En varias ciudades del planeta la escasez de agua está llegando a niveles críticos, lo que podría desencadenar revueltas sociales y emergencias sanitarias que se volverían extremadamente graves si colapsan los sistemas de suministro. Entre las causas de desabasto en las grandes ciudades destaca el cambio climático, que reduce el agua de lluvia disponible y aumenta las temperaturas; la sobrepoblación, la desmedida explotación de los acuíferos y la mala gestión de los recursos también contribuyen a acentuar la escasez del líquido, según han establecido expertos en la materia de distintas instituciones públicas y privadas de investigación científica.

El más reciente caso de crisis hídrica que se registra en el orbe es el de la ciudad de Chennai en la India. Con más de siete millones de habitantes, esta ciudad padece un gigantesco desabasto de agua, calificado como el más grande en la historia reciente de esa nación, debido a que los cuatro embalses que abastecen a la población se quedaron prácticamente vacíos por la falta de lluvias. Si continúa esta alarmante situación y dejar sin una sola gota de agua en los embalses, las autoridades tendrán que evacuar a la ciudad en cuestión de días porque comenzarían a aparecer enfermedades entre la población.

Existe registro también de  otras importantes ciudades en el mundo que empiezan a padecer esta racha de falta del recurso hídrico. Se suman por ejemplo Sao Paulo, Brasil, donde en 2015 la capacidad de su principal embalse cayó por debajo del 4 por ciento. En Bangalore, India, según un informe del gobierno local, más de la mitad del agua potable se desperdicia. En Beijing, China, un estudio reporta que las reservas locales cayeron en 13 por ciento entre 2000 y 2009. En El Cairo, Egipto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) vaticina que el país enfrentará una escasez crítica para 2025.

Por desgracia, México no escaparía a esa realidad de un colapso hídrico. Según especialistas e investigadores del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), probablemente dentro de 40 años, si no se corrige el rumbo actual en cuanto abastecimiento, se habrá agotado la capacidad técnica para extraer agua del acuífero del Valle de México, de donde se surten cinco entidades federativas.

Ante esa posibilidad, es momento de hacer algo para impedir un colapso. Al respecto, una de las voces que se han dejado escuchar para proponer estrategias que corrijan el derrotero de una posible escasez de agua en la región es la de Alfredo Pérez Guzmán, titular de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM). Pare él es indispensable que se integre un Sistema Metropolitano del Agua que adopte medidas para reducir la problemática que representa el abastecimiento del líquido vital para los cerca de 20 millones de habitantes que radican en la Zona Metropolitana del Valle de México.

El funcionario mexiquense argumenta que este sistema, entre sus atribuciones centrales, se orientaría a lograr una distribución más equitativa y racional del agua entre las entidades que constituyen la Zona Metropolitana, que es la más importante a nivel nacional, pero sobre todo que se tome en cuenta el mantenimiento permanente del Sistema Cutzamala, que representa la principal fuente de abasto para la conurbación. “La meta inmediata de este sistema metropolitano que propongo es satisfacer las necesidades actuales de la población, pero sin afectar los recursos hídricos de las generaciones futuras”.

Alfredo Pérez Guzmán advierte que llegó el momento de redimensionar la importancia de la Zona Metropolitana del Valle de México, la cual tiene una relevancia fundamental en lo económico para el país, al generar, junto con las otras 59 zonas metropolitanas de la República, el 75 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, “pero que también ha provocado problemáticas de sustentabilidad, como el caso específico del agua”.

El titular de la CAEM enfatiza que la sobreexplotación de los acuíferos, como el Sistema Cutzamala y el Lerma, junto con una desequilibrada gestión del recurso hídrico son los temas más importantes para solucionar y evitar colapsos como el que referimos líneas arriba en la India.

Ojalá que la propuesta de Alfredo Pérez Guzmán no sea la única que se escuche sobre la problemática planteada. Los investigadores, académicos y especialistas de instituciones educativas como UNAM, IPN, UAM, UAEM, así como organizaciones civiles, empresarios y la sociedad en su conjunto estamos obligados a aportar opiniones para frenar las posibilidades de un colapso hídrico en nuestro país de consecuencias jamás vistas.