Las acusaciones que le achacaban al líder de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, sobre los supuestos plantones o marchas que se organizarían para ensuciar el evento del Primer Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum, resultaron ser solo rumores.

Fueron del parte del “fuego amigo” contra el zacatecano que tiene un fuerte aroma a las nuevas maneras de hacer política, que cada vez son más obvias de los círculos cercanos a la Consejería Jurídica del Presidencia y/o la oficina del vocero del presidente Andrés Manuel López Obrador, el muy solicitado Jesús Ramírez Cuevas.

La realidad es que el senador Ricardo Monreal sigue siendo un amigo personal e institucional de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

La mejor manifestación de esa relación política civilizada fue que, en medio de felicitaciones, más de que los esperados reclamos y exigencias a la Jefa de Gobierno Capitalino, Claudia Sheinbaum, pudo dar un mensaje desde el Congreso local ubicado en el Centro Histórico, en donde presumió los resultados de los primeros nueve meses de su administración.

Desde las 8:00 horas empezaron a arribar al Congreso diputados, invitados especiales, integrantes del gabinete, alcaldes, representantes religiosos y empresariales. Claudia demostró que cuenta con una aceptable capacidad de convocatoria.

El ambiente previo al Informe de Sheinbaum fue sobrio.

Atrás quedaron las porras, tambores y trompetas con los que en años anteriores, las bases del PRD acudían al cruce de Donceles y Allende a vitorear al mandatario capitalino en turno.

Esto no impidió que al llegar al Congreso la jefa de Gobierno se sintiera cómoda, se le vio muy sonriente y se dio tiempo de saludar a los asistentes con quienes incluso posó para las infaltables selfies.

Su mensaje lo enfocó en las principales problemáticas de la capital del país:  movilidad, medio ambiente, inseguridad y los feminicidios.

Justo en el tema de la inseguridad, Claudia Sheinbaum, reconoció pendientes importantes: “No queremos dar la sensación de que estamos satisfechos”, dijo y destacó que su administración dejó de “maquillar” las cifras delictivas.

La Jefa de Gobierno puso especial énfasis en el tema de los feminicidios.

Dijo que su gobierno no se opone a la alerta de violencia de género, pero que se debe revisar el mecanismo ya que, según ella, no ha funcionado para reducir los feminicidios en los 17 estados del país donde dicha alerta se encuentra vigente.

En este punto, la jefa de Gobierno tiene mucha razón, pues en los hechos, la aplicación de la alerta no ha hecho grandes diferencias en los estados en donde se ha implementado.

Gobernar un conglomerado tan heterogéneo, complejo, abigarrado y agresivo en muchas de sus manifestaciones, como lo es ahora la CDMX, es una tarea que demanda oficio político, intuición social y firmeza para aplicar la ley en cada una de las situaciones en las que la transgreden los habitantes de la capital del país.

Y Claudia, en medio de los naturales contratiempos, ha logrado mantenerse como una de las gobernantes más eficaces y decididas del contexto nacional.

Buenos resultados los que ofreció Claudia Sheinbaum durante su primer informe. Además de la desarticulación de la política de cañería que trató infructuosamente de confrontarla con el poderoso senador Ricardo Monreal Ávila.