Entrevista a Francisco Martín MorenoEscritor e investigador

 

Pedir perdón para hermanarnos y reconciliarnos, ¿es mucho pedir? aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador en Tijuana luego de la polémica que generó al exigir se pidiera perdón a los pueblos originarios por la conquista de España a México, demanda que extendió a la Iglesia Católica. Historiadores de México y España lo objetaron, incluso el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa lo cuestionó duramente al señalar que se equivocó de destinatario ya que debió enviársela a él mismo y responder por qué a 500 años, nuestro país tiene tantos millones de indígenas marginados, pobres, ignorantes y explotados.

Luego, López Obrador señaló que hubo una sobre respuesta “se exageró mucho lo cual demuestra que ahí está el tema subterráneo, en el subsuelo”.

El escritor Francisco Martín Moreno, investigador de temas históricos cuestionó los argumentos del mandatario y la distorsión que hace de los temas no solo históricos sino políticos.

Tajante, acusó a López Obrador de utilizar este tipo de polémicas con el único objetivo de seguir posicionándose y ganar adeptos entre la gente no informada, cuando asegura, “el que debía pedir perdón es él porque aseguró que él metería a la cárcel a los corruptos del sexenio pasado y cuando llega al poder perdona a todo el mundo”.

Martín Moreno en entrevista con Siempre!, también se refirió a su nueva novela Ladrón de Esperanzas, primera de una trilogía que presentará el próximo 4 de abril y donde el personaje central es Antonio M. Lugo Olea —Andrés Manuel López Obrador— donde entremezcla la realidad con la ficción y presenta a quien se considera un caudillo predestinado a construir una nueva nación.

 

¿Qué opina sobre la disculpa que demanda López Obrador al gobierno de España y al Papa por la conquista?

Lo primero es que habría que echar mano de la historia, porque en 1519 España no existía, ni tampoco Alemania o Italia, eran un conjunto de reinos. Eran los tiempos de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, España no existía. Quien conquista es un castellano de Castilla, eran reinos separados, ahí comienzan las aberraciones.

México tampoco existía, en 1519, si quieren llamarle así, era el imperio Mexica contra los tlaxcaltecas, contra los otomíes, no eran tribus pero sí naciones, la cholulteca, la xochimilca, la otomí y la mexica. México nace a mediados del siglo XIX luego de la Independencia.

Hay otro argumento histórico importante y es la alianza de los conquistadores con los tlaxcaltecas, los otomíes y los xochimilcas; que son quienes logran la conquista. Si preguntaras sobre las cinco grandes batallas en donde ganaron los españoles, diría que no las hay. Quienes ganan en primer lugar son las epidemias de peste y de viruela que traen; en segundo lugar, ganan por el apoyo y las alianzas que tienen con tlaxcaltecas y otomíes y buena parte de cholultecas. Los que hicieron la conquista fueron los indígenas y no los españoles, eso hay que subrayarlo.

 

 

Historiadores señalan que hay una distorsión de procesos y les sorprende que López Obrador dé a entender que España y México están peleados porque él así lo decide…

Vimos cuando México le abrió la puerta a los españoles a raíz de la Guerra Civil Española, quieres más un proceso de reconciliación, otra reconciliación cuando México rompe relaciones con la dictadura porque no estábamos de acuerdo con la situación. No veo donde está el conflicto, pero entiendo el destino, cuál: la gente que no está informada. Lamentablemente hay millones de mexicanos no informados, sepultados en la ignorancia y en la marginación material y económica, ellos tienen información distorsionada de lo que pasó durante la Conquista y claro, son carne de cañón para el electorado.

En mí opinión, la polémica que generó López Obrador no tiene otro objetivo más que ganar votos de la gente ignorante que dice: ya era hora de que alguien acabara con Hernán Cortés y que pusieran en su lugar a estos españoles que vinieron a violar, a matar, a quemar, a robar, a todo lo que se quieras. Para mí tiene un propósito electoral muy, pero muy claro.

Además son conflictos que distraen, en este tema subí un tuit donde señalo que si alguien tiene que ofrecer una disculpa es López Obrador al electorado mexicano, al que traicionó, porque aseguró ¡meteré a la cárcel a la mafia del poder!, ¡instrumentaré una purga nacional donde van a faltar celdas para encerrar a todos los ladrones! y ¿qué pasa?, que cuando llega al poder perdona a todo el mundo. Él es quien traiciona al pueblo de México.

 

AMLO utiliza polémicas con el único objetivo de seguir posicionándose y ganar adeptos entre la gente no informada, cuando “el que debía pedir perdón es él porque aseguró que él metería a la cárcel a los corruptos del sexenio pasado y cuando llega al poder perdona a todo el mundo.

 

 

Hay que exigir a Trump una disculpa

“Sobre esta base de exigir perdón por la conquista, te diría que entonces Polonia le podría decir a Alemania ‘te exijo una disculpa porque bombardeaste Varsovia el 1º de septiembre de 1939’ o también decirle a Donald Trump —ese sería un gran éxito—, que nosotros los mexicanos, le demandamos a Estados Unidos que nos ofrezca una disculpa porque nos robaron Texas, Arizona, Nuevo México, California y Utah y parte de Colorado.

Fue un robo, cuando dicen se firmó el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, yo digo, no, se firmó pero con una pistola en la cabeza, era firmas o te mueres. Se firmó faltando uno de los ingredientes más importantes de un acuerdo, que es la voluntad libre y soberana.

¿A dónde voy?, creo que lo que hace falta es informar a la gente y reconciliarnos como país porque, en lugar de ayudar a cicatrizar heridas, parece que busca arrancarnos las costras. El presidente está arrancándole las costras a la nación mexicana para ganar votos y eso no se vale.

Hay que tomar en cuenta todo esto, porque de alguna manera nos estamos haciendo todos muchísimo daño y también lo que estamos haciendo es quedar en ridículo en toda Europa.”

 

Francisco Martín Moreno | Escritor e investigador

Francisco Martín Moreno |  Escritor e investigador

 

Ladrón de Esperanzas

Cuestionado sobre el personaje de su novela Antonio M. Lugo Olea Francisco Martín Moreno, señala que el texto arranca en su toma de posesión, donde el personaje recuerda su origen.

“El origen humilde, humildísimo del presidente Lugo Olea —López Obrador— sí es de llamar la atención y merece todo el respeto porque la idea es que él padeció tanto la pobreza y la miseria que quiere erradicarlas. Yo me pregunto, ¿quién no está de acuerdo con eso?, quién puede estar de acuerdo con que existan 50 millones de mexicanos en la pobreza?, nadie.

Sin embargo, los caminos que toma son equivocados, y lo reflejo en el libro, ahí ves cuando él está pensando frente a la ventana y se pregunta: “¿qué tal que entregue peores cuentas que mi antecesor, Ernesto Pasos Narro?” —Enrique Peña Nieto— y dice que no puede darse ese lujo, porque considera que no puede pasar a la historia como el presidente que le robó la esperanza a la gente, cuando la esperanza es lo último que le quedaba. Asegura que él no va a entregar malas cuentas. Sin embargo, considero que ya pasó a la historia como el peor presidente electo de la historia de México”.

También se refiere a su marcada obsesión con personajes como Benito Juárez —que también es abordado en su novela.

“Ese pasaje, para mí fue un espectáculo realmente traumático, cuando después de la toma de posesión como presidente de la república protestar guardar y hacer guardar las leyes y la Constitución, somos un país laico. Y dos horas o tres horas después se arrodilla ante un chamán, ¿cómo es posible que el presidente de la república lo haga y le echen incienso y copal? Esta situación en un país laico, en mi opinión fue una agresión.

En la novela él decide ir por primera vez a la casa habitación y al dormitorio donde murió Benito Juárez en Palacio Nacional, en la esquina de Moneda, del otro lado de donde están sus oficinas.

Ahí pide que lo dejen solo y se acuesta en la cama donde murió el Benemérito y es donde se da cuenta de que sí le gustaría morir en el poder. Morir en el poder como murió Madero, como murió Benito Juárez. Y se dice, de esa manera me voy a convertir en el ‘presidente mártir’ que es lo que más quisiera, porque prescinde de resguardos para su integridad física, en el fondo él quiere morir en el poder.

Por otro lado, Olea no sé si se sienta enfermo, si esté delicado de salud, lo desconozco, pero ensaya su funeral y está metido en una caja en el Palacio de Bellas Artes y de repente se levanta en el ensayo de sus exequias fúnebres y regaña a las lloronas y les dice ‘lloren más fuerte, así no es’, se acuesta y luego los del coro no cantan con convicción, con dolor y los regaña. Total, hace el ensayo de su muerte en la cama del Benemérito, claro es una escena evidentemente de política, de periodismo, de ficción, que es lo que me fue tan útil en esta novela”.