Cada año la Cámara de Diputados tiene la gran responsabilidad de discutir y aprobar -de forma exclusiva- uno de los documentos de política pública más importantes de nuestro país, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
Este presupuesto tuvo la peculiaridad de no ser discutido y aprobado en el recinto legislativo ubicado en San Lázaro, sino en un centro de convenciones, debido a que las y los Diputados de MORENA prefirieron huir que dialogar con la ciudadanía que reclamaba un presupuesto digno.
En la aprobación del presupuesto 2020, los legisladores debieron buscar no cometer los mismos errores de ejercicios anteriores. Durante 2019 tuvimos experiencias desagradables como consecuencia de un mal presupuesto, en el que los principales sectores afectados fueron: la cultura, universidades, el campo, así como organismos constitucionales autónomos, entre otros.
Este año no es la excepción, el Presidente de la República –nuevamente– ha dejado de lado sus promesas de campaña al dar la espalda a diversos sectores, como lo es la procuración de justicia. Es importante señalar que, con el debilitamiento de las instituciones, ha dado pasos firmes hacia al autoritarismo.
Así es, lamentablemente el Ejecutivo Federal busca debilitar a los organismos públicos autónomos, pretende amagarlos con el Presupuesto; este gobierno pretende acabar con todo aquello que no cumpla con los caprichos del Presidente.
Entre los principales organismos afectados se encuentra el Instituto Nacional Electoral, quien sufrirá una disminución de más de 1,071 millones de pesos (mdp). Dicha institución, creada en 1990 y que goza de carácter nacional a partir de 2014, es vital debido a que organiza los comicios electorales y es una pieza fundamental para el fortalecimiento de nuestra democracia. Asimismo, es garante del ejercicio de los derechos político-electorales de la ciudadanía.
Desde inicios de esta administración hemos visto que el gobierno federal busca el debilitamiento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Este organismo nunca fue del agrado del Presidente de la República. No solo no recibió, de forma personal, el último informe en esta materia, sino que en semanas pasadas MORENA respaldó un fraude para imponer a su nueva titular. Aunado a lo anterior, se le recortan 37 mdp. Lo lamento por las víctimas, por los periodistas, por los desaparecidos, por los desplazados y por todos aquellos grupos vulnerables que tenían una esperanza en la CNDH.
Así también, la transparencia y el acceso a la información no es un tema que le simpatice al Presidente; el INAI, organismo autónomo creado en 2002 y con carácter nacional desde 2015, sufrirá en recorte de 50 mdp. En el mismo sentido, el Instituto Federal de Telecomunicaciones tendrá recortes por 188.7 mdp, así como el Poder Judicial por mil 327 mdp.
Es lamentable que las instituciones que tanto le han costado crear a nuestro país –pues son resultado de una lucha para democratizar a México– hoy se vean afectadas por recortes presupuestales a capricho de este gobierno.
Lo que tiene que tener claro esta “transformación” es que cuando amagan a las instituciones con reducirles su presupuesto, atentan contra la democracia y nos acercan más al autoritarismo. De continuar en el mismo camino se dañará, de forma irreparable, a los mexicanos.