Entrevista con Carlos Marín, autor del Manual de Periodismo

Más que un tinte de orgullo por una nueva reedición de un texto que ha ayudado a formar a un gran número de generaciones de periodistas, para Carlos Marín la ocasión que ofrece el nuevo tiraje del Manual de Periodismo es motivo de reflexión acerca del oficio y sus retos ante el avance tecnológico.

Son 33 años de vigencia para un libro que surgió a partir de una sugerencia de Vicente Leñero y que Random House vuelve a poner en circulación tras 500 mil ejemplares de las ediciones anteriores.

En una conversación con Siempre, Carlos Marín reflexionó acerca de cuál es el secreto para que el Manual siga vigente.

“Creo que se debe a que lo que contiene no es sino una serie de planteamientos, definiciones y ejemplificaciones de lo que es el oficio periodístico en sus distintos géneros, esto independientemente de la evolución de los medios y la revolución tecnológica. Y en ese sentido no ha variado, como no ha variado la manera de moldear el barro y hacer un jarrón, una vasija y como hornearla”.

 

 

Las nuevas generaciones

Al hablar de una obra que tiene un fin eminentemente didáctico y que ha sido utilizada en muchas aulas, es inevitable preguntarle al autor su opinión por las nuevas generaciones de periodistas que hoy en día practican lo que el propio Carlos Marín define como oficio.

“Los veo, en términos generales, bien pero quién generaliza absuelve, me parece que la velocidad que entraña la novedad tecnológica está haciendo que se descuiden partes elementales del periodismo y está perdiéndose algo muy importante que es la contextualización para la comprensión cabal de una nota periodística, el contexto suele ser más importante que el texto, o tan importante como el texto. Esta velocidad hace que se descuide esto”.

Acerca del impacto de su obra en el periodismo, Carlos Marín reflexionó.

“Y es que los elementos torales, digamos, del oficio periodístico no han variado, hay que tener en cuenta ciertos puntos de referencia para poder ejercer el oficio, pero esto es antiguo y anterior por cierto a la profesión del periodismo como se conoce. Desde el siglo XVIII, por ejemplo, Daniel Defoe al enterarse de un naufragio en el océano Atlántico escribió Robinson Crusoe ubicándola en el océano Pacífico; después fue autor de unas crónicas maravillosas en algún periódico londinense que fueron El Diario del Año de la Peste que sirvieron para que Albert Camus escribiera su obra La Peste, es decir, el periodismo no es otra cosa sino el participar a muchos de los que saben pocos y sobre todo de aquellas informaciones que inciden en el presente y en el destino de mucha gente o de la sociedad”.

@AReyesVigueras