La Carta de San Francisco de 1945, creó la ONU con un Consejo de Seguridad dotado de facultades y atribuciones de gran calado, en favor de la paz y la seguridad internacionales.

Hoy se ha hecho evidente el inicio del Cambio Climático en nuestro planeta y por la magnitud y la gravedad del asunto,se ha convertido en materia “Seguridad Internacional”, porque afecta por igual a la seguridad de todas y cada una de las Naciones del mundo.

No hay precedente, como tampoco lo habría si nos pretendieran invadir de otros mundos, pero el caso que nos ocupa es de tal gravedad, que es justo y humanamente legítimo exigirle  al Consejo de Seguridad de la ONU ejercer todo su poder político para enfrentar este problema global, con el uso de  sus facultades legales y con su enorme potencial económico en favor de las nuevas generaciones y la supervivencia de la Humanidad en su conjunto.

En el seno de dicho Consejo existen Cinco Miembros Permanentes con derecho individual de de veto, que legalmente podrían obstaculizar esta propuesta, como lo han hecho en el pasado y, lamentablemente, por ello se han permitido un sin número de guerras.

Pero hoy la comunidad internacional y la población entera está en serio peligro de extinción a mediano o largo plazo. O quizá más pronto de lo que pensamos si se presenta un deterioro progresivo hacia un punto de no retorno, con el colapso en cadena de los ecosistemas de la Tierra.

No sabemos hasta dónde puedan llegar las consecuencias, pero no podemos seguir jugando a la ruleta rusa. Sería vergonzoso y desastroso que las potencias veten cualquier posible solución efectiva que se someta a su consideración.

Greta Thunberg ya logró movilizar a millones de jóvenes y personas en general, al grado de que en Londres exigen que el Gobierno Británico emita una Declaración de “Estado de Emergencia Climática” y eso es precisamente lo que debemos exigir a todos los Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y, en particular, a los cinco miembros permanentes: Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia.

Si estos cinco países tienen los mayores poderes y privilegios desde hace 74 años, también tienen las mayores obligaciones y responsabilidades ante la comunidad internacional y sobre todo ante los jóvenes y las nuevas generaciones, que llegarán durante todo el Siglo XXI.

 

El cambio climático supone una emergencia que debe ser atendida desde el seno mismo del Consejo de Seguridad de la ONU.

 

Si todos somos Greta y enfocamos su enérgico reclamo a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, para señalarlos directamente “responsables” de los daños que puedan ocasionarse por no haber actuado a tiempo de manera solidaria y eficaz en favor de toda la comunidad mundial, es posible que por una presión global, asuman su responsabilidad histórica de proteger por primera vez a la Humanidad. Es una gran oportunidad para legitimar su poder, si actuaran verdaderamente con eficacia y a fondo para aminorar las consecuencias del Cambio Climático.

Es urgente, que la propia Asamblea General de la ONU, así lo recomiende a los cinco más poderosos del Consejo de Seguridad y estos asuman cuanto antes la responsabilidad que les corresponde, pues de lo contrario, si alguna de esas cinco potencias pretendiera vetar la resolución emitida, quedaría en evidencia su falta de respeto y solidaridad por la vida de miles de millones de personas.

Incluso esa falta de lesa humanidad con la niñez, los adolescentes y jóvenes de todos los paises del mundo, daría pie a empujar un nuevo “paradigma” de Iniciar el procedimiento de abajo hacia arriba, para instituir el Parlamento Mundial Ciudadano, conforme a la Nueva Resolución PARMUN en siete etapas sucesivas, con el apoyo de las Universidades y los Gobiernos del resto mundo que sí tengan mayor responsabilidad y solidaridad.

La fuerza de la luz de la razón junto con las Instituciones libres de toda la sociedad civil organizada, con miles de redes sociales y el apoyo de empresas socialmente responsables, pesa más que la codicia y el egoísmo de los encumbrados personajes de las élites del poder político y económico. Pero hay que informarnos, educarnos y participar en nuestro entorno con toda determinación.

Es necesario hacernos eco de Greta Thunberg, para exigir a todos los paises del mundo la acción inmediata y efectiva que se necesita en este asunto de supervivencia.

Hagamos  el cambio de Paradigma hacia una nueva civilización de armonía, colaboración y entendimiento, con el privilegio de disfrutar los dones de este maravilloso planeta.