Entrevista a José Luis Ruvalcaba | Artista plástico

Por Jacquelin Ramos y Javier Vieyra

 

El arte de la pintura hoy en día podríamos encontrarla en los lugares más inusitados del espacio para desarrollarse; es posible descubrirlas, dentro de sus diferentes técnicas, en muros, lienzos, instrumentos de uso cotidiano, objetos decorativos, etc. El cuerpo humano también forma parte de ese amplio mundo en que la pintura puede expresarse y a pesar de que no es nuevo este concepto ya que hombres y mujeres de diferentes épocas y culturas han plasmado su ser con diferentes iconos y formas, el body paint, como también se le conoce a esta práctica, ha adquirido nuevas dimensiones artísticas en la actualidad. Dentro de este rubro, José Luis Ruvalcaba, creador y diseñador, ha concebido Skin calligraphy, un proyecto “pictorialista” mexicano en que confluyen las letras, los colores y la forma del cuerpo femenino, haciendo honor al famosos dicho de Lope de Vega: “La poesía es pintura de los oídos, como la pintura poesía de los ojos”.

Skin calligraphy  nació como una manera de reivindicar el arte y la tradición de la caligrafía. Al inicio fue arriesgado plantearlo, pues rompía de algún modo con el dogmatismo del libro y mi objetivo no era ser irreverente hacía él. Después se presentó otro dilema: es fácil que una modelo se vista con algún esquema, ya sea estereotipado, de moda o de alguna corriente, pero difícilmente se piensa que también puede cubrirla la escritura y sus caracteres, pero es posible. La pregunta fue ¿por qué no vestir con obra literaria?”

Es así como Ruvalcaba puso en marcha su idea, siendo Tania Mejía la primera mujer que dispuso su cuerpo como un lienzo en donde fue plasmado un poema, casi de una manera esporádica, puntualiza el artista, no es posible previsualizar cuál será el resultado del trabajo una vez concluido.

“Una vez que las letras se van pintando sobre el cuerpo y  cuando el significado de la palabra empieza a trascender de forma orgánica porque hablamos de  arte vivo, entonces nunca sabes qué va a pasar al final; el resultado que observé  fue una catarsis tremenda. Hasta la fecha he realizado el proceso con 37 modelos, de las cuales 35 se han ido pintadas del estudio y y han mostrado la obra antes los ojos fascinados de los transeúntes.”

 

“El objetivo nunca fue hacer un proyecto comercial, ni cubrir estándares de mercado para vender.

 

Un universo donde quedan intactos los espacios personales

José Luis Ruvalcaba explica que cada uno de sus trabajos conlleva una serie de pasos que inician con un estudio de la modelo, para después iniciar una interacción que permita conocer más de su personalidad. A la par, se busca un autor y un texto congruente con ella, se diseña el proyecto y posteriormente se monta. Vale decir que en todo este desarrollo, que tiene una duración aproximada de dos semanas, nunca se modifica nada que tenga que ver con la integridad de la mujer, pues todos los elementos de dermafilia, tatuajes o perforaciones quedan intactos para preservar los espacios personales de cada modelo. Algunas de las temáticas que definen las ideas de Ruvalcaba son, por ejemplo, la obra de J. R. R. Tolkien, para la cual tuvo que aprender a escribir y leer idioma élfico, o  las mitologías asiática o nórdica, universos en los que sobresalen los personajes femeninos, razón por la que, hasta ahora, todas las modelos han sido mujeres, aspecto que podría modificarse en tanto se enriquezcan los tópicos de las obras.

“En los proyectos no se han involucrado cuestiones de género, de hecho eso es lo menos importante; el punto es el propósito de la obra. Casi todas hablan de protagonistas que son mujeres, que están diseñadas o fueron hechas para una mujer. Cuando cambiemos los temas, en la siguiente temporada de mis pinturas, seguramente vamos a involucrarnos ya en cosas más variadas, saliéndonos  de las elfas o la  reina Valkiria. Uno de mis planes es trabajar con el Infierno de Dante Alighieri, apoyándome en la representación que hizo Sandro Botticelli, con sus nueve niveles y que siempre me pareció fascinante; ahí vamos a requerir a chicos que son transgénero. Lo que tratamos de exponer es básicamente la anatomía de la belleza humana, independientemente de su tipo”.

 

 

 

La modelo debe reconocerse como algo bello

Refiriéndose a las mujeres que han colaborado en Skin calligraphy, el artista relata que, sin importar el tipo de cuerpo que posean, lo importante es que la modelo se reconozca como algo bello, pues cada una de ellas tiene una impactante historia que contar que, por supuesto, se refleja en los patrones que se plasman a lo largo y ancho de todo su organismo. Un caso particular es el de una niña sobreviviente de un ataque con ácido perpetrado en pos de los usos y costumbres de su lugar de origen, y que se convirtió en toda una musa a la que no le importa mostrar las huellas de aquella atrocidad con el fin de mostrar la extraordinaria confianza que ha recobrado.

“Hay cientos de historias atrás de cada modelo. Hacer una pintura tiene una duración de entre  4 a 7 horas, pero realmente las pláticas con las modelos a veces duran meses: como artista interactúas y ella te va permitiendo acceder a su vida, cosa que siempre les agradezco, pues me regalan un momento de intimidad y un pedazo de su existencia que jamás se volverá a repetir, no importa qué tanto te esfuerces, volver a hacerlo igual es imposible; aun cuando técnicamente te quede cada trazo igual, las condiciones anímicas y emocionales no son las mismas. Hay una modelo que se llama Norma Iveth Zedillo, que tuvo un fuerte problema de salud que derivó en la pérdida de la matriz, no me imagino lo difícil que ha de ser para una mujer este tipo de situación; ella estaba en una profunda depresión y empezó a trabajar conmigo en este proyecto y creo que fue algo liberador, terapéutico para ella, porque cuando terminamos su actitud fue completamente diferente, tuvo un momento de catarsis durante el proceso, y después pienso que ya no tuvo más excusas para estar triste, al contrario, mejoró mucho su estado de ánimo. La pintura obviamente no borró lo que pasó, pero sí estoy seguro que le ayudó a sobrellevarlo”.

 

José Luis Ruvalcaba | Artista plástico

José Luis Ruvalcaba | Artista plástico

 

Finalmente, José Luis Ruvalcaba asevera que una de las principales satisfacciones producto de su labor es conseguir que un momento inédito y una persona única en él trasciendan, además de una revaloración de la escritura, las letras y lo profunda que puede llegar a ser una lectura si se realiza con el debido cuidado y atención, sin dejar de lado el apoyo emocional que puede representar una noción como Skin calligraphy.

“El objetivo nunca fue hacer un proyecto comercial, ni cubrir estándares de mercado para vender, era básicamente disfrutar la creación de obra y finalmente promover que esto lo haga más gente. Es 100 por ciento mexicano y es un proyecto que de alguna manera fomenta la lectura y busca recuperar el gusto por las formas del lenguaje escrito y la belleza que contiene, que en el momento en que la encuentras empiezas a leer y empiezas a observar con ojos distintos”.