No tengo la menor intención de descalificar sin fundamento alguno a la persona del Presidente López Obrador, a quien le di el beneficio de la duda hace algunos años, pero ha tomado decisiones aberrantes a lo largo de este último año y han sucedido cosas que nunca imaginé que ponen en verdadero peligro a México y sobretodo, a los que vienen.

Estoy decidido, al igual que muchas personas y organizaciones de la sociedad civil, a participar a favor del fortalecimiento del Estado de Derecho en México. Por ello, me siento obligado a expresar públicamente mi rechazo a las decisiones del Presidente de la República en relación a los gravísimos hechos ocurridos en las últimas semanas.

Por ahora voy a concretarme a externar mi opinión sobre la decisión que personalmente tomó el Presidente López Obrador para traer a México al Expresidente Evo Morales, con todos los reflectores y haciendo alarde de poder, en avión del Ejército y otorgándole toda clase de apoyos fuera de lo común, con trato de Jefe de Estado.

Esta lamentable decisión personal de usted, Presidente López Obrador, confirma que nos ha mentido una y otra vez en todos estos años que hizo campaña para lograr la Presidencia de la República diciendo que nada que ver con Venezuela y “compañía”. Ahora que ya se adueñó de la silla y vive como un monarca en Palacio Nacional, usa para su propio beneficio político ante sus incondicionales que todavía no se quitan la venda de los ojos, a un “político” que se aferró arbitrariamente a la silla presidencial en su nación, brindándole toda clase de protección en nuestro país con personal del Estado Mayor Presidencial, que se supone que usted había cancelando y que está para proteger los intereses de México y no para propósitos de estrategia política personal, que al quitarse la careta, han quedado al descubierto.

El pretexto fue dizque porque corría peligro la vida del Sr. Evo Morales y por supuesto que si eso fuera cierto, los Militares lo hubieran prendido y ejecutado en medio de la confusión de los acontecimientos violentos de varias semanas. El peligro real que corría Evo Morales era que lo encarcelaran al menos por delitos electorales y que tuviera que enfrentar la justicia  por la vía legal, quizá por varios años.

Pero parece que no estamos frente a un Nelson Mandela o un Gahandi, sino ante el valor entendido de dos grandes y viejos amigos adictos al Poder.

Y eso es lo que realmente nos preocupa no solamente a mi sino a una gran parte de los ciudadanos que estamos informados y que cada día somos y seremos más.

Porque ya es obvio que López Obrador y Evo Morales están haciendo un equipo de conveniencia perfectamente alineado y que son “eco” del Foro de São Paulo.

La verdad, la libertad, la justicia y la dignidad de la persona que antes de manera imperfecta teníamos al amparo de la Constitución, hoy no sabemos hasta dónde llegará la anulación de las instituciones, las reformas constitucionales y  la concentración de más y más poder del Gobierno en turno.

Ello nos obliga a denunciar y a luchar contra toda clase de abuso de poder de un sólo individuo, que se perfila a un régimen presidencialista autoritario y antidemocrático que nadie,absolutamente nadie quiere, ni querrá la mayoría de sus seguidores, cuando terminen de darse cuenta que AMLO, se ha quitado la careta.