Cuando la tierra es vejada
ofrece sus flores como respuesta.
Tagore
En mi desarrollo ético y político, el 25 de abril de 1974 y las semanas subsecuentes se convirtieron en un hito fundamental en mi personal comprensión del valor revolucionario de la cultura como arma pacífica de transformaciones sociales.
Ese día se registra en la historia la Revolución de los claveles, nombre popularizado por la población portuguesa para esa acción concertada de sus fuerzas militares decididas a dar fin con la dictadura salazarista (la más longeva de la Europa del siglo XX) y para el establecimiento del Estado novo y, con él, el advenimiento de la democracia y la justicia, no solo para los portugueses sino para la emancipación de sus colonias ultramarinas.
Ese trascendental movimiento político luso fue detonado por la canción Grándola vila morena (Grándola ciudad morena), interpretada por al cantor de protesta Jose Afonso, y transmitida por la estación Radio Renacimiento a las 02.00 am de aquella madrugada, provocando al paso de su profunda seriedad y ritmo la toma de las instalaciones militares y civiles en las ciudades más importantes del país.
A las 04.00 am, la leyenda de la Revolución de los claveles estalló cuando un soldado apostado en la Plaza del Rocío, el más significativo espacio público de la capital lusitana, recibió un clavel de una mesera que cruzaba la plaza con un hato de esas flores y el militar colocó esa flor en la boca de su fusil de asalto, acto que fue seguido por sus compañeros, enviando el poderoso mensaje de que sus armas quedaban selladas a la violencia y así se trasformaban en simientes florecientes de paz.
Una festividad con causa ambiental en la que ciencia y artes se entrelazan para propiciar la reflexión y adopción del respeto a la naturaleza y a la creación del ser humano.
Gracias a la confianza depositada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y al entusiasta apoyo de Argel Gómez y de los integrantes del Consejo Curatorial del Festival Tierra Beat: Natalia Szendro, Nélida Barajas, Ma. Antonieta Peregrino, Ramiro Puente, Gerardo Pimentel y a la participación de Enrique Lizalde, hemos organizado una festividad con causa ambiental en la que ciencia y artes se entrelazan para propiciar la reflexión y adopción del respeto a la naturaleza y a la creación del ser humano.
Este festival, que se celebrará los días 27 y 28 de abril en el Parque Bicentenario desarrollará 90 actividades tanto informativas como recreativas, y contará con la presencia de exponentes de reggae, electrónica y rock con causa ambiental: Cristian Varela, de España; Shelley Johannson, de Canadá; Holli Cook, de Inglaterra; Hello Seahorse y Valentina Moretti de México, entre las 34 bandas que conforman el elenco diseñado por los integrantes de ese mecanismo de democratización de la cultura que son nuestros Consejos Curatoriales.
De forma muy personal e íntima, para mí, este evento es un homenaje a la Revolución de los claveles y un reconocimiento al gran poeta bengalí Rabindranath Tagore, quien a través de sus versos simbolizó en las flores la respuesta pacífica de la Tierra a las vejaciones propinadas por la avaricia de la humanidad.
