A las 18:30 hrs., del 23 de octubre de 2019, en la Sala 7 (Alejandro Galindo) de la Cineteca Nacional, se inauguró la Muestra, con la exhibición del largometraje documental La jueza (RBG, Estados Unidos, 2018) de Julie Cohen y Betsy West. Las experimentadas realizadoras plasman la personalidad, la formación y actividad profesional, de la jueza y jurista norteamericana Ruth Bader Ginsburg (apodada Notorious RBG), nacida el 15 de marzo de 1933, en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, dedicando toda su vida a luchar por la igualdad legal entre mujeres y hombres. Desde el 10 de agosto de 1993, es jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos de Norteamérica, nombrada por el entonces presidente Bill Clinton. El documental supera la formalidad descriptiva de su vida profesional y penetra en sus actividades sociales paralelas, como ser amante de la ópera e icono de la cultura pop.

Antes de la inauguración se exhibieron: El corto metraje de ficción Bala Perdida (México, 2018) de Armando Álvarez. Programado porque la productora es Lisseth Rodríguez, publicista y amante del cine, con personajes de animación (marionetas) y de carne y hueso (incluido “La Bala” González). La humorada nos deja la incógnita de su real existencia, como atleta paraolímpico. El largo metraje de ficción Así que pasen 100 años (España, 2017) de Maru Cardozo. Precaria realización, con mal sonido, en la que, aparte lo lacrimógeno, se nos vuelve a hacer tomar conciencia de la represión franquista contra los “rojos materialistas-judeo-masónicos y homosexuales”. El cortometraje de ficción Sin regresos (México, 2019) de Karla Badillo. Humorada, con diálogos irónicos, sobre dos “novicias rebeldes”, propensas a delinquir y final sorpresivo. La realizadora comentó que ella iba a ser monja, arrepintiéndose a tiempo y ahora es felizmente casada. El largometraje documental Cuando cierro los ojos (México, 2019) de Michelle Ibaven y Sergio Blanco. Indagación, por separado y narración alternada, de las injusticias que se cometen contra los miembros de las comunidades étnicas, al acusarlos de asesinato, sin que ellos sean culpables, en parte, porque no hablan español, y en parte, por abuso de la policía.

Al día siguiente (24 de octubre) pudimos ver: Corto: Upper (México, 2018) de Romy Quiroz. La joven productora y realizadora mexicana Romy Quiroz, con la colaboración de la actriz brasileira Karoline Kovac, autora del guión, logran momentos de acción boxística creíbles. Karoline interpreta a una boxeadora brasileira que llega a México, para superar su pasado de violencia familiar. Sin ser una humorada, divierte, por lo chusco y la resolución de los varios encuentros de peleas dentro del ring y el escaso público que los aplaude en la pequeña arena. Largo: Disparos (México-España, 2019) de Elpida Nikou y Rodrigo Hernández. Brillante ejercicio documental que capta la latente violencia en Iztapalapa, de la Ciudad de México, y en todo el País, siguiendo la labor de Jair Cabrera, fotógrafo de nota roja. Todo es real y la puesta en escena mejor, en la opera prima de la realizadora griega Elpidia Nikou. Se ven muertos, narcomenudeo, ejecuciones, a todas horas, vida miserable y alegría popular, en las calles, en los barrios. Corto: Devórame (México, 2018) de Helena Aguilera. Las historias de horror también divierten. Denunciando el abuso sexual contra las mujeres de dos policías judiciales machistas, la realizadora recurre a una mujer de ultratumba para asesinarlos y, así, convertir sus carnes en ingredientes de tortas y tacos. Lo gracioso es que se nos quiere aparentar que la carne asada de res es de humano. Largo: Birth Wars (México, 2018) de Janet Jarman. ¿Quiénes son mejores para ayudar a dar a luz en lugares marginados, principalmente, en las comunidades étnicas, las parteras o los médicos? La realizadora, preocupada por las condiciones de vida de los sectores pobres de la población, principalmente las mujeres parturientas, pone al descubierto el atraso en que todavía se encuentra la política de asistencia social en nuestro País. Corto: Como el mar, el cuerpo (México, 2018) de Guadalupe Sánchez Sosa. Divertida disertación, audiovisual, sobre los senos, las chichis, las tetas, las bubis, los pechos de las mujeres. El experimento tiene bases históricas y culturales y las imágenes se tornan de abstractas a concretas, con un gran sentido de humor crítico. Medio, no Largo: La historia invisible (México, 2018) de Ana Cruz. No podía faltar un documental de la realizadora Ana Cruz. Exposición sobre las razones de varias mujeres para rebelarse, desde su campo de trabajo, contra el machismo y el patriarcado imperantes en la sociedad mexicana, incluido el quehacer político. Lo que sí no cabe duda es que las mujeres quieren el poder. Todo el poder para las mujeres.

 

 

 

El 25 de octubre vimos: Corto: La pluma del quetzal (México, 2019) de Emma Viviana González. Fantasía selvática en la que el sacrificio de un ave por un chamán procura la continuidad de la vida de su hija, según nos comentó la realizadora. Largo: El último Tlatoani (México, 2019) de Pablo Jato. Producido por nuestra amiga, la economista Rosa María Chávez, más que un serio estudio sobre la autenticidad de los restos de Cuauthémoc, encontrados en Ixcateopan, Guerrero, que combina verdad histórica, leyenda, mito y festejos anuales (cada 22 de febrero) en los que miles de danzantes llegan para recordarlo en su supuesta tumba, es una defensa a la maestra y arqueóloga Eulalia Guzmán (1890-1985), impulsora de la educación de las mujeres trabajadoras, principalmente de las etnias más marginadas, vituperada por muchos, al acusarla de propagar mentiras sin fundamento científico. Corto: VideoTape (México, 2019) de Sandra C. Reynoso Estrada, divertida venganza, a lo Masacre en Texas (The Texas Chain Saw Massacre, 1974) de Tob Hooper, perpetuada por una niñas, aspirantes a videocineastas, sobre un supuesto abusador sexual de una de ellas. Largo: Los días más oscuros de nosotras (México, 2017) de Astrid Rondero. En medio de la atmósfera nocturna, de Tijuana, en la que los homicidios son el pan de cada día, una mujer lleva en su interior un recuerdo que quiere olvidar sin poder lograrlo. Conoce a otra mujer, con problemas matrimoniales y… Interesante propuesta íntima, con escenas amorosas complacientes, entre ellas, quizá de más,  y con convencional resolución creíble. Es decir, los homicidios quedan en suspenso. Notables actuaciones de Sophie Alexander y Florencia Ríos. Corto: Arcángel (México, 2018) de Ángeles Cruz. Con el apoyo del estupendo actor Noé Hernández, la realizadora Ángeles Cruz narra la desesperante peripecia de un hombre de campo oaxaqueño, que, en el inter de perder la vista, fracasa por dejar a su vieja ¿madre? en un asilo, decidiendo abandonarla. Largo: 3 días en Quiberon (Alemania-Austria-Francia, 2018) de Emily Atef. Pienso que el primer reto a vencer de la realizadora Emily Atef fue conseguir una buena actriz que se pareciera a la famosa estrella del cine Romy Schneider. El segundo fue poner en escena su estancia, la entrevista, que se le hizo para una famosa revista amarillista alemana, y la superación temporal de su crisis emocional, en el balneario Quiberon.