Entrevista Gonzalo Monroy, consultor GMEC

 

Estados Unidos e Irán reducen una tensión que se vio incrementada luego del asesinato del general Qasen Sulaimani y que fuera respondida por el gobierno de Teherán con el lanzamiento de misiles contra dos bases estadounidenses en Irak. Enfrentamientos que en opinión de especialistas podrían dar pie a una tercera guerra mundial y que provocaron alzas en el precio del petróleo que se han ido reduciendo con el correr de los días y nerviosismo en el mercado de divisas; altas y bajas donde diversos países le apuestan a sacar el máximo beneficio frente a una desaceleración global que está en puerta.

En México, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera señaló frente a este conflicto la economía de México se encuentra blindada y se han registrado efectos menores sobre nuestra moneda y el precio del petróleo.

Gonzalo Monroy, director de la consultoría GMEC, especializada en el sector energético, platicó con Siempre sobre las repercusiones en el mercado petrolero sobre este conflicto y la problemática, en un mercado tan competitivo a la que se enfrenta Pemex, ya que su crudo de exportación es pesado, alto en azufre, lo que desvaloriza su precio y costará más trabajo colocarlo en el mercado internacional.

 

Entrevista Gonzalo Monroy, consultor GMEC

Los elementos

Su visión sobre las repercusiones en el mercado energético del conflicto Irán-Estados Unidos…

Principalmente dos elementos, uno a corto plazo y el otro, a mediano y largo plazo. En el corto plazo vemos toda la incertidumbre, toda la volatilidad se vio reflejada en los precios del petróleo que brincaron el 2 de  enero en un 5 por ciento cuando se anuncia la muerte del general iraní Qasem Soleimani y la otra alza del 5 por ciento, dos días después luego de los ataques de los misiles de Irán hacia las bases de Estados Unidos.

Esa fue una respuesta inmediata más provocada por la volatilidad que por la parte de los fundamentalistas. Sin embargo, hay que destacar que el suministro de petróleo en el mundo no está comprometido, de hecho hay bastante abastecimiento en diferentes fuentes, ya que no todo el crudo tiene que venir de los países árabes.

Por ejemplo, en Rusia se están tronando literalmente los dedos para poder producir más; toda la producción de Estados Unidos, especialmente la que viene de recursos no convencionales, particularmente con el fracking, que es prácticamente el mayor productor del mundo y están a la espera de la oportunidad del precio, para poder producir todavía más.

Este año ya va haber producción de Guyana, en Brasil ya se están dando avances importantes, así que en esos términos la oferta está más que garantizada de petróleo.  Aunque sí existe incertidumbre en términos de cuál va a nivel de escalamiento de este conflicto, si puede llegar a algún ataque mayor.

Pero vayamos al contexto: el ataque el pasado 14 de septiembre justamente a la refinería de  Abaqaiq y Khurais al este de Arabia Saudita, hizo que los precios aumentaran un 20 por ciento en cuestión de minutos; la realidad es que cuando la familia real saudí dio noticias de que sí había una afectación, pero que se solucionaría en un mes, los precios empezaron a bajar y ese aumento de 20 por ciento , se fue normalizando hacia los niveles que estábamos viendo a finales de año.

En el caso reciente, no se ve que vaya a ver una afectación. Poca gente lo recuerda pero Irán está bajo las sanciones de Estados Unidos y está prácticamente fuera del mercado petrolero.

Una de las formas de venganza o de retaliación –acción de castigo o venganza– sería tratar de detenerlos o sabotear los buques que pasan por el estrecho de Ormuz –por ahí transita el 20 por ciento de la producción mundial de petróleo–. Lo que se olvida es que en ese sitio se encuentra la quinta flota de Estados Unidos con portaviones, sobre todo de otros navíos para asegurar justamente que no se vea interrumpido el flujo, con lo cual no se ve que vaya a darse una afectación mayor.

Retomando el tema de los ataques, el tuit con la respuesta del ministro de relaciones exteriores iraní Javad Sarif, el pasado día 7, donde dice que no están buscando la guerra, ni escalar la violencia, provocó que los precios del petróleo empezaron a bajar, las bolsas que estaban en ese momento abiertas de Asia, después llegaron las de Europa y eventualmente las de América y lo precios del crudo empezaron a ceder, lo que habían ganado del 5 por ciento, así que eventualmente este efecto de volatilidad es relativamente de corto plazo en el precio del petróleo.

 

Escenarios mediano y largo plazo

Esa volatilidad, esa incertidumbre que puede llegar a pasar porque nadie cree que esa vaya a ser la respuesta iraní ante la muerte de Sulaimani, considerado el número dos del gobierno de Irán, seguramente se darán algunos actos de terrorismo. Posiblemente veamos algunos en Oriente Medio y quizá por la influencia global que tiene Irán, lo veamos en otras latitudes, es uno de los elementos que le mete mucho ruido a la conversación.

Obviamente esta incertidumbre por terrorismo va a tener un efecto sobre una desaceleración, y es lo que ya se venía viendo: la desaceleración global. En ese sentido, ahí si le puede llegar a afectar a nivel mundial, que se va a dar un crecimiento global muchísimo menor.

 

¿Repercusiones en México?

El caso mexicano resulta muy paradójico, lo que se puede llegar a ganar en estos cuantos días, horas, de precios mayores de petróleo, se ven contrarrestados por las importaciones que tenemos de petrolíferos especialmente de gasolina y de diésel. En ese sentido, en el corto plazo, México va a quedar marginalmente igual que como estaba antes de los ataques en Medio Oriente.

Sin embargo a mediano y largo plazo, en México se enfrentaría a una situación más complicada porque justamente una desaceleración global de la economía, obviamente va a requerir menos exportaciones mexicanas, con lo cual uno de los pocos motores de crecimiento que iba bien en esta administración, se puede ver frenado, esa situación debería tener las luces prendidas, de alerta en el gobierno federal.

Hay un elemento que podría llegar a ser un problema de finanzas públicas y es que esa volatilidad, en lugar de irse reduciendo podría irse incrementando, que haya escaramuzas por aquí por allá, que se de algún acto de sabotaje importante no solo en Medio Oriente sino en Europa o en Estados Unidos y que se salga de una afectación directa al precio del petróleo; ataques a algún campo, a algún oleoducto o gasoducto.

Hay un fenómeno muy interesante porque si bien podría aumentar la exportación de petróleo y se vea contrarrestado por el precio de las gasolinas, la promesa del presidente López Obrador de no aumentar los precios significaría que es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios IEPS de la hacienda pública, en la que repercutiría el impacto.

Si uno ve los componentes de los ingresos presupuestales del gobierno federal nos damos cuenta que el IVA ha caído 3.6 por ciento, el Impuesto sobre la renta 1.6 por ciento y el único punto brillante a recaudar ha sido el IEPS de las gasolinas, que ha crecido casi un 60 por ciento.

Si ese incremento ya no es del 60 o es un número considerablemente menor, obviamente se va a crear un hueco fiscal para las finanzas públicas, eso si es una alerta temprana para la secretaría de Hacienda.

 

A mediano y largo plazo, en México se enfrentaría a una situación más complicada porque justamente una desaceleración global de la economía, obviamente va a requerir menos exportaciones mexicanas.

Precauciones en plataformas petroleras mexicanas

No voy a correlacionar lo que pasó con la caída del avión ucraniano que cayó en Irán pero esas coincidencias, si lo queremos llamar así, simplemente abonan a un clima de mayor inestabilidad. Si por ejemplo, México –Dios no lo quiera– pasara por un esquema similar al descrito, simplemente bajaría la producción de México, se incrementan los riesgos en el hemisferio y se tiene una afectación en el mundo, pero esperíamos que nuestro país que siempre se ha mantenido ajeno a este tipo de conflictos, no sea víctima de ellos.

Nuestro país cae dentro de la esfera de protección de Estados Unidos por lo que difícilmente se antoja que algo así llegara a pasar.

Hay que tomar en cuenta que el reciente incendio en una de las plataformas de Cantarell, que para bien o para mal, ya está produciendo poco y no se perdieron vidas humanas –3 trabajadores heridos– y no pasó a mas pero hay que estar atentos a que no se de algún hecho fuera de lo normal, para que las operaciones  se mantengan lo más seguras posibles.

Por otra parte, ante este nuevo mercado de crudos de bajo contenido de azufre que enfrenta Pemex, hoy se hace necesario hacer cambios y contar con una nueva fórmula para mejorar el precio del barril de crudo mexicano. ¿Qué opina?

Esa es la gran pregunta, estamos viviendo un fenómeno muy interesante. Todo lo que son las reglas de la Organización Marítima Internacional IMO, con sus reglas 20-20 para sacar y prácticamente que los navíos no consuman combustóleo de alto azufre, está provocando un gran problema para Petróleos Mexicanos, porque la mezcla mexicana de exportación es muy pesada y trae un gran contenido de azufre.

Esta situación va ir deprimiendo los precios de la mezcla mexicana con respecto a otros crudos. Hay un elemento muy importante que es el cambio de fórmula que hizo justamente Pemex en los meses de octubre-noviembre.

Ahí básicamente hicieron de que para mercados internacionales, es 65 por ciento Brent, 35 por ciento West Texas Intermediate WTI, mas el factor K, en ese caso el factor K, es la variable con la cual juega Pemex para poder colocar su crudo ante otros competidores.

En este momento, justamente el valor K, va a tender mucho hacia la baja porque no tiene forma de colocarse ese combustóleo de alto azufre. La pregunta que me hiciste de que tendría que hacer México para poder sacar ese azufre y poder tener combustibles mucho más limpios y ahí caemos en un problema mucho más grave porque nuestro país no ha hecho las inversiones en el sistema nacional de refinación para poder producir combustibles de bajo azufre.

Para darte una idea, del mercado que es más o menos de 800 mil barriles al día de gasolinas, Petróleos Mexicanos solo produce 25 mil barriles de gasolinas de bajo azufre, es un problema muy grave. En ese caso lo que se ha hecho, es que gran parte de la importación se hace justamente de gasolina base baja en azufre y gasolina premium baja en azufre y también del diesel.

A menos de que haya una corrección y que ésta venga acompañada de un gran presupuesto, no se antoja que las importaciones de combustibles de bajo azufre baja a cuajar. En este problema justamente de insuficiencia presupuestaria es que justamente Pemex le pidió a la Comisión Reguladora de Energía una prórroga, en este caso, para no cumplir con los requisitos de calidad de combustible, que es la norma 016.

 

¿Qué es lo más probable que veamos?

Más prórrogas y más prórrogas y más todavía, dado que no hay suficiente dinero para hacer esa reconversión en las refinería mexicanas..

 

¿Falta presupuesto, pero hay la visión del cambio por parte del gobierno, de las autoridades en la materia?

En una forma contextual, no la hay. Si uno ve por ejemplo, proyectos como el Tren Maya que pasa por la reserva de Calakmul en Campeche, el desmonte del manglar para construir la refinería de Dos Bocas, los cambios en las reglas que se están dando justamente en los combustibles, incluso los planes de quemar más combustóleo en las plantas de CFE a costa del gas natural. El cuidado del medio ambiente no es una prioridad de este gobierno; en ese sentido, además de no tener dinero, no es un tema que les preocupe mucho.