María Victoria, lo sabemos bien, es todo un icono de la canción y la cultura popular.
Su talento brilla lo mismo como intérprete, actriz o comediante
Al igual, en esta ocasión, lo que más me interesa es destacar su sentido humano y dotes para la amistad.
Ahora, en un encuentro cálido y significativo que se celebró con motivo de su más reciente Onomástico, lo presencié y disfruté enormemente, una vez más.
La amorosa convocatoria que nos hizo personalmente a una centena de sus amistades para ofrecernos en su hogar lo que ya se ha constituido desde hace más de 30 años en una exquisita y ya legendaria e inolvidable pozolada, así lo demuestran.
Año con año, nos recibe con una sonrisa amplia y luminosa acompañada por un destello en su mirada que irradia cariño para todas y todos.
Siempre impecable y elegante, preside como la reina que es, frente a un robusto séquito de amigas y amigos que se multiplica por millones de admiradores que le han seguido y siguen admirando su tan relevante trayectoria en el mundo del espectáculo, el cine, la televisión y el teatro.
Tuvimos además, el privilegio de escucharla cantar algunos fragmentos de sus grandes éxitos que perviven en la memoria colectiva y que tanto nos conmovieron. Y debo decir, sobre todo, que junto a una suculenta mesa con ese delicioso platillo mexicano, se usó la calidad de la sobremesa, donde fluyeron las ideas, los sentimientos y las emociones en torno a ella, su vida y su obra.
Como no recordarla enfundada como una sirena mitológica en un vestido deslumbrante con su belleza tapatía, pues nació en Guadalajara, y esa voz sensual llena de ritmo, de matices seductores que sedujeron y seducen a grandes audiencias, como también la tenemos siempre presente en las comedias televisivas o disfrutándola en películas inolvidables, donde por igual resalta su vis cómica y desbordante.
Una gran mujer que ha sabido combinar, lo cual es muy difícil, las exigencias de la vida profesional tan ardua y compleja en el mundo del espectáculo, con el amor inmenso y profundo a quien fuera su esposo y la familia que formaron.
La reunión, usualmente aderezada musicalmente por solistas o grupos que asisten a homenajearla .y ser testigos privilegiados todos, se suman también actrices, actores, músicos, compositores, productores, intelectuales, periodistas y un sinfín de personalidades de nuestra vida social, para festejar en grande un año más de su vida entre nosotros.
En lo personal, siento un gran honor porque me distingue con su amistad, ya de décadas, y nunca dejo de desearle que siga la felicidad dentro de su corazón como bien lo merece y es notorio.
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