Se ha descarrilado cualquier tipo de proyecto para contener a las caravanas migratorias, debido a las iniciales declaraciones de Andrés Manule López Obrador al ofrecer “brazos abiertos” y con una bienvenida a todo aquel que quisiera pisar tierra nacional.
Y llegaron cientos de miles, y cruzaron todo el país hasta detenerse en Tijuana donde el gobierno de Donald Trump les puso barrera y entonces, con nuestros impuestos a mantener a los que decidieron establecerse en México mientras son o no aceptados por Estados Unidos.
Después se vino la presión de los aranceles. Ebrard declaró triunfante “misión cumplida señor presidente” y ahora vemos las consecuencias, el gobierno de Mexico aceptó las condiciones de Trump y nuestra flamante Guardia Nacional se convirtió en el muro humano en la frontera sur.
Los “brazos abiertos” hoy están cerrados y Porfirio Muñoz Ledo acusó de salvajismo a la Guardia Nacional y la Comisión Nacional de Derechos Humanos en silencio, como se esperaba. Y de siempre lo dijimos, miles de extranjeros, incluso africanos, ingresaron a nuestro país sin documentación, sin revisión médica, sin investigación sobre antecedentes penales y, más aún, cuando sabemos que estos movimientos están tutelados por grandes mafias internacionales de trata de personas.
Aquí, por decir lo menos, pecamos de ingenuos. Ahora Ebrard y Solalinde no se paran en la frontera sur a regalar discursos eufóricos. Sheinbaum no aplaude. Olga Sánchez Cordero hoy sí asegura se aplicará la ley.
Y el debate se estanca entre el humanismo y los riesgos a la seguridad nacional. México está mandando millones de dólares a gobiernos centroamericanos para frenar la migración y ni así. México está dejando de aplicar proyectos prioritarios en salud, en educación, en seguridad por austeridad, pero se incrementa el presupuesto al béisbol y fundamentalmente al equipo de Tabasco.
Mexico colocó a la Guardia Nacional en el Suchiate y fue arrollada y con violencia. Pero México está muy preocupado por el destino del “hermano” Evo Morales, aunque le aplicaron algo similar al “comes y te vas” por recomendación del señor Trump.
Y aún no sabemos por qué Ebrard hace trabajos de migración cuando hay un área específica y constitucional en la Secretaría de Gobernación. Ahora no vaya a ser que esos, los extranjeros centroamericanos, antes de buscar ir a Estados Undos se afilien al EZLN ahora que los encapuchados tratan de frenar la maquinita del tren Maya.