“El loco no puede reincorporarse a la realidad,
está permanentemente viviendo su fantasía.”Carlos Castilla del Pino.
Lo vimos marchar por lo largo y ancho del país exigiendo se cumplieran sus demandas. No le importo cerrar avenidas, desquiciar el tráfico, violar la ley. Paró la economía de la zona durante varios meses, afectando a comercios, hoteles y restaurantes. Los visitantes de otros países vieron una de las principales arterias de la ciudad de México llena de casas de campaña.
Justo en Tabasco fue donde hizo bloqueos y toma de los pozos petroleros que lo catapultaron a la escena nacional. Su vida ha sido de confrontaciones contra la autoridad, de violación de la ley, de bloqueos, de paralizar obras. Es decir, de estar en los supuestos que hoy la ley Garrote contempla para encarcelar de 10 a 20 años de prisión a quien realice alguna conducta igual o parecida a las que Andrés Manuel López obrador realizó día a día durante las últimas décadas.
Es inadmisible la incongruencia con que se comportan los morenistas en el poder. Ahora marchar es un delito grave, cuando ellos marchaban, no lo era. Cerrar calles, obras, amedrentar, dañar, afectar, era y es su pan de cada día. Ahora que son gobierno sienten los efectos de que la gente se sienta afectada y se manifieste.
No justifico en ninguno de los casos las conductas contra la ley y las acciones que afectan a la ciudadanía. Esas siempre serán molestas y serán delitos o faltas administrativas y en esa circunstancia deben evitarse y si se cometen, deben ser sancionadas.
Lo que estoy expresando, es la incongruencia con que se conducen los que hoy son gobernantes y actuaban totalmente diferente cuando eran oposición. Actúan y se mueven para donde les conviene y sacian sus intereses personales por encima de los ciudadanos y el interés general. Usan el ataque y la descalificación pero no soportan que los descalifiquen a ellos.
Hacen uso de la ley y las instituciones a su antojo y conveniencia para acallar las voces críticas, para someter al que piensa diferente, al que se atreve a disentir con ellos o a expresar su descontento por lo mal que gobiernan o los errores graves que cometen.
La ley garrote es un instrumento de gobiernos autoritarios que por la fuerza quieren imponer visión. Tabasco es hoy la cuna de la intolerancia y la pretensión del poder absoluto, de la tiranía y la imposición al más rancio estilo opresor.
Que venga de quienes han dicho ser los representantes de la sociedad, de las libertades de los que luchan por los oprimidos. Hoy vemos que son los nuevos burgueses, los nuevos corruptos, los nuevos represores, los nuevos tiranos, los nuevos gobernantes que usan la ley para reprimir y controlar.
Se debe cumplir el Estado de Derecho a carta cabal y se debe denunciar y frenar una ley a modo que pretende proteger al poder y afectar al ciudadano.
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