Entrevista a Celia Maya García | Aspirante a SCJN

 

Para la magistrada Celia Maya García, aspirante a ocupar un espacio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es fundamental que esta asuma una postura más comprometida con la justicia del pueblo y así pueda ejercer con más amplitud su capacidad de atracción a las causas que afectan a la ciudadanía.

A unas horas de que el Senado de la República vote para elegir a la nueva ministra de la Suprema Corte —si no hay una nueva posposición—, la jueza y magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro se pronuncia por dar paso a una nueva cultura de los derechos y asumir nuevas corrientes de pensamiento jurídico. La terna de la que forma parte también la conforman Jazmín Esquivel Mossa y Loreta Ortiz Ahlf, quienes han sido cuestionadas por su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En entrevista con Siempre!, Maya García destaca que la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento del humanismo permitirán dar un nuevo aire a la Corte y renovar la forma de impartir justicia para contribuir a la paz y a la libertad de la sociedad, así como también sentencias novedosas que se adapten a los estándares de derechos humanos.

Ratificó también su compromiso con la Constitución y la división de poderes como “garantía institucional de la libertad”.

Destaca que no es una magistrada conservadora ya que a lo largo de su carrera en el Poder Judicial se ha destacado en su entidad por ser progresista. Se pronuncia por apoyar perspectivas de género, pues solo hay dos ministras de la Corte, y, sobre todo, frente al crecimiento de la violencia en contra de las mujeres y los feminicidios.

 

 

“Preocupa el incremento de los feminicidios, preocupa porque parece que estamos regresando a épocas pasadas sobre todo cuando creíamos que ya había más reconocimiento hacia la mujer, nos regresan a esos tiempos en donde la mujer quedaba en segundo término y no era importante, como si no fuera un ser humano, y a quien se puede desaparecer en cualquier momento”.

Comenta que como juzgadora —40 años en el Poder Judicial— y durante su labor en los juzgados familiares “hubo un momento en que llegué a pensar que habíamos avanzado mucho, que estaba disminuyendo la violencia hacia la mujer pero de repente regresó nuevamente a marcarse la crueldad hasta física que ya habíamos dejado atrás, había disminuido, pero nuevamente ahí está la violencia física y psicológica”.

Resaltó que este tema prioritario debe reflejarse en los nuevos fallos que se vayan dado, “en cada fallo que dan los tribunales, tiene que haber algo que le deje a la sociedad la conciencia de que debe pensar que hay que ir para adelante y que la única manera de hacerlo es respetando al otro”.

Su opinión sobre el proceso de selección en el Senado en esta terna tan controvertido para ocupar un espacio en la Suprema Corte de Justicia.

Creo que lo controvertido es si se refieren a que siempre están haciendo un señalamiento por parte de los otros partidos, porque la propuesta de la terna viene obviamente del presidente, porque así lo marca la Constitución. Nuestra carta magna le da esa facultad de mandar la terna, y parece que todos le buscan conflicto de interés, y como todo tiene alguno y como nos conoce el presidente, entonces ya hay conflicto de interés.

Creo que se está exagerando, no creo seriamente que en mi caso —solo voy a hablar por mí—, se pueda hablar de conflicto de interés. Soy una persona que se ha formado a sí misma, soy egresada de la escuela pública, el único ingreso que tengo es mi sueldo, no tengo parientes que estén en el gobierno federal en puestos importantes. No tengo negocios, tampoco mi familia tiene grandes negocios ni anda contratando obras con el gobierno o da  suministros al gobierno.

Por ningún lado en este momento de mi vida hay algún conflicto de interés; por otra parte, he crecido en la provincia, en Querétaro, mi vida la he hecho ahí, y aquí en Ciudad de México no tengo relaciones, tan es así que el pasado lunes que fue la comparecencia ante la Comisión de Justicia, me dijeron que cuántos invitados iba a tener para que pudieran entrar y les dije que íbamos siempre 3 o 4 personas. Alguien me decía que en las otras comparecencias había habido mucha gente.

Por otro lado, durante estos días he visto ya a muchos senadores, he sido recibida con mucha atención, es más, yo diría que siento aceptación y, en una gran parte, simpatía.

 

“En cada fallo que dan los tribunales, tiene que haber algo que le deje a la sociedad la conciencia de que debe pensar que hay que ir para adelante y que la única manera de hacerlo es respetando al otro”.

 

 

¿Es usted es una magistrada conservadora?

En el trabajo que hago en el Tribunal Superior de Querétaro siempre me califican de avanzada y tengo problemas a veces por progresista. No, no estoy de acuerdo, siempre he apoyado a las organizaciones que quieren que se acaben las diferencias, por supuesto, eso no debe de existir. Todas las personas somos iguales ante la ley.

Siempre estoy por el avance, que no haya alguna discriminación, considero que los derechos humanos deben prevalecer sobre todo.

Soy una persona que, si me tengo que catalogar en cuanto al respeto de los derechos humanos y de las minorías, soy de avanzada. Y exactamente en mi discurso ante la Comisión de Justicia, uno de los pronunciamientos lo hice en ese sentido. Estoy cierta de que se debe dar paso a una nueva cultura de los derechos, de la asunción de nuevas corrientes de pensamiento jurídico que ponen por delante los derechos humanos y el humanismo , así como la protección a los grupos vulnerables y a todos aquellos a los que se les ha negado la justicia, por tecnicismos.

Por otra parte, una de las propuestas que considero importante y que es un tema nuevo que hay que abordar es el cuidado del medio ambiente, que es algo de lo que nos tenemos que preocupar. La Corte tiene que modernizar y atender los temas de actualidad, como son el medio ambiente, ya que debemos recordar que no tenemos otro planeta y si no cuidamos este y no tomamos medidas cuando se presenten juicios de esta naturaleza, de todos aquellos que están contaminando, de aquellos que lo están dañando, y no se toman las medidas necesarias, va a seguir el deterioro del planeta, y hay que ponerle un freno.

 

 

 

Migrantes

Usted ha señalado que hay que abrirse en la Corte a revisar nuevos temas como es el asunto de la migración…

Es otro gran problema por el que seguramente acudirán mucho a los tribunales. El caso de los migrantes es un tema que está ahí y se ha tenido que resolver. Se trata de una población que también tiene derechos y, en este momento, la política de este gobierno que compartí en su momento es que no se dañara a los migrantes en las olas de personas que entraron recientemente en el país, en su ánimo de llegar al norte porque en sus países son hasta perseguidos.

Los migrantes, aparte de que están perseguidos, lo que buscan es llegar a Estados Unidos porque consideran que es el país que tiene mayores posibilidades de territorio y de condiciones de trabajo, porque los migrantes no entran para quedarse en México, seguimos siendo un país de tránsito, entran aquí porque no hay condiciones en sus países de origen para vivir y trabajar.

Esos migrantes muchas veces han sido maltratados en sus derechos humanos y es un renglón que ya se tiene que estar contemplando en la Suprema Corte.