“Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”
Francisco de Quevedo

No hay tiempo que no llegue, ni plazo que no se cumpla, reza el refrán popular, pues al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, le llegó su tiempo, hoy tiene que rendir su informe ante el Congreso de la Unión por un año de ejercicio, le quedan cinco años. Rendir cuentas, sobre lo hecho y dejado de hacer, sin echarle la culpa a los del pasado, a tantos fantasmas que el Presidente conjura y revive en sus conferencias mañaneras, evadiendo responsabilidades.

Muchos de los invocados se quedan callados porque tienen cola que les pisen y no se van a arriesgar a ganarse la ira presidencial y la sanción de los incondicionales del poder. Son pocos los que de vez en vez reviran y ponen en jaque a López Obrador, su antítesis, el ex presidente Felipe Calderón; y también el ex presidente Vicente Fox, quien inclusive ha participado en marchas contra el gobierno actual. Fuera de esas voces de gobiernos pasados, a nadie más vemos en el escenario.

Por otra parte, el ex presidente Enrique Peña Nieto, está disfrutando de la vida, fuera del poder. Al menos eso deja ver en sus videos y fotos que corren a toda velocidad por lo largo y ancho de las redes sociales, ni al mandatario en funciones ni al saliente se les ve preocupados por lo que se hizo y dejo de hacer en el sexenio pasado. En la cabeza del presidente los males son producto de los gobiernos de 2012 para atrás.

Así la realidad nacional, pero existen otras realidades que contrastan con los coloridos y animados spots del informe presidencial, que pregonan a los cuatro vientos, que es un hombre que cumple, que ya ha hecho realidad muchas de sus promesas de campaña y que las transformaciones del país, saltan a la vista.

Hay que advertir que transformar es modificar algo, la transformación puede ser para un desarrollo y crecimiento, algo positivo o para afectar y dañar, algo negativo. Ambos casos son transformación.

En el informe el presidente tendrá que dar cuenta de esas transformaciones en negativo, que hasta ahora han hecho mucho daño. El crecimiento económico es una de esas transformaciones. Mientras que Fox y Calderón tuvieron en sus gobiernos un crecimiento económico que en algunos momentos rondó el cuatro por ciento, el gobierno actual está en crecimiento cero de la economía, cuando el presidente recibió el gobierno creciendo casi al dos por ciento, de tal manera que no hay pretexto para lo que está sucediendo. Es total y absoluta responsabilidad del gobierno en turno.

Este es solo uno de los temas, pero hay muchos: empleo decreciendo, inseguridad creciendo, falta de inversión, manejo discrecional del erario, actos de corrupción graves y muchos otros que abordaremos. Por ahora queda claro que Dios sí perdona, pero el tiempo no. Este es un año de calamidades para México.

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