El presidente Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con diversos analistas de Estados Unidos se equivocó dos veces con Carlos Urzúa.
La primera equivocación del mandatario fue al designar a un secretario de Hacienda y Crédito Público sin experiencia financiera.
La segunda equivocación de AMLO, fue que pensó que Urzúa sería un funcionario leal a su gobierno y resultó que en pocos meses se paso al bando critico de la 4T.
Después de presentada su sorpresiva renuncia como secretario de Hacienda, Carlos Urzúa generó una infinidad de lecturas a las frases explícitas e implícitas contenidas en su documento.
Al margen de que Urzúa no se sentía cómodo con el equipo de trabajo que le “impusieron”, (si ese era su sentimiento debió haber renunciado al día siguiente de conocer a los que conformarían su equipo), el ahora ex funcionario pudo renunciar sin necesidad de golpear al presidente López Obrador.
Me llama la atención que en la parte final de su renuncia Urzúa dice textualmente, sin decir nombres ni mencionar asuntos: “personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.
Que sea claro con la sociedad Urzúa.
¿Quiénes son esos personajes y cuales son sus conflictos de interés?
De no aclarar a quien dirige sus mensajes a “personajes” y cuáles son sus conflictos de interés, Urzúa no solo quedará como un especulador, sino que caería a la degradante e indeseable categoría de los “especuleros”.
Tal vez Urzúa tiene razón en algunos de sus señalamientos.
Pero su renuncia la debió tomar al percatarse del equipo que le imponían y de las decisiones sin sustento que se tomaron, es decir al segundo día de haber asumido la Secretaría de Hacienda.
El sustituto Arturo Herrera es funcionario con carrera en hacienda y se le verá en su momento si responde a lo que él mismo llamó el gran reto de su vida.
El mismo día un grupo fuertemente armado sacó del restaurante Morton’s de Paseo de las Palmas al abogado Juan Collado, lo que se trató de mantener en absoluta secrecía en la Fiscalía General de la República.
En un breve comunicado la FGR informó que cumplimentaron una orden de aprehensión en contra de Juan Collado, por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Se rumoró que en el mismo restaurante se encontraba el líder sindical petrolero Carlos Romero Deschamps, lo cual resultó no ser cierto, pero después de la detención de su abogado, fue buscado insistentemente por los medios de comunicación, sin una respuesta favorable.
Recordemos que Juan Collado, señalado por el mandatario como el abogado de la mafia del poder, celebró recientemente en una hacienda en el Estado de México, la boda de su hija María del Mar con Gonzalo Zabala Junco
A la celebración fueron invitados cuestionados personajes como: Diego Fernández de Cevallos, Raúl Salinas de Gortari, el gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo, el expresidente Enrique Peña Nieto y su novia, Tania Ruiz Eichelmann, José Narro exrector de la UNAM, el exgobernador de Chiapas Manuel Velasco, entre otros invitados.
Esa boda fue considerada un agravio para el gobierno de López Obrador, debido a la presencia de los señalados personajes, pues algunos aún tienen cuentas pendientes con la justicia mexicana.
Muchos dicen que la detención de Juan Collado es una especie de cortina de humo para tapar los efectos de la renuncia de Carlos Urzúa, sin embargo, en los hechos las funestas consecuencias que algunos avizoraron no fueron tan catastróficas como hemos podido observar.