El pasado 14 de mayo se definió aplicar la fase de contingencia ambiental en su modalidad de “extraordinaria”. Es deber de todos cooperar y participar de toda aquella iniciativa que nos procure supervivencia, salud y bienestar.
Esta vez los incendios en todo el país aceleraron la degradación ambiental y por ello, una vez más, se sanciona a los particulares y sus vehículos. Pregunto, ¿qué no es el transporte público y los vehículos del gobierno –como camiones de basura, motocicletas y patrullas– los que más contaminan e incluso no pasan por revisión mecánica obligatoria?
Claudia Sheinbaum, para explicar las disposiciones del control vehicular este miércoles 15, acusó a la administración pasada de no dejar protocolos para estas situaciones adversas. Ya molesta a los ciudadanos que para todo fracaso actual se culpe al pasado.
Veamos, ¿qué Sheinbaum no fue secretaria del Medio Ambiente y constructora de segundas vías en el periférico durante la gestión de López Obrador en el, aquel entonces, DF?.
¿Qué desde entonces, y en la administración de Ebrard, no se multiplicó la anarquía en el transporte público? ¿Y nos dirán que son nuevos, inexpertos y novatos? ¿Por qué en esta administración se permite que los camiones de transporte público hagan base en donde se les antoje?
¿Por qué contaminan ostensiblemente, por qué usan avenidas primarias como Revolución esquina circuito estadio de CU como estacionamiento y lavadero nocturno ocupando tres de los cuatro carriles por sentido? ¿O de esto no sabrá la jefa de gobierno Sheinbaum?
Sería absolutamente irracional pedir, incluso, que todo el transporte público deje de circular un día a la semana, pero ¿por qué no se reduce a cada vehículo particular los impuestos correspondientes (como la tenencia) por los días a los que se ve obligado a no salir? ¿qué no pagamos además de la tenencia, un impuesto adicional, que se llama verificación, que debería estar aplicado a talleres mecánicos y no a contribuyentes?
Insistiré, ¿por qué el gobierno me audita (verifica) a mi como particular y no al taller que me cobró por el mantenimiento mecánico de mi unidad?, ¿por qué si el vehículo no quedó en circunstancias óptimas para circular me multan a mi y no a quien manipulo el motor?
Es reprobable e injusto que un gobierno sancione, audite y castigue a sus ciudadanos cuando no cumplen con las normas que aplican a los demás, eso se llama robar, mentir, atracar.
¿Por qué nos se han atrevido a regular el tránsito de camiones de carga, sí, esos que a mitad del día descargan su mercancía donde les viene en gana?
¿Por qué permiten que a las doce del día las pipas de agua anden refrescando los camellones ocasionando congestionamientos, entre otras vías, en Periférico?
¿Por qué no dejar de culpar a Miguel Ángel Mancera de lo que no se atreven a reglamentar como las marchas, plantones y manifestaciones?
¿Verdad qué hay mucho que hacer antes de culpar a otros o sancionar a todos?
Pero para eso se necesita ética profesional, valor civil y muchos, pero muchos escrúpulos.