La crítica en torno a la obra y vida de Juan Rulfo (1917-1986) no deja de crecer. Una de las características de todos los clásicos es la permanencia de su obra al paso de los lustros, entre cambios  estéticos  e ideológicos en el tiempo; la vitalidad reside en la activa frecuentación de lectores que desde su propio espacio, tiempo, circunstancias y bagaje literario y, en general, cultural podrán encontrar diversos enfoques; unos predecibles, dirigidos por instancias de terceros, opiniones o incluso lecturas críticas: de lectores y lectoras privilegiados que parten de metodologías  particulares  para  proyectar  lecturas  renovadas.

Rulfo es uno de los escritores más estudiados de la literatura mexicana; estudiosos de la academia alrededor del mundo se han intetesado por su obra literaria, concentrada en tres libros. El llano en llamas (1953), Pedro Páramo (1955) y El gallo de oro, que a lo largo de 30 años, apareció solo como guion cinematográfico; en 1980 Ediciones Era lo publicó con dos textos más “El despojo” y “La fórmula secreta” —bajo el título El galllo de oro y otros textos  para cine. 30 años después, RM y la Fundación Juan Rulfo lo publicaron ya como novela, antecedido de dos ensayos: “Valoración literaria de la novela El gallo de oro” de José Carlos González Boixo y “Textos para cine: El gallo de oro en la producción artística de Juan Rulfo” de Douglas J. Weatherford, en los cuales se establece, además de una valoración estética y contextual, la historia propia de la escritura del texto, que en verdad posee, dentro de un realismo austero —característico de Rulfo— la sordidez del mundo rural. Bernarda Cutiño “La Caponera” y Susana San Juan son, en opinión de este redactor, los personajes  femeninos más entrañables de la obra rulfiana.

La Fundación Juan Rulfo (1998), difunde la obra del escritor jalisciense; desde 2005 textos críticos y libros antológicos en torno a la obra de Juan Rulfo en los que se han incluido textos, además de la obra literaria, sobre su obra fotográfica —cuyo legado es de unos seis mil negativos.

En 1960 se celebró la primera exposición fotográfica de Rulfo en Guadalajara (con 23 imágenes); dentro del Homenaje Nacional que  le tributó el gobierno mexicano, se expusieron cien fotografías de Rulfo en el Palacio de Bellas Artes, las cuales se reprodujeron en Homenaje Naciona. Juan Rulfo (INBA, 1980). El libro más reciente en este rubro es El fotógrafo Juan Rulfo (2017).

Juan Rulfo y su obra. Una guía crítica, es la última publicación de la Fundación Rulfo; en su prólogo, Alberto Vital —el más relevante  estudioso de la obra de Rulfo en México y biógrafo de la Fundación (Noticias sobre Juan Rulfo. 1784-2003, RM, 2004; republicada en 2017 —corregida y aumentada— como Noticias sobre Juan Rulfo. La biografía. 1762-2016), puntualiza la esencia de Rulfo en su búsqueda; sus afinidades y devoción por escritores como Rilke, Joyce, Knut Hamsun, Selma Lagerlöf y, aun, Malcom Lowry, autor de Bajo el volcán (1947; publicada en español en 1964), una novela de culto. Vital observa la presencia, en el volumen, de autores jóvenes —como Adrián Rodríguez, José Migue Barajas y Victoria Saramago— junto a estudiosos de una larga trayectoria como José Pascual Buxo, Andrew Dempsey; además de estudiosos como Dylan Brennan y Paulo Moreira. Esta Guía la conforman ocho apartados y 41 textos.

Para los nuevos lectores este compendio será muy útil ya que integra cronología y semblanza biográfica; la recepción de las obras; delimitación de la obra fotográfica; afinidad y contextualización del escritor de Apulco en Latinoamerica y Europa; su vínculo y labor en el cine; glosarios del léxico en cada una de las obras; los íncipit (primeras palabras) de los 69 segmentos que conforman la novela Pedro Páramo; glosario de los lugares en las obras y referencias de las traducciones. Se incluyen textos interesantes sobre “Rulfo y la Historia de México” y “Rulfo en la música”, respectivamente, de Adrián Gerardo Rodríguez, José Luis Bobadilla.

A lo largo de los libros monograficos —individuales y colectivos realizados con el aval y la supervición de la Fundación— hay un grupo de investigadores que han participado de manera regular en las publicaciones coordinadas —en general— por Victór Jiménez —quien es director de la institución que preserva y difunde la obra de Rulfo; también, critica, sanciona, (in)valida y censura el trabajo de los  estudiosos— y Jorge Abraham Zepeda Cordero; el primero se hizo cercano a Rulfo, en su desempeño como arquitecto en la construcción de la casa de campo del escritor en Chimalhuacán (Ozumba); el segundo es un investigador autor de La recepción de Pedro Páramo (1955-1963); es extraño como un estudioso conocedor de su trabajo pueda denostar con maledicencia, al concluir sus análisis, cuando se refiere a autores que no le simpatizan; la crítica puntual, precisa no requiere de estilo y tono altaneros, burdos.

Es significativo que Zepeda y Jiménez en conjunto sean los autores de la mitad de los  artículos de esta Guía. La democracia, no existe —en rigor— más que en discurso. No hay sorpresa. Aquí no hay crítica, menos aún censura; es una observación de cómo dos personas —cuya probidad ética puede cuestionarse tanto como ellos dictaminan— pueden tener tanta influencia y predominio en la Fundación de uno de los  escritores más  importante del siglo XX en la literatura hispanomericana. Claro, el estilo virulento es parte de la personalidad de algunos críticos, pero esa crítica se puede ensuciar al grado de tornarse perniciosa, así se convierte en censura, además, cuando no argumenta ni prueba sus afirmaciones.

No deja de ser lamentable que, más allá de su ejercicio como críticos e historiadores, Jiménez y Zepeda difamen, denosten y desacrediten en nombre del rigor, la precisión y la solvencia de metodologías. Aunque, extrañamente, no mencionen, siquiera, el títulos de los textos que objetan.

Juan Rulfo y su obra. Una guia crítica, Víctor Jiménez,

Jorge Zepeda (coords.), México, ed. RM, 2018.