“Si quiere saber qué pienso, se lo resumiré: aborrezco todos los «ismos»:
comunismo, socialismo, nacionalismo, fascismo…
En definitiva, todo lo que lleva el germen del totalitarismo”

Julia Navarro

 

Resultan graves y contradictorias las acciones que toma el gobierno de la República. Por un lado deja escapar a uno de los cabecillas delincuenciales, exhibiendo una pésima estrategia de seguridad y dejando en mal a las fuerzas armadas.

Permite que grupos de manifestantes violentos vandalicen la infraestructura urbana e histórica de la capital del país. Celebra, felicita y exhorta a que se manifiesten, pues nunca usará la fuerza que él llama “represión”, pues su gobierno es de abrazos y no balazos, de libertad total y amor.

Por otro lado, al menor cuestionamiento de un periodista se le lanza a la yugular, lo regaña, avasalla, lincha, califica y pretende aplastar. Aún cuando el periodista pregunte con respeto, profesionalismo, seriedad y sustento sobre el tema que aborda, será descalificado y agredido.

Si los alcaldes del país de las diversas fuerzas políticas, quienes después de muchas peticiones de audiencia ignoradas, de oficios y documentos no contestados, de recortes a sus presupuestos y falta de solidaridad del gobierno federal, al decidirse manifiestar de manera pacífica a las afueras de Palacio Nacional, fueron recibidos con la fuerza policial y militar, arrojándoles gas pimienta con el objetivo de dispersarlos.

Esto es represión, no permitir que pacíficamente los presidentes municipales  expresen sus desacuerdos y peticiones, es represión, ser agredidos por  no coincidir con lo que hace el gobierno federal.

¿Dónde están los abrazos? ¿Dónde esta el gobierno amoroso? ¿Dónde está el Presidente que escucha y atiende? El presidente aplica la máxima juarista: “A los amigos justicia y gracia, a los enemigos, todo el peso de la ley”.

Este gobierno a quien considera su enemigo le aplica  todo el peso del aparato de poder, es decir todo el autoritarismo posible.

Con los delincuentes y vándalos, es complaciente. Con los adversarios políticos y con quien lo contradice es implacable. Habla de amor y práctica el odio y el rencor.

El gas pimienta lanzado a los presidentes municipales es la señal inequívoca de que el aparato de poder está listo para reprimir, de que el uso de la fuerza del estado se usará pero solo contra el que ose confrontar a Lopez Obrador.

La sociedad en general, los partidos políticos, los organismos empresariales, la academia debe despertar y reaccionar. No podemos dejar que el México del pasado que nos quieren imponer, sea nuestra realidad y futuro.

No podemos permitir que  el orden se invierta y que ser delincuente, bandido, corrupto, flojo, no estudioso, sea lo aceptado y defendido, mientras lo honesto, institucional, emprendedor, transformador, estudioso, trabajador, sea lo rechazado y atacado.

@perezcuevasmx

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