de alto rango no existe y no sabemos qué tan unificados están.

Si revisamos el pasado, en 2014 y 2015 las manifestaciones arrojaron cientos de muertos y los militares han seguido al lado de Maduro. En Nicaragua van más de 400 muertos y los militares siguen con Daniel Ortega, es muy probable que los militares no se dividan y sigan sosteniendo a Maduro.

 

 

 

Revisión al principio de no intervención

Este es uno de esos casos en que es muy difícil que los actores internacionales sean totalmente neutrales o decidan mantenerse estrictamente en el principio de no injerencia internacional porque incluso gobiernos que han llamado al diálogo, como Uruguay, México o la propia Unión Europea, lo han hecho desde una posición en que reconocían a alguno de los actores.

México y Uruguay reconocen a Maduro, y la Unión Europea y el Grupo de Lima reconocen la Asamblea Nacional como el único poder legitimo. Eso nos lleva a cuestionarnos si realmente resulta útil el principio de no intervención en asuntos externos porque el respeto de los derechos humanos sí necesita del involucramiento externo. De otro modo, los países nada más serían testigos de la represión y de la masacre por parte de gobernantes que están dispuestos a todo con tal de mantenerse en el poder. Es más fructífero sentarse a discutir los principios que deben guiar la intervención en asuntos externos o las condiciones en los que se justifica, por ejemplo, el uso de la fuerza. Es una discusión más realista, fructífera y productiva que la de indignarnos ante la triste realidad de ciudadanos de otros países.