Entrevista con Sergio Negrete Cárdenas, economista y catedrático

El Presupuesto 2020 ha generado muchas dudas, en principio por la impuntualidad legislativa para su aprobación pues la sesión en la que se debía discutir dicha herramienta económica se retrasó del 15 de noviembre –fecha planteada por ley para la discusión del presupuesto–, hasta el jueves 21 de ese mes, en parte por la presencia de manifestantes que demandan más dinero para el campo.

Así, el bloqueo al recinto legislativo de San Lázaro obligó a los diputados a trasladarse a Santa Fe para discutir el presupuesto.

Pero este inconveniente es sólo una parte del problema, pues de acuerdo a analistas, considerando el panorama económico internacional para el año entrante, el presupuesto que el gobierno federal presentó a los legisladores estaría privilegiando ciertos programas que interesan al presidente, pero no atendiendo las necesidades del país luego de un año en el que el crecimiento económico de México ronda el cero por ciento.

Sergio Negrete Cárdenas.

No es lo adecuado

Siempre entrevisto a Sergio Negrete Cárdenas, economista y académico del ITESM campus Ciudad de México.

En la conversación, nuestro entrevistado consideró que el presupuesto diseñado para aplicarse en 2020 no es lo adecuado para promover el crecimiento económico.

“No, definitivamente no. El presupuesto debería presentar un déficit más elevado si se quiere seguir lo que se llama una política fiscal expansiva; política fiscal es todo lo que comprende ingreso y gasto público y, entonces, no se trataría de inyectar mayor gasto, mayor inversión de la economía vía el sector público. Tendría que ser un presupuesto menos conservador –vamos a llamarlo así– a lo que actualmente presentan; no es, en ese sentido, el presupuesto adecuado para la coyuntura, tampoco, hay que decirlo, es algo tan malo un presupuesto conservador y realmente la peor combinación no es tanto el presupuesto por sí mismo, sino la combinación del presupuesto con una política anti inversión del sector privado, así como una política de seguridad que desincentiva la inversión privada; entonces es un conjunto, el presupuesto que realmente no ayuda por el lado del gasto y la inversión pública y el resto de políticas gubernamentales que son anti inversión privada y el conjunto, por supuesto, suma la anti inversión en su conjunto lo que no ayuda en una coyuntura de bajo crecimiento económico”.

Sergio Negrete Cárdenas indicó que se debe prestar atención, una vez aprobado el presupuesto, a los montos destinados a los diferentes programas que diseña el gobierno y revisar que tanto impulsarán la economía nacional.

“Es muy importante. Por más que el sector privado sea todavía más relevante que el gasto público, es fundamental –sobre todo en cuestiones como infraestructura, gasto social, pensiones– entender las prioridades que marca un presupuesto, pues ahí es donde está el dinero y, digamos, esto da sustancia a las palabras de un gobernante, el cual puede decir mis prioridades son estas, pero realmente el presupuesto indica donde se pone el dinero y marca las prioridades. En este sentido, el presupuesto aparte de un documento muy importante desde una perspectiva económica y desde una perspectiva social, también un documento político”.

El año entrante

Acerca de la perspectiva para el año entrante, Negrete Cárdenas apuntó que lo único cierto es que seguirá la incertidumbre.

“Se puede esperar, ligado con lo anterior, un escenario un poco repetitivo de 2019: bajo crecimiento, baja inflación y fuerte incertidumbre para la inversión tanto nacional como la extranjera”.

Y considerando la perspectiva que se puede presentar –con una recesión que afecta a las principales economías del mundo, en especial a nuestro vecino del norte–, nuestro entrevistado recomienda un presupuesto que promueva la expansión de la economía nacional.

“Lo recomendable sería un presupuesto más suelto fiscalmente, más expansivo –sería el término correcto– para empujar un poco la expansión económica, como de hecho está siendo un poco el Banco de México (Banxico) con una política monetaria que es crecientemente menos restrictiva, dado que la tasa de interés está siendo, o no, expansiva, pero digamos que la tendencia es a ser expansiva por parte del Banco de México mientras que la política fiscal sigue siendo –realmente– restrictiva, entonces no, no es lo aconsejable para 2020”.

La economía moral

En el marco de la aprobación del presupuesto, bloqueos en San Lázaro y un escenario incierto en la economía mundial, López Obrador presentó su libro Hacia una Economía Moral, en el cual anunció un nuevo modelo en sustitución del neoliberalismo.

Las primeras lecturas han generado críticas hasta por las faltas de ortografía que presenta el texto.

Le preguntamos a Sergio Negrete Cárdenas como califica al Presidente de la República en su papel de economista.

“Es una mezcla, el presidente López Obrador es definitivamente una mezcla por más que se trate de tildar o considerar como antineoliberal o antiliberal, por ejemplo en lo fiscal es un conservador y un liberal. De hecho raya en cierto forma en un individualismo tipo Milton Friedman. Cada vez que él dice que no se va a entregar presupuesto a organismos o instituciones, sino directamente a la ciudadanía realmente es por mucho una forma de ahorrar dinero y recortar presupuestos, porque finalmente si uno no da dinero para albergues y disque lo da directo a las mujeres violentadas, pues ahí uno reduce mucho lo que se entrega; entonces esto se aplica a muchísimos ámbitos, como también dijo que no lo va a dar a organizaciones campesinas, por ejemplo, sino a los campesinos directamente. Esto es, realmente, una forma clientelar de entregar el dinero, ¡a ti sí a ti no!, cómo se selecciona a quien sí y a quien no, pero aparte de ahorrar recursos en ese sentido es muy conservador, no quiere subir impuestos lo que indica alguien también muy conservador, prácticamente un viejo republicano de Estados Unidos antes de Ronald Reagan, muy anti déficit, muy anti deuda y en ese sentido es un profundo conservador o un profundo liberal en el sentido de retraer al Estado. En materia comercial es un liberal absoluto que apoya el tratado de libre comercio, la noción de libre comercio prácticamente la apoya por completo –con el T-Mec en este caso–, entonces es evidente su liberalismo económico en el sentido comertcial. Es un estatista en un sentido viejo, setentero mexicano, sobre todo en la cuestión energética y un poco en la sección en la cuestión agrícola, pero en la cuestión agrícola es muy limitado lo que está haciendo y realmente lo que puede hacer es dar ciertos subsidios a ciertos grupos, en ciertas actividades y poco más, sin estorbar al resto y en cambio el gran daño o el gran defecto estatista es el sector energético, la prohibición a mayor inversión privada prácticamente en todo lo que es petróleo y practicante también electricidad es, realmente, es un giro estatista, soberanista profundo, ahí sí es un un estatista y nacionalista de la vieja usanza mezclado con el liberal por las razones que ya comente”.

Economía moral

En el libro que acaba de presentar –generando de nueva cuenta una polémica por aprovechar la plataforma que da la conferencia mañanera para promover la venta de su texto–, López Obrador explica que el modelo neoliberal –su gran enemigo– fracasó.

“Es incolutable que el modelo económico neoliberal o, mejor dicho, la política de pillaje, resultó un rotundo fracaso, porque produjo la infelicidad del pueblo y la ruina del país. En vez de avanzar en lo económico, lo social, lo moral y lo político, se retrocedió. Y no habría podido ser de otra forma: el supuesto nuevo paradigma, como le llamaban, fue diseñado con el único propósito de favorecer a una pequeña minoría de políticos corruptos y delincuentes de cuello blanco que se hacían pasar por hombres de negocios”.

En la obra, también critica la desincorporación de empresas paraestatales, lo cual no le impidió reunirse con uno de los señalados como beneficiarios por este tipo de políticas: Carlos Slim.

Y la pregunta que muchos se hacen, por qué si ya se acabó la corrupción y ya se aplica un nuevo modelo, no hay crecimiento económico.

@AReyesVigueras