“Uno llega como llega a esta edad y no hay nada que hacer, ojalá fuera uno más sabio, pero se aprende a través del tiempo, repitiendo errores”.

Así se expresaba Francisco Toledo, el pintor, escultor y grabador, activista, considerado uno de los íconos de Oaxaca, que murió este jueves a los 79 años de edad víctima de cáncer.

El artista de origen juchiteco, es considerado uno de los principales artistas de México, nacido en 1940, pero siendo un niño su familia emigró a Minatitlán, Veracruz.

Luego viajaría a Europa para posteriormente regresar a Oaxaca donde fortaleció su relación con la cultura zapoteca y desarrollar sus grandes batallas en defensa del patrimonio cultural de la entidad, del rescate de obras y de la creación de espacios culturales como la Casa de Cultura de Juchitán, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Instituto de Artes Gráficas de la entidad, entre otros espacios.

Se le rindió un homenaje en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y este viernes y sábado el artista será homenajeado en el Palacio de Bellas Artes.