Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda,
más grande se vuelve.

Martin Lutero

 

 

Nunca en la historia reciente de la política mexicana, y me atrevería decir que ni siquiera en aquellos años de hace dos siglos habíamos visto total descontrol, sumisión, y tergiversación de los hechos.

Es lamentable que a la vista de todos, el presidente de la República y su gobierno pretendan cambiar la realidad con retórica, palabrería, dichos amorosos y evangélicos cuando todos nos damos cuenta de la inseguridad creciente, semanas después de lo de Culiacán tenemos el atentado contra el alcalde del municipio de valle de Chalco en el Estado de México, otras  matanzas donde inclusive se vieron afectadas vidas de niños.

Lo más grave de la inseguridad es que las autoridades gubernamentales pretendan tapar el sol con un dedo y ocultar lo que la realidad es. A esto se suman la recesión económica, gasto frenado, obras adjudicadas de manera directa, un gran caso que todos vemos pero pocos denuncian.

Lo peor de la crisis se dio este miércoles pasado en la mañanera del Presidente. Al pretender justificar lo sucedido en Culiacán y la detención del hijo del Chapo. De la información que hace pública y del video que muestra en el momento en que era detenido, se nota un descontrol total y una serie de violaciones a los protocolos de seguridad y en este caso de la detención de un presunto delincuente tan  peligroso.

Permitir que un personaje detenido sabiendo, lo grave que era mantenerlo en el sitio a donde fue descubierto constituye a todas luces la falta de planeación estratégica para realizar este tipo de acciones. Se observa en el video que el hijo del Chapo realiza una llamada en la que se escucha que dice que paren todo que él ya se entrego.

Algunos expertos en el tema mencionan que se pudo tratar de lenguaje cifrado o en clave y que lejos de evitar que sus células de protección actuarán en contra de la población abierta, más bien alentó a que el sitio de Culiacán continuara.

El presidente López Obrador pretende engañarnos argumentando que el siempre va a decir toda la verdad y que ahora lo ha hecho presentando el video y un informe de lo que sucedió en Culiacán. El problema es que con esa información se demuestra que no había estrategia y mucho menos se trataba de un operativo perfectamente planeado.

Se nota la incertidumbre y el nerviosismo de los soldados que participaron, se aprecia el y venir de algunas personas que se encontraban en el sitio y los militares sólo daban órdenes, pero no se notaba coordinación.

Si el presidente pretende hacernos creer, por la información dada, que sus decisiones están sustentadas para el beneficio de los mexicanos y del país, sólo logró la certeza en que este es un gobierno de ocurrencias que  están dañando al país.

El presidente y su gobierno están minimizando a la delincuencia, a la recesión económica y los graves daños al país. Se está demostrando que Culiacán es el Ayotzinapa de la cuarta transformación.

@perezcuevasmx

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