El gobierno de la Cuarta Transformación, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, se ha caracterizado por atacar problemas en favor de eliminar la corrupción. A un año de su elección, hay un vaivén de opiniones con respecto a la efectividad de sus decisiones políticas; las discusiones han encontrado argumentos en todos los temas, siendo la licitación de medicamentos el evento más reciente.

 

Recordemos

En marzo del 2019, el presidente anunció un nuevo modelo de compra de medicamentos que centralizaría la compra a nivel federal. Esta nueva estrategia abastecería de medicamentos a todo el territorio mexicano y garantizaría la salud a los ciudadanos, independientemente de contar o no con seguridad social.

Se anunció que la Mtra. Raquel Buenrostro, Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), acompañaría a la Secretaría de Salud de Jorge Alcocer para planear y ejecutar la compra con base en las necesidades del Sistema Nacional de Salud. El fallo de esta compra, publicado el viernes 28 de junio, es la primera evidencia tangible de las metas en salud de la Cuarta Transformación.

 

Análisis del fallo

Las bases de la compra establecieron que sería una licitación abierta internacional, que buscaría comprar 3 mil 90 claves diferentes de medicamentos y material de curación. Tres consultoras de nivel internacional realizaron un análisis acerca de los resultados de esta compra, donde se refleja que únicamente se compraron 1 mil 49 claves: 36 por ciento de lo establecido en un principio.

Este dato implica que 64 por ciento de los medicamentos y materiales de curación que necesita el Sistema Nacional de Salud (IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEMAR y SEDENA) quedaron sin comprarse. Ante esto, el gobierno federal tiene 2 opciones: adjudicar directamente estas claves desiertas y arriesgarse a ser criticados por favoritismo, o surtir estas claves con los contratos firmados a finales de 2018 y recurrir a los proveedores que se habían “vetado”.

 

Claves desiertas urgentes

Medicamento Uso Precio de Referencia (PMR) Piezas solicitadas Importe máximo esperado Existencia de contrato
Losartán Comprimido Presión arterial alta $3.70 23,583,700 $87,296,875.86 No
Albendazol Suspensión Oral Antiparasitario $2.53 15,015,874 $37,990,161.22
Electrolitos orales en suspensión Hidratación $2.76 13,856,782 $38,244,718.32
Diclofenaco Cápsula Antiinflamatorio (AINE) $4.60 10,865,884 $49,983,066.40
Enalapril/Lisinopril/Ramipril Cápsula Presión arterial alta $3.14 9,975,004 $31,293,582.55
Complejo B Tableta Antiinflamatorio (AINE) $4.93 9,598,399 $47,331,625.15
Ciprofloxacino Tableta Antibiótico $3.08 9,115,005 $28,092,445.41
Ácido Acetilsalicílico Tableta Antiinflamatorio (AINE) $3.42 8,945,384 $30,614,682.20
Cloruro de Sodio Solución Iny. Rehidratación $4.20 8,597,261 $36,067,229.35
Electrolitos orales en polvo Rehidratación $3.91 7,736,443 $30,249,492.13 No
Naproxeno Tableta Antiinflamatorio (AINE) $9.10 5,857,915 $53,299,997.00
Ceftriaxona Solución Iny. Antibiótico $4.52 5,778,461 $26,141,304.93
Albendazol Tableta Antiparasitario $2.15 5,647,255 $12,157,410.56
Dieta Polimérica Suspensión Oral Nutrición $8.34 5,513,069 $46,003,252.96
Solución Hartmann Solución Iny. Rehidratación $7.16 5,318,372 $38,066,779.43
Hipromelosa Solución Oftálmica al 0.5 por ciento Sequedad Ocular $4.20 4,760,699 $19,972,084.44 No

Fuente: “Análisis del fallo de la Licitación para el 2S 2019” Grupo Nichos, Knobloch Information Group, 2019.

 

Independientemente del camino que tomen las autoridades, los 5 mil 737 millones de pesos que se invirtieron en la compra consolidada, ya reflejan un ahorro de 13 y 18 por ciento a lo establecido en comparación con los precios máximos de referencia (PMR) y en ofertas subsecuentes de descuento (OSD), respectivamente. Esto en comparación con la compra efectuada a principios del 2019.

 

Retrospectiva a la polémica

Varios temas resonaron durante la contienda para efectuar estas compras, como lo son: el modelo internacional que atentaría contra la industria nacional, la falta de legalidad de las compras consolidadas, los retrasos en la ejecución de la compra; y la supresión de la participación de empresas distribuidoras, que eliminó el sistema de distribución.

Sobre la legalidad del proceso, aún no hay consecuencias. La Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público (LAASSP) sustenta y regula las compras consolidadas; ésta explica que debió haber una licitación abierta nacional antes de llamar una compra internacional. El modelo con el que se ejecutó la compra, infringe tratados de comercio internacional y a la misma ley nacional.

En el tema del rezago de la industria farmacéutica nacional, el estudio refleja que el resultado tiene buenas noticias: de las 337 claves compradas, 290 son de laboratorios mexicanos. Los segundos países con más contratos fueron Francia y Alemania (6 claves c/u), y los terceros países fueron Suecia, Estados Unidos y Suiza (5 claves c/u).

 

Claves por país

País Monto Claves
México $2,918,744,246.53 290
Francia $39,720,529.96 6
Alemania $20,290,017.96 6
Suecia $63,225,615.25 5
Estados Unidos $43,492,051.55 5
Suiza $22,366,617.07 5
Italia $16,119,842.93 4
India $80,995,777.16 3
Puerto Rico $52,216,334.91 3
Reuno Unido $19,788,581.83 3
España $6,412,798.43 3
Suecia / EEUU $31,975,660.38 2
Brasil $26,484,426.00 2
Eslovenia $11,273,123.32 2
Colombia $9,607,237.74 2
Holanda $6,161,260.54 2
Suiza / Nueva Zelanda $14,152,634.28 1
Francia $3,431,779.34 1
Chile $3,425,242.49 1
Bélgica $3,399,039.44 1
Japón / Reino Unido $147,276.36 1

Fuente: “Análisis del fallo de la Licitación para el 2S 2019” Grupo Nichos, Knobloch Information Group, 2019.

 

Los retrasos en la compra son el inicio de un efecto dominó que afectará a las instituciones de salud y a los pacientes mexicanos. La falta de seriedad y compromiso de las Secretarías convocantes (SHCP y SSA) generaron desconfianza en un gran número de participantes; tanto mexicanos como foráneos. El reflejo de ello es el 62 por ciento de claves desiertas.

Expertos de la industria afirman que el problema fue el proceso de convocación; de acuerdo con Rafael Gual Cosío, director de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), “(…) nosotros [la industria farmacéutica mexicana] queremos apoyar al gobierno, pero este proceso fue tan desgastante y el resultado muestra que ni a nivel internacional fue atractivo; los precios están muy castigados y con multas muy altas en caso de que no se entregara a tiempo. (…)

Las autoridades expresan que la culpa de las claves desiertas recae en la avaricia de los laboratorios farmacéuticos, ya que después de la investigación de mercado, la industria reaccionó diciendo que era imposible ofertar a precios tan reducidos.

Por su parte, Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), expresa que el problema fue “(…) abordar un proceso de tal envergadura pensando que lo primero es combatir la corrupción y crear ahorros, olvidando y dejando en segundo nivel de prioridad a los pacientes y las vidas que representan (…)”.

 

Distribuir o no distribuir, he ahí el dilema

Una de las características de esta licitación, es que no pudieron participar las distribuidoras de medicamentos. Estas empresas participaron desde el inicio de las compras consolidadas en México, en 2012; fueron las que ayudaron a ahorrar más de 600 millones de pesos y mantener un abasto superior al 95 por ciento en el Sistema Nacional de Salud. Al prohibir su participación, la Mtra. Buenrostro dedujo que los precios bajarían, a lo que la presente compra le da solamente mil millones de pesos de razón (esta cifra sin contar el “ahorro” de no haber comprado las claves desiertas), en comparación con la compra a principios de año.

Sin embargo, médicos, industria, organizaciones y derechohabientes hicieron ver a las autoridades que ninguna empresa estatal o paraestatal tiene la infraestructura, experiencia o requisitos técnicos para manejar el medicamento desde los almacenes centrales de la Ciudad de México hasta las clínicas más alejadas del país; por lo que la SHCP lanzará una licitación para el servicio de distribución, dividido en 7 regiones del país.

Estas regiones estarán divididas en 242 puntos de entrega, que pueden ser almacenes del IMSS, de la Secretaría de Salud o de la Secretaría de Marina; algunos de estos puntos de entrega están aún por definirse. El fundamento para licitar el servicio de distribución, tiene que ver con las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) que la Cofepris exige para garantizar la seguridad de un medicamento.

 

Áreas de oportunidad

Esta licitación de medicamentos para abastecer a la segunda mitad del 2019 se puede describir como una prueba piloto por parte del gobierno, un experimento para medir a la larga y compleja cadena de suministro, todo con el propósito de establecer un Sistema Nacional de Salud al estilo nórdico o canadiense.

¿Pero qué ocurrió? La mala planeación, los retrasos, la ilegalidad y las condiciones de la convocatoria resultaron ser evidencia de incompetencia del gobierno. El ahorro porcentual parece significativo; sin embargo, al traducirlo a la cantidad total, resulta que saldrá más caro el caldo que las albóndigas.

Lo peor es que, con más de 60 por ciento de las claves desiertas y sin un panorama claro para la distribución de los medicamentos, seguramente el desabasto aumentará y el mexicano promedio se verá radicalmente imposibilitado a paliar su salud.

El abasto se podrá garantizar cumpliendo los contratos anteriores o adjudicando directamente aunque no se genere un ahorro; y a esto falta estimar el costo de la contratación del servicio de distribución. Lo que el gobierno de la Cuarta Transformación puede aprender de este ejercicio es a establecer y cumplir con tiempos y modos formales. La industria nacional tiene la fuerza y capacidad para ayudar al sueño del presidente López Obrador; pero no se puede depender de sus existencias en almacén, sino en su capacidad técnica y logística.