En su visita a Washington, el canciller mexicano Marcelo Ebrard dejo muy clara la posición de México en el sentido de que no seremos el tercer país seguro, como lo desea la administración que encabeza el tuitero magnate Donald Trump.

La función institucional del jefe de la diplomacia mexicana puede calificarse en esta reunión de evaluación sobre temas migratorios, que sostuvo con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, como acertada por su firmeza y apropiada por apegarse a los principios fundamentales de las relaciones bilaterales entre ambos países.

Prácticamente se repitió el escenario de reconocimiento mutuo que se obtuvo el pasado 21 de julio, cuando se reunieron los mencionados funcionarios para tratar el delicado asunto de los migrantes que por el sureste mexicano tratan de ingresar a los Estados Unidos.

Como también se pronunció por el control de la venta de armas de Estados Unidos a México.

Y además Ebrard se dijo optimista de los resultados después de que concluyó su reunión con el vicepresidente Pence, los secretarios Pompeo y McAleenan, el consejero legal y asesor de Trump, Pat Cipollone y Jared Kushner, su poderoso yerno.

Ebrard tuvo la oportunidad de saludar al presidente Donald Trump.

Por su parte, en el contexto previo a la reunión de Ebrard con sus pares norteamericanos, el presidente Donald Trump volvió a meterse en un nuevo lio mediático, cuando dijo que habría próximamente (2026) un campeonato mundial de futbol que se jugaría simultáneamente en los tres países de Norteamérica, es decir, México, Estados Unidos y Canadá.

El año 2026, en caso de que Donald Trump lograra relegirse en el 2020, ya no sería su tiempo como presidente del país vecino porque terminaría en el año 2024.

Trump olfateó que los medios lo acusarían de tratar de violentar la constitución de su país al buscar un tercer periodo de Gobierno.

Por eso en su tuit mañanero, el mandatario del vecino país externo un presagio en el sentido de que, al día siguiente, es decir el miércoles 11 de septiembre, seria cruelmente criticado por la prensa opositora tan poderosa que tiene en su propia nación.

Al margen de la controversia que se autogeneró Donald Trump, y que robó bastante espacio a los resultados obtenidos por Marcelo Ebrard en su reunión con el secretario de Estado Pompeo, entre los analistas mexicanos surgió la construcción del siguiente escenario político entre México y Estados Unidos:

En el año 2024 Donald Trump terminaría su posible segundo periodo como presidente de Estados Unidos. En ese mismo año Marcelo Ebrard podría estar iniciando su carrera en busca de la presidencia de México.

¿Trump y Ebrard, vidas paralelas?

Pero primero Trump debe poder reelegirse por segunda vez, sin embargo, no todos los números le favorecen: seis de cada 10 estadounidenses dicen que el magnate no merece ser reelegido, según una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS, y un mayor porcentaje de personas dice que está haciendo un mal trabajo en mantener importantes promesas de campaña.

En general, la encuesta muestra una imagen de un presidente que ha hecho poco para mejorar las impresiones negativas sobre él o su trabajo durante su tiempo en el cargo. En varias preguntas formuladas al principio de la gestión de Trump y formuladas nuevamente ahora, la encuesta encuentra pocos cambios positivos y una profunda polarización partidista.