Cuando Donald Trump comenzó a sopesar postularse como candidato en 2014, sus asesores políticos sugirieron la idea de un muro fronterizo a modo de nemotecnia: una manera de asegurarse de que aquella figura que odiaba leer guiones o apuntadores, pero a quien le encantaba presumir sobre sí mismo y sus talentos como constructor, que siempre recordara hablar de su postura migratoria inflexible que se convertiría en el tema distintivo en su campaña incipiente.

“¿Cómo hacemos que siga hablando de inmigración?” recordó haberle dicho, Sam Nunberg, uno de los primeros asesores políticos de Trump a Roger Stone, otro asesor. “Haremos que hable de cómo construirá un muro”.

El 17 de agosto de 2015 el aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, presentó su plan para detener la migración… “construiré un muro para detener a las hordas de invasores”, sobre los mexicanos mencionó… “cuando envían a su gente, no envían a los mejores, envían gente que tienen muchos problemas, traen drogas, crimen, son violadores y supongo que algunos son buenas personas”.

“Los mexicanos pagarán por el muro de una forma de otra, pero lo pagarán”, pronunció por primera ocasión el entonces candidato republicano Donald Trump, en una entrevista que le realizó Bill O´Reilly en Fox News, en el marco de su campaña por la presidencia estadounidense.

De parte de México las protestas, discursos, manifestaciones y rechazo generalizado se presentaron… “México no pagará por ese muro”, dijo el entonces presidente Enrique Peña Nieto.

El 27 de enero de 2018 hablaron nuevamente los presidentes de ambos países telefónicamente, trascendió que, en el transcurso de esa llamada, Trump trató de obligar al mandatario mexicano para que dejara de decir que México no pagaría por el muro. La conversación, se conoció días después, fue tensa… Donald Trump: “si usted sigue diciendo que México no va a pagar por el muro, entonces no me quiero ya reunir con ustedes porque yo no puedo vivir con eso”. Enrique Peña Nieto respondió… “dejemos de hablar del muro… Pero mi posición ha sido y siempre será que México no puede pagar por ese muro”.

El entonces candidato presidencial de México, Andrés Manuel López Obrador dijo en repetidas ocasiones cómo actuaría de obtener el triunfo… “con nosotros las cosas serán distintas, sin faltarle al respeto, lo vamos a poner en su sitio, lo vamos a hacer entrar en razón”, incluso hizo una promesa… “vamos a obligar a Trump a respetar a los mexicanos”. López Obrador fue más allá en sus declaraciones… “a diferencia del presidente Peña Nieto, al que Trump “le alzó la voz y lo calló”, “con nosotros las cosas no será así, responderé a Trump, sí mantiene la virulencia política usará también, como él mismo, las redes sociales”

Hasta aquí como llegamos a las declaraciones de los presidentes sobre el muro.

Sin embargo, durante su campaña electoral para alcanzar un segundo periodo al frente del gobierno de los Estados Unidos, Donald Trump volvió a su discurso del muro y de manera ofensiva se refirió a México… “con todo respeto a México, nos gusta mucho México y nos llevamos muy bien con ellos y su presidente es amigo mío y está haciendo un trabajo fantástico en la frontera y, es una situación difícil, pero México está, de hecho, pronto lo verán, pagando por el muro”.

Las palabras del candidato republicano, (que también sigue siendo presidente de los Estados Unidos) fueron recibidas con aplausos de los asistentes. Más adelante en su discurso Trump regresó al tema… “el muro está siendo pagado, al final de cuentas y muy amablemente, por México”.

Y bueno más allá de lo dicho por los candidatos presidenciales y presidentes mismos, hoy la realidad ubica a cada cual en su lugar.

Sin embargo, durante el actual Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Donald Trump amenazó con imponer aranceles a México a menos de que contuviera a los migrantes, a lo que el mandatario mexicano respondió enviando a miles de elementos a la Guardia Nacional para frenar el paso de los migrantes que cruzan el territorio con destino a suelo estadounidense, convirtiéndose en los hechos en un muro virtual de contención. Que no es el muro (físicamente) prometido por el inquilino de la Casa Blanca, es cierto, pero que está logrando su cometido de disminuir el ingreso de inmigrantes ilegales, también lo es.

En la frontera entre México y los Estados Unidos, están desplegados más de 27 mil elementos de la Guardia Nacional mexicana, entre soldados y policías, con el objetivo único de cumplir con el compromiso asumido por el gobierno mexicano con su similar estadounidense de frenar la migración, al realizar detenciones, incluso al borde del límite binacional terrestre.

En la frontera sur de México, también hay otro muro virtual, los números no son precisos, pero se estima que están destacados en la zona 5 mil elementos. Claro, a costa, todos ellos del gobierno mexicano.

Además, bajo el programa “Quédate en México”, o “Protocolos Migratorios”, los migrantes que llegan a la frontera norte mexicana y solicitan asilo a territorio estadounidense, tienen que esperar la respuesta a sus diversas solicitudes de ingreso del lado mexicano.

Que Donald Trump está en campaña, es cierto y que precisamente en este sentido debemos de ubicar sus declaraciones no hay duda, como tampoco de que lo dicho y hasta prometido por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no se ha cumplido.

Tristemente la realidad muestra que el inquilino de la Oficina Oval se está saliendo con la suya y cumpliendo sus promesas de campaña al lograr contener los flujos migratorios, así sea con muros virtuales y México, muy a pesar de los discursos y hasta de manotazos en la mesa lo ha permitido.

Veremos que sigue de ambos lados del Rí o Bravo, al candidato Donald Trump le faltan 10 meses de campaña y al presidente mexicano casi 5 años, muchas historias seguramente faltarán.