El pasado 18 de junio, se cumplen once años de la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la reforma constitucional en materia de seguridad y justicia.

Esta transición a un proceso penal de un modelo de justicia penal mixto a un proceso penal acusatorio y oral no ha sido fácil para el derecho mexicano, ya que incorporar los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación, para transparentar la actuación de los Jueces y Ministerios Públicos para lograr una verdadera igualdad procesal, ha sido parte de una serie de retos a los que le hemos hecho frente desde los tres Poderes de la Unión.

El modelo de corte acusatorio se estableció de manera gradual en todo el territorio nacional y en un plazo de ocho años se lograron transformar las instituciones, capacitar a los operadores del nuevo sistema de justicia y adecuar el marco jurídico para una verdadera implementación; sin embargo, aún existen pendientes en la materia.

La citada reforma modificó entre otras cosas el actuar de las autoridades que intervienen en el procedimiento jurisdiccional del país, debiendo contar con un juez para una etapa preliminar –como controlador de la investigación–; otro, quien resolverá el asunto –en el juicio oral–; y por último, un juez que vigilará y controlará la ejecución de la pena, con ello se asegura el debido proceso legal y evita los procedimientos extensos.

Debido a que la infraestructura que se tenía y era utilizada en el sistema mixto no era suficiente ni apropiada para satisfacer las exigencias y retos del nuevo proceso penal, las instituciones debieron modificar y en muchos casos construir nuevos espacios para albergar áreas de reciente creación y poder ampliar la cobertura y la calidad de la atención.

A once años de la reforma constitucional, debemos revisar nuestros ordenamientos jurídicos para no olvidar la labor que realizan cada uno de los actores de esta cadena legal, ya que nuestros policías son generalmente el primer respondiente que llega al lugar de los hechos, y son un eslabón fundamental en todo el proceso penal, debido a que ellos resguardan la escena, preservan las evidencias, así como ponen a disposición a los probables responsables. Por lo que aún y con la implementación de instituciones como la Guardia Nacional, no debemos olvidarnos de capacitar a los policías para el adecuado cumplimiento de los protocolos que deben seguir.

Aprovecho este espacio para felicitar a todo el equipo de la Revista Siempre! Por su 66 aniversario, que sin lugar a dudas representa un icono de la libertad de expresión, así como a su directora Beatriz Pages, referente en el periodismo.