Un verdadero calvario enfrentan pacientes en las instituciones públicas de salud. Sea en el Seguro Social, el ISSSTE u hospitales públicos dependientes del sector salud, la situación se repite: no hay medicinas suficientes para la atención de enfermos.

Es una situación que se agrava si la persona tiene cáncer –o alguna de las llamadas enfermedades terminales–, como relata a Siempre alguien que enfrenta el cáncer de mama bilateral y que ha tenido que recorrer diversos nosocomios en busca de una medicina que en farmacias tiene un costo de 5 mil pesos y que no se tiene disponible en el Hospital de Ginecología Luis Castelazo del IMSS.

Esta situación puede afectar gravemente a una familia que no tenga los recursos necesarios para adquirir los medicamentos fuera del sistema público de salud.

Para la paciente que entrevistamos –quien pidió el anonimato por temor a represalias–, el no contar con medicina, pese a lo dicho por los médicos, es algo que ya ha afectado su calidad de vida.

“Los médicos nos dicen que nunca suspendamos los medicamentos, pero hace un mes nos dijeron que, por favor, como el gobierno tiene ahora muchos problemas no suspendan el medicamento, que hagamos el esfuerzo, pero ahora no hay nada de medicinas”.

El discurso cambió con el paso del tiempo, relata, a pesar de que a diario hay más de 25 personas esperando recetas, en quimioterapia hay un número similar y no hay medicina ni en el Hospital Castelazo, ni en el Centro Médico Siglo XXI ni en otros nosocomios que han tenido que visitar en busca de dichos productos.

“Un oncólogo nos dijo que nos tomáramos todas las medicinas que nos recetaban, pero cuando dejaron de darnos en la farmacia ahora nos dicen que no importa que no la tomemos unos días, una semana o quince días”.

En este caso el Letrazol es una medicina indispensable para el tratamiento del cáncer de mama, cada caja –como nos recordó nuestra entrevistada– tiene un costo de 5 mil pesos y necesita el producto mensualmente. Un caso similar lo viven paciente de cáncer cervicouterino.

Pero para los defensores del lopezobradorismo se trata de algo artificial o inventado, incluso medios que siguen la línea de defensa de las medidas del gobierno federal aseguran que son los propios trabajadores de los hospitales quienes esconden los medicamentos, aunque por la cantidad de reclamos y denuncias de falta de medicinas hechas por usuarios de servicios de salud y sus familiares es difícil aceptar estas versiones.

No obstante los reclamos en hospitales del sector salud, y del polémico arranque del Insabi en sustitución del Seguro Popular, el subsecretario de la Secretaria de Salud federal, Hugo López Gatell aseguró que “no nos sorprendería descubrir elementos de evidencia que nos hagan ver que esto es una sensación de incertidumbre para sabotear al Insabi y el cambio de modelo de atención de la Salud”.

Miguel Ángel Toscano

Es un error

Para el exdirector de la Cofepris, Miguel Ángel Toscano, el desabasto que se ha denunciado es prueba de que hubo errores en la planeación por parte del gobierno federal.

“La realidad es la que vemos todos los ciudadanos, excepto los funcionarios que trabajan en la Secretaría de Salud y el gobierno de la república, que no quieren verla. Es muy fácil ir a un hospital o abrir las redes sociales y ver lo que está pasando. Todos los días hay manifestaciones afuera de los hospitales, hay niños con cáncer, adultos también, que no tienen sus medicamentos, tengo conocidos que no han podido tener su medicamento a tiempo”.

Dicha situación se complicó con la sustitución del Seguro Popular. El nuevo organismo, el Insabi, dejó de atender sin costo a pacientes de lo que se conoce como tercer nivel de atención, mismo que incluye a enfermos de cáncer y otros padecimientos que implican tratamientos y medicinas que no están al alcance de toda la población.

En la evaluación que hace respecto a la entrada de operación de un nuevo organismo para brindar servicios de salud a quienes no son derechohabientes de un sistema establecido, Toscano señaló que todo se reduce a una serie de errores.

“El tema es recurrente, es evidente que este gobierno por incapacidad no está cumpliendo su misión, que es darle salud a los mexicanos, el cambio del Seguro Popular al Insabi es uno de los grandes errores, uno tan grande que puede representar un puntapié para este gobierno o el inicio de su fin, simplemente el Seguro Popular no fue una idea de Fox o de Julio Frenk, es una política mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), diseñada desde hace muchos años. Al inicio de la década pasada fue la OMS la que diseña la política publica y la llama cobertura universal de salud, México aprobó dicho modelo porque la OMS encontró que en algunos países el 90 por ciento de la población no tenía cobertura, en nuestro país era el 70 por ciento, es decir sólo el 30 por ciento tenía alguna clase de cobertura”.

De igual manera, nuestro entrevistado apunta que uno de los objetivos, que se ha dejado de lado de acuerdo a denuncias de pacientes, es la cobertura para enfermedades que pueden afectar la economía de una familia.

“En caso de que se enfermen de una de las que la OMS llama enfermedades catastróficas la familia se empobrece completamente, si es cáncer lo que va a pasar es que van a vender el coche o la casa y se van a la bancarrota. La OMS se dio cuenta de eso y recomendó la política, el Seguro Popular fue eso, atender una política mundial. Una enfermedad como la diabetes implica un costo mensual de 10 mil pesos, si no se tiene Seguro Popular el paciente puede morir pronto, veo que este gobierno es insensible en el tema de salud a pesar de las declaraciones de Hugo López Gatell, me parece delicado que estén poniendo en riesgo la salud de mexicanos que son el escalón más pobre de la sociedad, una quimioterapia puede costar 7 mil u 8 mil pesos, hay medicamentos que cuestan entre 5 mil o 50 mil pesos. Es una condena de muerte, es una insensibilidad absoluta de este gobierno”.

Corregir o destruir

De acuerdo a analistas, si bien había denuncias de corrupción en el Seguro Popular, esto se podía corregir y no había necesidad de tirar todo y volver a empezar de cero. Miguel Ángel Toscano concuerda con esta apreciación y da ejemplos de cómo se pudo haber hecho.

“Cuando estuve de titular de Cofepris estuve en reuniones de gabinete en las que denunciaba esto. Recuerdo una en la que Salomón Chertorivsky señalaba que una caja de aspirina costaba en la Ciudad de México 2.30 pesos colocada en los hospitales, en tanto que en Chiapas costaba 10 pesos, ese diferencial era por el transporte, evidentemente había una tema de corrupción, cuando se planteaba eso era para corregirlo, por supuesto que hubo robo de medicamentos, pasó y sigue pasando, pero es un tema que se puede corregir con la tecnología, es fácil rastrear las facturas y se puede hacer público y corregir. Por supuesto era mucho mejor corregir las irregularidades, porque el 70 por ciento de la población tenía atención, medicamentos, consultas, sabía que el próximo mes que le tocaba su quimioterapia la iba a tener y hoy es muy claro que eso no es así y hay que catalogarlo como un crimen de Estado en contra de lo que menos tienen. Era más fácil corregir que construir una estructura nueva, además dirigida por alguien como José Antonio Ferrer que no tiene las credenciales para dirigir una institución de salud”.

Finalmente, Toscano aseguró para Siempre que en la comparación entre lo que había y el nuevo modelo de atención a quienes no están asegurados, el Insabi queda a deber.

“El Insabi está muy por debajo de los estándares internacionales, el problema es que no hay atención integral en tercer nivel, el Seguro Popular incluía medicamentos, en atención a cáncer el Insabi sólo cubre a quienes tenían Seguro Popular, a los nuevos inscritos no, el Seguro Popular incluía a toda la familiar, hay diferencias, como el pago, algo que pone al Insabi muy por debajo de la cobertura universal de salud que es la propuesta de la OMS”.

Héctor Valle Mesto

Los pacientes son quienes denuncian

De acuerdo a Héctor Valle Mesto, director ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), son los propios pacientes la fuente de denuncias del desabasto de medicinas.

“Hemos buscado entender el fenómeno, hemos hablado con hospitales, pero específicamente con asociaciones de pacientes que son las que nos reportan que tienen gente en todo el país con preocupación porque no tienen abasto de medicamentos. Escuchamos lo mismo que todos en el medio, por lo que actualmente estamos corriendo un observatorio que busca entender la disponibilidad de medicamentos, todavía no están los datos disponibles, estarán en el primer trimestre del año para ofrecer el dato objetivo”.

La entrada en operación del Insabi vino a complicar la atención de aquel sector de la población que no cuenta con servicios de salud. Héctor Valle no dio su evaluación de esta situación.

“Si esto ya es una definición porque se votó por parte de diputados y senadores, así les parece que es la manera de ir, ellos al tener la responsabilidad frente a la población ahora tienen la corresponsabilidad de sacarlo adelante, todos nos debemos sumar a este esfuerzo. Estamos viendo una falta de organización en el lanzamiento de estas primeras semanas que impacta a la salud, nos preocupa que se haya lanzado sin estar toda la operación completa y desde la Fundación estamos listos para ayudar para sacarlo adelante, lo que no podemos hacer es entrar en una discusión que se polarice en un tema político cuando la prioridad es darle acceso a la población a la salud, no debemos perder de vista que ese es el objetivo y tenemos que sacar adelante este mecanismo que los diputados y senadores votaron”.

Al preguntarle acerca de que recomendaciones harían al actual gobierno, esto fue lo que nos contestó.

“Hay que atajar, de acuerdo a la problemática en la que estamos viendo, el problema del acceso a la salud en tres vías de manera inmediata: el acceso –por supuesto– a medicamentos y dispositivos, el acceso a la infraestructura médica y el acceso al personal de salud –médicos, enfermeras y técnicos–, cada una de esas tres partes hay que analizarla en lo individual con la problemática que se está presentando, hoy lo más alarmante es el acceso a los medicamentos y dispositivos y hay que poner énfasis en esto, pero como ya se ha estado señalando también hay un problema de acceso a la infraestructura con esta discusión de las cuotas o no cuotas, sin duda a nuestro parecer hay una problema de comunicación entre lo que la ley dice, que no es exactamente lo que el Ejecutivo está señalando”.

Valle Mesto señaló que es necesario revisar la necesidad de contar con un sistema con cobertura total, “el ejecutivo ha señalado que va a haber cobertura total, de absolutamente todo para todos como bien lo recalca el artículo 4º constitucional, como Fundación sabemos que es un reto mayor, porque no hay los recursos –realmente no los ha habido– para fondear el sistema y para fondear que haya todo: el recurso humano, la infraestructura y los medicamentos y dispositivos, es un tema en el que no hemos coincidido en visiones, no creemos que esto requiera que el gobierno construya infraestructura nueva, que requiere optimizar la existente, después se necesitarán otros hospitales, no vemos al Seguro Popular como un prestador de servicios perfecto”.

@AReyesVigueras

Autor: Xavier Tello.