Frente Opositor en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala

 

Amilcingo, Morelos.- En medio de una gran tristeza y un enorme pesar que se respira, que se percibe, que se ve cuando uno camina por las calles bajo ese sol que quema cuando se está a casi 30 grados de temperatura, cuando uno se cruza con algunos de los 3,515 habitantes que tiene Amilcingo, una localidad que pertenece al municipio de Temoac, en el estado de Morelos, en donde se construye el ambicioso Proyecto Integral Morelos —un  gasoducto, una termoeléctrica y un acueducto— al que se oponen los morelenses por los peligros y los riesgos que conlleva tanto para sus vidas como para sus tierras, y, sin embargo, al presidente Andrés Manuel López Obrador no le interesa, ni le importa.

El proyecto ya cobró su primera víctima, está manchado con la sangre del líder opositor el “gran Samir” Flores Soberanes, a quien asesinaron a las afueras de su casa, la madrugada del miércoles 20 de febrero. Ese hombre al que hoy lloran y recuerdan sus familiares, sus amigos, sus discípulos, sus vecinos, sus compañeros de lucha como Samanta César, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala, quien señala: “daba clases en la primaria, era locutor, campesino, herrero; trabajaba con los niños, con los adultos; era solidario con la gente, una persona muy querida por todos. Se puede ver qué tipo de persona fue, no por la vida, sino por la muerte, en quien lo acompaña cuando se va”.

Hoy la gente sigue en pie de lucha, está enojada, indignada, “encabronada”, por el cobarde asesinato de un hombre que lo dio todo por la causa, por defender sus ideales, sus creencias, sus causas, por defender a su pueblo. A ese pueblo que la vida le cambió, que hoy está más preocupado que antes por su seguridad, por las constantes amenazas e intimidaciones que sufren por el grupo de choque que lidera Humberto Sandoval, “el que se dice presidente de la Central Campesina”.

La muerte de Samir “cambió todo, todo, todo”, los habitantes de Amilcingo hoy no tienen quien los auxilie, pues desconfian y no creen en las autoridades, ni mucho menos en la policía, de ahí que “no cualquiera puede entrar y andar como si nada por las calles”, hay reglamentos, se cuidan unos a otros, vigilan quién entra y quién sale de la localidad, se protegen entre sí mismos, pero sobre todo a la esposa e hijos del activista.

Al recorrer sus calles, la gente demuestra que siguen siendo fuertes, que no desfallecen, ya han pasado por esto, no es la primera vez que sufren violencia y agresiones, ya tiene experiencia en luchas sociales, anteriormente libraron una, también muy fuerte, en defensa de los maestros, en donde murió precisamente el tío de Samir, Vinh Flores, quien luchó por que se pusiera la primera escuela; hoy la lucha es en defensa de su territorio, de sus derechos humanos como pueblos originarios, en defensa de la vida y la exigencia de justicia para el compañero.

Porque “Samir vive, la lucha sigue. Samir vive, vive, vive, la lucha sigue, sigue, sigue”, grita Teresa Castellanos con el puño cerrado y en alto, con la voz que se le quiebra al mismo tiempo que fluyen las lágrimas por su rostro.

Claudia, una vecina del locutor de la radio comunitaria Amilzingo, se une a este grito de dolor y con gran tristeza expresa, “Samir no ha muerto, lo mataron, pero está más vivo que nunca, seguiremos en la lucha, con más fuerza, no permitiremos que nadie nos venga a imponer y a decir lo que tenemos que hacer. No somos un grupito de 10, lo dijimos cuando fuimos a la marcha del viernes [22 febrero]: no somos uno, no somos 10, prensa vendida, cuéntanos bien. Ya vieron en la televisión cuántos éramos, si con Amilcingo no pudieron, ahora menos, ya muchos estados, comunidades, incluso países, se están uniendo a nosotros. No estamos solos, porque tenemos la razón”.

Para Teresa Castellanos, de la comunidad de Huexca, en donde está construida ya la termoeléctrica, pero que tiene suspendido su funcionamiento por los amparos interpuestos, el asesinato de Samir significa “hacer la guerra con los pueblos, para nosotros este presidente [López Obrador] viene peor que los anteriores, que todos los que han pasado. No tiene mucho tiempo en el poder y ya hay un compañero asesinado, un compañero que fue un luchador, que siempre quiso el bienestar para su comunidad, que luchó por la vida y lo asesinaron”.

 

Claudia, una vecina de Samir Flores

 

No hay casualidades

La nuevas formas de gobernar pretenden “terminar con las comunidades indígenas, con los pueblos que resisten, que defienden su territorio, para nosotros es declarle la guerra a los pueblos. No sabemos si es el único o si tiene más en la mira, solo defendemos lo que es nuestro. Samir no hizo más que ir y pararse frente a un micrófono y decirle a Hugo Éric Flores que estaba mintiendo, que le hablara con la verdad a la gente. Se paró muy correcto y nunca ofendió a nadie, solo dio su punto de vista de lo que ellos no hablaban y al otro día nos lo asesinan, casualidades creo que no existen…”

La compañera de lucha de uno de los líderes más queridos continúa su relato entre lágrimas, enojo y frustración: “no es que tengamos sospechas de quién fue pero al ver la situación de cómo se dan las cosas creemos que viene de la gente que no quiere que sigamos luchando. Ahí está Obrador, que cuando nos quisimos hacer visibles frente a él, nos llamó radicales de izquierda, ultraconservadores, con  esas palabras. Si no fueron ellos, él le dio prioridad a sus enemigos para que atacaran al pueblo y para que de esa forma se culpara al presidente de la república. Entre esta guerra sucia que traen ellos, los que vamos a pagar los platos rotos somos los pueblos, que ni siquiera la debemos ni la tememos”.

 

“El asesinato de Samir fue político, a él lo mataron por su actividad política y por supuesto que responsabilizamos al Estado por este asesinato. Desconocer y querer vincularlo con la delincuencia organizada es quitarse su responsabilidad en este sentido”.

 

“¡No se vale! –agrega—. Ni siquiera le interesó que haya caído un hombre muy grande, para él a lo mejor Samir no es nadie, un campesino cualquiera, pero para nosotros que lo conocimos, era todo. Si Samir hubiera llegado a la Presidencia de la República, hubiera gobernado de una manera diferente, aún con el poco conocimiento que tuviese de un pueblo, y no tenía poco conocimiento, era muy muy inteligente, él era herrero, ese era su trabajo, pero también era un luchador muy grande para todos, porque primero empezó con una bocinita, empezó con un voceo inocente, después llegó a fundar la radio comunitaria, aprendió demasiado rápido, llevaba un noticiero y otro programa. Incitó a los niños a participar en la radio, fue el impulsor para toda la comunidad de Amilcingo”.

Recuerda con cariño que su amigo “daba clases en la primaria, los niños lo querían mucho. Cuando llegabamos de visita a la radio nos decia, ‘para mí Amilcingo y Huexca son lo mismo’. Somos dos pueblos lejanos, pero muy hermanados, gracias a Samir”.

La incongruencia de Obrador

A la entrada de la radio Miltzinko, cuya puerta no se puede cruzar sin un permiso previo, ya que existe un reglamento, y ante la mirada curiosa de la gente que va y viene por la calle, Samanta César, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala, sin medias tintas y con todas sus palabras, afirma que “el asesinato de Samir fue político, a él lo mataron por su actividad política y por supuesto que responsabilizamos al Estado por este asesinato. Desconocer y querer vincularlo con la delincuencia organizada es quitarse su responsabilidad en este sentido”.

“Exigimos que la Fiscalía General de la República atraiga el caso, hay una negativa a hacerlo, además, que se dé información clara de cómo va la investigación, sus avances, y que la principal línea de investigación sea por la participación política de Samir y su defensa de los derechos humanos, no por otras líneas que solo buscan desvirtuar la verdadera razón de su asesinato. Su asesinato es un crimen de Estado”.

Por eso la gente está indigna y enojada, porque además mucha gente “votó por Andrés Manuel, que hoy está traicionando. Él vino acá en 2014 y dijo que no permitiría que la termoeléctrica avanzará, tenemos la grabación, pero parece que a él se le olvido esa declaración. En sus manos está detener un conflicto tan grave, poner en riesgo a tantas poblaciones. Debe pesar más el respeto de los derechos humanos que los intereses económicos. ¿Qué vale más, 25 mil millones de pesos o la vida de miles de personas en los tres estados —Tlaxcala, Puebla y Morelos— que involucra el Proyecto Integral Morelos.

Samantha César

Samantha César

Tere Castellanos

Tere Castellanos

Jorge Zapata, no somos seguidores de Obrador

En ese mismo tono fuerte, pero ahora en el zócalo de Anenecuilco, el nieto del Caudillo del Sur, Jorge Zapata, rechaza tajantemente que sean simpatizantes o seguidores del presidente, “no somos seguidores de López Obrador, ni fuimos. Se votó por él porque no había otra opción, veníamos saliendo de dos sexenios panistas, donde nos vinieron a dar en la madre, como pueblo; veníamos saliendo de un sexenio del PRI, donde vinieron a enterrar nuestras esperanzas, la única esperanza que había, hablando de la cuarta transformación, era López Obrador”.

Y va más allá, niega que López Obrador esté cerca de los campesinos, de los pueblos originarios, “no hay congruencia con lo que dice y con lo que hace, no hay congruencia en declarar 2019 el año de Emiliano Zapata y conmemorarlo viniéndole a robar el agua a sus ejidos, aquí en su tierra, ¿de qué estamos hablando? Eso es lo que quiero que la gente entienda y principalmente los políticos que han abanderado el nombre de mi abuelo para engrosar sus carteras de dinero a cambio de la miseria del pueblo”.

 

Jorge Zapata

Jorge Zapata

 

Año del general Zapata

Samir “era un hombre sencillo, trabajador, su único ideal era luchar por el bienestar de su pueblo, ahora sí que dio su vida por defender otras vidas. Hasta donde lo conocí, siete años atrás, yo sí meto las manos al fuego por Samir, que era un hombre ejemplar. Estoy orgulloso de haber sido su amigo”.

Aquí en la “tierra del Jefe”, después de ver cómo se manejó la consulta sobre la termoeléctica, el fin de semana pasado [23 y 24 de febrero], los ánimos de la gente están muy exaltados, la gente está molesta, “encabronada, no puede estar de otra manera ni modo que le aplaudamos”.

“Fue una consulta totalmente amañada, sin ningún sostén, ni político, ni social, que avale su veracidad. Una encuesta que desde que se les ocurrió ya tenían el resultado, digo esto porque desde el momento en que hablaron de una encuesta e inclinaron la balanza a favor del sí, al decirle al pueblo de Morelos que pagarían el 50 por ciento de luz, es lógico que por la necesidad de la gente, y así como están los incrementos de pago de luz, además de que no son municipios perjudicados, desde luego que iban a votar por el sí”.

Incluso Teresa Castellanos dice que la consulta le vale un sorbete, “esta pinche consulta que nos impusieron está bien amañada, llena de corrupción, de sangre para nosotros, ya lo veíamos venir. A mí no me duele escuchar al señor Obrador que dice: ‘la termoeléctrica va’, me valen sus palabras, los pueblos ya decidimos. Enrique Peña Nieto no la echó a andar porque miró la resistencia de los pueblos y sabía que se cometían muchos delitos y no quiso echarse la bronca”.

Sin embargo, “ahora resulta que este señor baña de sangre esta lucha y nos quiere imponer una consulta ilegal, porque este pueblo, Huexca y Amilcingo, así como muchos pueblos más, nos regimos por usos y costumbres y somos pueblos indígenas originarios”. Dice muy molesta que la consulta del gobierno federal “no tiene validez, porque no vino a consultarnos primero, hay un Convenio, el 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que respete la decisión de los pueblos, él dice que los pueblos somos sabios y ya se lo demostramos, entonces que nos tome en cuenta”.

Teresa Castellanos invita al mandatario tabasqueño a Huexca y a los pueblos afectados por la termoeléctrica para que vea cómo viven, pero sobre todo para ponerle por dos horas un estéreo a todo volumen, “a ver si soporta el ruido, porque nosotros lo vamos a tener los 365 días del año las 24 horas del dia, a eso lo invito, y también a que esclarezca el asesinato de Samir, porque ese asesinato viene de ahí, aunque digan lo contrario”.

 

¿Cuáles son los  intereses?, se preguntan

El nieto del Caudillo del Sur no entiende cuál es el propósito de que “esa termo trabaje, a no ser que quieran echar andar los 26 permisos de explotación minera que tienen para el Estado, solo así sería entendible que les urja esa termoeléctirca, pero son permisos de expropiación minera que tampoco pedimos, al igual que la termoeléctrica, nunca socializaron esa obra”.

Siete años de lucha y hasta ahorita “todo lo que hemos hecho se ha enfrentado a oidos sordos, cuando vino el presidente de la república en 2014 como candidato dijo que estaba en contra de esa termoeléctrica, que era como poner un basurero o poner una bomba en Jerusalén. Que iba a defender y apoyar al pueblo en contra de ese proyecto; ¿dónde están las palabras de ese señor presidente que ahora hace todo lo contrario de lo que vino a decir cuando era candidato? Si solo lo hizo para captar el voto, ya nos quedó claro”, expone con voz firme y fuerte.

Aunque su abuelo fue uno de los líderes más importantes durante la Revolución Mexicana, Jorge Zapata niega encabezar un movimiento opositor al gobierno, “yo no encabezo nada”, ni siquiera al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala “todos estamos unidos, ni los del frente encabezan una organización ni encabezo a nadie. Todos somos un solo cuerpo, se dicen muchas cosas de que tal organización… y no, no, no, aquí somos todos iguales, todos estamos en el mismo canal”.

 

El proyecto ya cobró su primera víctima, está manchado con la sangre del líder opositor el “gran Samir” Flores Soberanes, a quien asesinaron a las afueras de su casa.

 

Ante esto, el nieto de Zapata no se siente traicionado por el presidente, porque “no es una traición a Jorge Zapata, es una traición a los ideales del general Zapata, imagínate como me siento. Cuando fuimos a Palacio Nacional a ponernos de acuerdo para la conmemoración del Centenario luctuoso del general, el 10 de abril, no fuimos a pedirle nada, simplemente a ponernos de acuerdo, posteriormente, otro día vino a Ayala, ahí toqué el tema de la termoeléctrica, que ese es el problema que tenemos, todos los ayalenses, ¿hay congruencia con lo que dice y con lo que hace el gobierno federal? Nada que ver una cosa con la otra, entonces de qué hablamos”.

 

 

Jorge Zapata afirma que de su parte y de toda la descendencia zapatista “no están de acuerdo en conmemorar el Centenario luctuoso de mi abuelo asistiendo a ese evento el 10 de abril”. No avalarán con su presencia “el robo del agua aquí en los ejidos de Anenecuilco, de la cuna del Jefe”, no caerán ellos también en una incongruencia como está cayendo el gobierno federal en todo lo que hace.

El nieto del Caudillo también recuerda a su compañero de lucha, Samir, quien dejó a todos los que compartieron con él una gran enseñanza, Samanta César, por ejemplo, con una amplia sonrisa en el rostro menciona que “fue maestro de muchos de nosotros, en muchos ámbitos, lo que más recordaremos es su alegría, su permanente alegría ante las peores situaciones, siempre su alegría y su ánimo era el que nos motiva y nos llevaba a seguir adelante y, por supuesto, su fortaleza, su enteraza y su ética”.

A la exigencia de justicia y el pronto exclarecimento del crimen de Samir que hace Samanta César, se suman otras voces de amigos, vecinos, conocidos, compañeros y de la poblacion en generral de Amilcingo, de Huexca, de Anenecuilco, que piden justicia y recuerdan con cariño y admiración al luchador social, al líder de la oposición, a quien perdió la vida por oponerse al proyecto de la termoeléctrica, del gasoducto y del acueducto que afectará todo el estado de Morelos, Puebla y Tlaxcala.