Donald Trump vive los días más difíciles de su mandato, el inicio de las audiencias para llevarlo a un juicio político que podría costarle la presidencia misma, no son cosa fácil, sin embargo, y contra de toda lógica política, económica y hasta social parece ser que esta zona es donde más cómodo se siente sobre todo teniendo fija la idea de volverse a postular para la primera magistratura y después ganar la votación que le daría 4 años más al frente de la Oficina Oval.

Y por qué le digo que parece estar cómodo en esta zona de tensión, presiones y confusión, el catedrático Ray Fair, de la Universidad de Yale, la Universidad de Oxford en su sección de economía y la calificadora Moody’s Analytics, han dado a conocer estudios diversos donde explican que un comportamiento económico constante, un mercado laboral al alza y una inflación controlada, le darán el impulso suficiente para triunfar en las elecciones de noviembre 2020.

“Donald Trump conseguirá un segundo periodo si la economía y su índice de aprobación son muy similares a los que vivimos este noviembre 2019 y claro, si la participación ciudadana es la típica” expresó Mark Zandi, economista en jefe de Moody”s Analytics.

Sin embargo, también habló del escenario contrario, malos resultados económicos y un alboroto y/o desorden previo a las elecciones… “si la economía se tambalea sus banderas de popularidad estarán a media asta sobre todo si los demócratas salen a votar en un número importante, perderá, no hay más”.

Los números económico-financieros en el 3er semestre de este 2019 se muestran todavía en un rango positivo, el crecimiento es del orden del 1.9 por ciento, no el mejor, ni el deseable, pero todavía en una banda positiva y el desempleo se encuentra en sus niveles más bajos desde hace por lo menos 50 años.

Hace unos días se dio a “conocer un modelo de Bloomberg Economics, que considera que las posibilidades de una recesión para el próximo año están por el orden del 27 por ciento. Los modelos electorales pueden equivocarse cuando en su universo no consideran otros aspectos más allá de los económicos”. Este análisis, explican sus realizadores, mantiene una proyección positiva hacia el mandatario republicano, sin embargo, no es posible medir factores que podrían tener un peso negativo en su contra.

Gregory Daco y James Watson, especialistas de Oxford Economics, señalaron en un documento públicado a finales de octubre… “queremos hacer hincapié en que es probable que los factores no económicos desempeñen un papel descomunal en estas elecciones, incluidos factores políticos (como la investigación del juicio político), así como factores de género, raza y hasta internacionales”.

El Banco Mundial se ha pronunciado sobre las perspectivas economías mundiales… “el crecimiento económico mundial se ha debilitado este año. El poco dinamismo de la inversión en las economías emergentes y en desarrollo está mermando sus perspectivas de crecimiento. Los riesgos se orientan a la desaceleración económica, tales como la posibilidad de mayores tensiones comerciales. Otra preocupación es el endeudamiento público en las economías emergentes y en desarrollo el que ha aumentado considerablemente y reduce la capacidad de responder a eventos adversos y financiar inversiones que promuevan el crecimiento. Es necesario que se lleven a cabo las reformas apropiadas para fortalecer la inversión privada y la productividad, sobre todo en los países de ingreso bajo, los que enfrentan desafíos más complicados que al principio de la década del 2000”.

La economía mundial a pesar de los buenos augurios del equipo de Donald Trump parece estar por ingresar a las sombras, la ralentización llegó antes de lo pronosticado en mucho por los recientes problemas comerciales entre los Estados Unidos y China, además de la incertidumbre generada por el Brexit.

El titular de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría señaló en octubre pasado… “el Producto Interno Bruto (PIB) se va a ralentizar a un 2.9 por ciento para este 2019 y para el próximo alcanzará el 3 por ciento, el ritmo más débil desde la crisis financiera de 2008 ante lo cual es necesario que los gobiernos detengan la espiral de incertidumbre y echen mano de sus herramientas de fortaleza fiscal”.Principio del formularioFinal del formulario

El presidente estadounidense y su equipo económico harán todo lo que esté a su alcance incluso más, como el mismo Trump lo ha mostrado para mantener los actuales resultados financieros sabedores que de no hacerlo podrán ser derrotados en las urnas en noviembre del 2020.

Existe un refrán popular entre los políticos de los Estados Unidos… “ningún presidente puede buscar la reelección si no tiene buenos números económicos y mantiene el desempleo por abajo del 5 por ciento”. La historia respalda este dicho y para finales de noviembre los números de Donald Trump se encentran con un crecimiento del producto interno bruto del 1.9 por ciento a menos de la mitad de lo que ofreció al inicio de su administración y un desempleo controlado de 3.6 por ciento el más bajo desde hace 53 años.

“El aumento del proteccionismo, la incertidumbre generalizada acerca de la política comercial y un crecimiento global más lento se consideran riesgos clave a la baja” dijo Gregory Daco, economista en jefe de Oxford Economics.

La incertidumbre económica generada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China generó un impacto no esperado por Trump y su equipo, tanto para los representados para el crecimiento general y para los sectores individuales como la manufactura que dependen tanto de la demanda global como de los materiales extranjeros, fue tremenda.

Los mercados financieros han sido golpeados por los titulares durante todo el año y las acciones han subido a la menor señal de bienestar y luego han caído con la próxima escalada del conflicto.

Sin duda que Donald Trump está arrepentido de haber llevado a los Estados Unidos a una guerra comercial con China ya que los efectos negativos de tal acción pueden alcanzarlo en las urnas electorales del primer martes de noviembre del 2020, e impedirles un segundo periodo al frente del gobierno. Veremos…