Una de las prioridades de la cuarta transformación de la república es conservar y garantizar el carácter laico del Estado mexicano. La primera gran transformación de nuestro país fue la lucha por la independencia. La segunda, la consolidación de nuestro país como un Estado soberano e independiente, una república federal y laica. La tercera, la lucha revolucionaria por justicia social, y la cuarta, la que inició el 1º de julio de 2018, implica un cambio profundo de régimen, que tiene como propósito sentar las bases para nuestro futuro como una nación independiente, un Estado soberano y una sociedad con igualdad y justicia social.

Se trata de una construcción colectiva que involucra todos los ámbitos de la vida social por esto, para la cuarta transformación, resulta fundamental el cumplimiento del artículo 1º constitucional el cual, entre otras cosas, establece que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, así como las garantías para cuya protección, su ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que la misma Constitución establece.

El texto constitucional prohíbe con claridad la discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidades, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga como objetivo anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. De esta manera, nuestra Constitución reconoce la inmensa diversidad poblacional, económica,  social y cultural que caracterizan a nuestro país, por lo tanto, todas las voces, todos los sectores y las propuestas deben ser tomadas en cuenta e integradas en un gran proyecto nacional.

La realidad de nuestro país es la de una nación plural. Quienes no comprendan esta circunstancia tendrán la vista puesta en el pasado y no podrán contribuir con la construcción del futuro. Ante los fanatismo que recorren el mundo: Medio Oriente, Europa e incluso, América. Debe valorarse la laicidad del Estado mexicano y reconocerse la visión de la generación de la Reforma que, en momentos de gran complejidad, definieron las características principales que debería tener nuestro país.

La tolerancia es un valor de la democracia y una característica fundamental del Estado. Por eso para la cuarta transformación tolerar significa el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias pero que se ajustan a lo dispuesto en nuestras leyes.

La cuarta transformación tiene como propósito garantizar en todo el país el carácter laico del Estado mexicano y la eliminación de toda forma de discriminación. Diversos estudios establecen que entre los principales valores de nuestro país se encuentran el respeto entre integrantes de nuestra sociedad, la preservación de nuestras tradiciones y la posibilidad de decidir por nosotros mismos.

Solo en un Estado laico e incluyente puede darse un cambio como el que la cuarta transformación propone, porque la laicidad e inclusión son las bases que sostienen a las sociedades del futuro.

@MBarbosaMX