En oficinas de distintos ámbitos, se presenta una serie de situaciones que conducen a lo que se conoce como acoso. Aprovechando su posición en el escalafón laboral, presionan a mujeres u hombres para obtener algo, puede ser un favor sexual o algún tipo de beneficio, pero siempre recurriendo a la ventaja que la posición en la estructura otorga.

Una víctima de acoso relata a este espacio: “el director administrativo, luego de varias invitaciones que me hizo, me dijo que tenía una foto mía —que no sé si existe o dónde la obtuvo— y que la haría pública si no aceptaba salir con él. Como me negué, las amenazas de despido no se hicieron esperar”.

Para la colectiva Periodistas Unidas Mexicanas (PUM), “esta cuestión de que sean anónimos lo entendemos perfectamente, porque en muchos testimonios y como consecuencia para quienes han presentado denuncias o quejas ante autoridades oficiales fueron despedidas o sufrieron acoso laboral o algún tipo de revictimización. Lo que concluimos es que para la realidad mexicana ojalá se pudiera seguir un debido proceso, pero no hay un proceso; qué proceso sigues cuando en tu empresa no hay un protocolo, una ruta de hacia dónde ir, con quién; entendemos por qué es anónimo, las víctimas sufren, temen el despido, y en muchas ocasiones así ha sido”.

Es una realidad que viven a diario muchas personas y que no se quiere ver, hasta que las redes sociales hicieron público este asunto recientemente.

#MeTooPeriodistasMexicanos

En marzo pasado surgieron un par de hashtags en Twitter que hicieron evidente que se trata de un problema al que no se le ha querido dar una solución.

Así, en redes surgió #MeTooEscritoresMexicanos, un esfuerzo para denunciar casos de acoso en el ámbito literario. Esto animó a un grupo de periodistas a lanzar la cuenta @PeriodistasPUM y la etiqueta #MeTooPeriodistasMexicanos.

Siempre! platicó con una de las voceras de la agrupación, quien compartió con este medio cómo inició el movimiento.

“Lo motiva justamente esta violencia de género y estos acosos y hostigamientos que hemos sufrido como periodistas, que hemos detectado en muchas compañeras platicando entre nosotras, vemos que no es algo de ahora, sino de hace mucho. Motivan la organización de la colectiva las injusticias que hemos visto y hemos vivido cuando presentamos alguna queja; en los casos en los que se había presentado alguna queja vimos que no había ningún protocolo, ninguna seguridad o salvaguarda, toda esa problemática que se desenvuelve en un espacio que, tristemente, resulta muy misógino, y en ese sentido motiva la organización”.

Pidiendo el anonimato para platicar con nosotros, la vocera de la agrupación contó que se trata de un esfuerzo que, aunque inició este año, tiene un trabajo previo.

“Después de muchas charlas e intentos, se forma de manera oficial desde enero de 2019, cuando planteamos como primer proyecto medir la problemática con una entrevista con 400 compañeras en todo el país, logrando medir la incidencia de acoso y hostigamiento con cifras reales: 73 por ciento de las mujeres que trabajan en un medio periodístico han vivido acoso, hostigamientos o alguna agresión sexual, este fue uno de los primeros resultados”.

Gracias a la coyuntura de denuncias que se dieron por casos de acoso en los ámbitos literario y académico, PUM decidió lanzar un hashtag que generó una buena respuesta.

“De ahí surge, coyunturalmente y por algo que nosotras no preveíamos, el hashtag #MeTooEscritoresMexicanos, entonces decidimos crear la etiqueta #MeTooPeriodistasMexicanos, porque había casos de periodistas en el caso de los escritores y dijimos: aprovechemos el espacio para hablar de lo que ya medimos en números y que se traduzca en testimonios tangibles. Así se dio y se disparó todo, las redes sociales te dan un eco y un alcance impresionante en corto tiempo. No es una situación de ahorita, de fin de semana, de ocurrencia, sino es algo que se viene pensando desde hace un año y justamente ahora se dio la difusión por el hashtag”.

Algunos riesgos

El grupo de periodistas mexicanas se muestra consciente de que entre la gran cantidad de denuncias que se presentan referentes a este tema, algunas pudieran ser falsas.

“Esta idea de hacer un tipo de cuenta como Verificado para revisar estas denuncias se fue elaborando en el proceso. Hemos descartado muchas porque se ve claramente que es un ardid o el resultado de una relación tóxica, las que vemos que están enmarcadas en esta situación de espacio laboral y en donde hay jerarquías con comentarios lascivos, nos han presentado pruebas y hemos hecho algunos filtros”.

Ante todo, y en vista de los resultados obtenidos al momento, lo que esperan es que todo este movimiento genere alguna reacción entre las autoridades.

“Lamentablemente, la denuncia y la indignación toma este cauce de las redes sociales, es una vía, no la mejor, ojalá todo fuera institucional y maravillosamente respetado, que no exista esta impunidad, pero entendemos por qué ahorita tiene que ser así, es un llamado a las instituciones, las empresas periodísticas que hagan su papel”.

Y acerca de las réplicas de los señalados en las denuncias, la vocera apunta que han sido pocas.

“Sí se presentaron, lo que definimos en su momento es que Twitter es un foro abierto, todos tienen derecho a la réplica, y si alguien quiere contestar lo puede hacer desde su perfil de la red, porque al final nosotras protegemos el anonimato, si alguien quiere defenderse que presente su argumento, obviamente esto conlleva una responsabilidad, pero son pocos lo que han ejercido su derecho de réplica”.

Cifras al alza

De acuerdo con el Catálogo Nacional de Incidentes de Emergencia, el acoso sexual es definido como la “conducta donde una persona se aprovecha de tener una posición jerárquica superior respecto a otra, así como en el caso donde la posición jerárquica es igual, para privarla de su libertad y seguridad sexual, asediándola reiteradamente para la realización de un acto sexual”.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta, con datos actualizados desde enero de 2016 a febrero de 2019, que se trata de un delito que no disminuye, sino al contrario.

Tan solo en enero de 2016 se recibieron 177 llamadas denunciando algún acto de acoso u hostigamiento sexual, cifra que pasó a 248 en enero del año siguiente y a 386 un año más tarde. Por año, las 3,179 llamadas de 2016 pasaron a ser 4,415 en 2017 y 6,058 en 2018, mostrando que la tendencia es al alza.

Tan es así que el Senado organizó un foro en febrero de 2018, titulado “Una mirada desde lo humano”, en donde representantes de organizaciones de gobierno y de defensores de derechos humanos escucharon a víctimas.

Una de las asistentes narró a Siempre! lo que ha vivido desde hace un par de años. Como parte del área administrativa y al igual que varias de sus compañeras de trabajo han sufrido acoso por parte del director de área. La posibilidad de denunciar se ve lejana porque no hay a quién acudir y, en algunos casos, se han dado despidos de quienes se atrevieron a presentar alguna queja.

“La amenaza se dio, sobre todo cuando me negué a aceptar sus invitaciones. En muchas ocasiones, tuve que soportar comentarios acerca de que: tan bonita pero no quiere salir, y ese tipo de cosas. La verdad es que tengo miedo y no quiero perder mi trabajo, prefiero faltar —como lo he hecho un par de veces— o salir cuando el jefe llega, que seguir con eso”.

@PeriodistasPUM

La cuenta de Twitter de Periodistas Unidas Mexicanas ha dado a conocer una serie de nombres, ligados al mundo del periodismo, que llevaron a cabo actos de acoso sexual.

Al 25 de marzo, fecha en la que presentaron un resumen de actividades, tuvieron conocimiento de 120 denuncias por acoso sexual, en las que 119 son hombres y una mujer, además de que 11 de los mencionados lo fueron por más de un denunciante.

Al momento de redactar este trabajo, algunas organizaciones como Periodistas de a Pie y la CIMAC Noticias se comprometieron a tomar medidas y a elaborar un protocolo para este tipo de casos.

De acuerdo a la vocera del movimiento, el trabajo no se queda en la denuncia a través de redes sociales.

“Teníamos previsto otros proyectos para este año, entre los mismos crear un protocolo contra el hostigamiento y el acoso sexual y laboral para, en específico, las necesidades y la realidad de los medios periodísticos en México. Nos acercamos con CIMAC noticias y hubo coincidencia, además con el hashtag muchos otros están haciendo conciencia de la necesidad de estos protocolos, era el mensaje que queríamos enviar. Si bien algunos medios, pocos se han pronunciado, por aplicar un protocolo, vamos a seguir en esta tarea de investigar y de lanzar nuestro protocolo, a la par tenemos otros proyectos como analizar los desequilibrios de equidad de género y como impactan en una agenda de derechos humanos y justicia social”.

Protocolos

Uno de los puntos que la colectiva Periodistas Unidas Mexicanas ha encontrado en su labor, es la falta de protocolos respecto a como proceder en un caso de acoso sexual. Muchas empresas periodísticas –o de otros ámbitos– no cuentan con este tipo de instrumentos para atender este tipo de denuncias.

Al respecto, llama la atención el documento Mujeres Periodistas y Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el cual expone que “a pesar de estos notables avances, las mujeres que habitan en la región aún enfrentan obstáculos estructurales y prácticas discriminatorias que las excluyen del debate público2 y les impiden ejercer en iguales condiciones que los hombres, y de manera vigorosa y permanente, su derecho a expresar públicamente sus ideas y opiniones y recibir información”.

De hecho, la CIDH se acercó a PUM para conocer su trabajo y tomarlo como referencia para experiencias similares en América Latina.

Puede leer el documento de la CIDH en este enlace.

@AReyesVigueras