Entrevista Jorge Trasloheros, investigador del IIH de la UNAM
El Vaticano anunció hace unos días que el Papa Francisco levantó el secreto pontificio sobre las denuncias de agresiones y abusos sexuales cometidos por sacerdotes, lo que se considera un paso trascendente en las denuncias de los abusos cometidos por parte de sacerdotes.
Fue el Papa Paulo VI quien aprobó el secreto canónico en febrero de 1974, lo que implicaba confidencialidad en el manejo de denuncias de abuso sexual y otros delitos graves cometidos por sacerdotes. El secreto abarca documentos, denuncias extrajudiciales de delitos contra la fe y de otros tipos, que obligaba a cardenales, obispos, prelados superiores, oficiales mayores y menores a no entregar documentos a autoridades civiles o a las víctimas que quisieran denunciar o dar algún tipo de información, lo que dio pie a terribles abusos de depredadores sexuales.
Tan solo en México, los Legionarios de Cristo reconocieron que fueron 175 menores los que fueron abusados por 33 sacerdotes de esa orden, incluido el prelado Marcial Maciel quien abusó de 60 menores de edad –de entre 11 y 16 años de edad–. El informe destaca que se propiciaron “cadenas de abusos” ya que alrededor de la mitad de los prelados fueron a su vez violentados, lo que dificultó avanzar en las denuncias.
En Estados Unidos, en Pensilvania, es donde más se han presentado ataques a menores de edad por parte de sacerdotes –300 curas abusaron de mil menores de edad y fueron encubiertos por la Iglesia Católica, de acuerdo al Fiscal General Josh Shapiro–. Otro de los países con mayor registro de ataques es Irlanda.
Con la eliminación del secreto pontificio que entró en vigor a partir del anuncio papal, ahora ya no se puede obligar a mantener silencio a denunciantes, víctimas o testigos y se debe entregar la información que demanden las víctimas o los afectados
Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, especialista en religiones, habla para Siempre! sobre la trascendencia de la medida papal. En la entrevista señala que hay que desdramatizar el asunto y ser más serenos en cuanto a lo que está sucediendo.

Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM,
“Primero, en lo que se refiere al secreto pontificio es un asunto de derecho procesal canónico; es decir el derecho pontificio tal y como se está manejando aquí es lo que se refiere al proceso judicial. El secreto pontificio lo que trata de proteger –como todo proceso penal– es la discrecionalidad para proteger a las víctimas y para proteger a los acusados. Es un momento procesal, ese es el objetivo.
“¿Cuál era el problema del secreto pontificio? Que se estaba usando de dos maneras: como un pretexto para hacerse omisos y no dar a conocer los expedientes judiciales que se desarrollan en los tribunales eclesiásticos, no darlos a conocer ni a las autoridades civiles que lo solicitaban pero tampoco a las víctimas. Un gran abuso
“Segundo problema que estaba generando, que estaba a favoreciendo –y lo explico muy bien Benedicto XVI–, que atrás de estos abusos, no solo había pederastia.
“El abuso sexual en genérico, el abuso sexual en contra los menores de edad siempre implica o implica en muchas ocasiones una red de complicidades que abusaban del secreto pontificio para chantajear a quienes sí querían dar a conocer las cosas, entonces se utilizaba en las dos formas, unos para hacerse tontos y otros para chantajear con el secreto pontificio, para los que si querían colaborar, porque la sanción a la violación del secreto pontificio es la excomunión.
“¿Qué es lo que sucede? ¿por qué se quita el secreto pontificio? Primero se hace una reunión a raíz de la vista que realizó el papa a Chile el año pasado – que marcada por las protestas ante los abusos sexuales de clérigos y de ataques a 12 iglesias en ese país–. El Papa hace una reunión con los representantes de obispos de todo el mundo, principalmente los presidentes de las Conferencias episcopales de los países y con una serie de obispos muy conocedores de estos temas, con especialistas de la Universidad Gregoriana, donde está el más grande especialista –un jesuita– y el que más conoce en el planeta tierra de estos problemas dentro de la iglesia que se llama Charles Scicluna.
“El arzobispo Scicluna fue la mano derecha de Ratzinger y luego Benedicto XVI, y ahora de Francisco en esta ética batalla contra este abuso –Scicluna considerado el experto en delitos sexuales más respetado del Vaticano y a quien expandió la categoría de delitos eclesiásticos para incluir conductas sexuales impropias con un adulto discapacitado y la posesión de pornografía infantil–.
“Lo que ha explicado Scicluna muy bien es que se da esta reunión de obispos en el mes de febrero y uno de los temas más recurrentes fue el abuso del secreto pontificio en perjuicio de las víctimas, sea porque se hacían omisos o porque chantajeaban.
“En este año el Papa publicó dos documentos muy importantes, uno en mayo y el que acaba de publicar, en donde para delitos sumamente graves que es el abuso sexual, no existe el secreto pontificio pero si se conserva el debido sigilo que todo proceso penal debe tener en protección de todas las personas involucradas. Todo proceso penal en toda buena legislación del mundo tiene este principio de prudencia.
“¿Qué es lo que va a pasar? Que ya no hay pretexto para no cumplir con dos cosas que son importantísimas. Primero: la colaboración con las autoridades civiles en la persecución de personas que presuntamente han cometido este crimen o que si lo hayan cometido y esté probado de alguna manera, eso es compartir el expediente judicial. Segundo: se le debe informar a todos los interesados del proceso de que es lo que está pasando, principalmente a las víctimas; pero hay algo más, quienes se quieran negar a compartir la información con la autoridad civil o darle la información debe, como en todo proceso a alguna de las partes, ser suspendido de su cargo e incluso destituido. Ese es uno de los tres castigos que en derecho canónico son considerados como los más fuertes que existen.
“Otro asunto muy importante, eso afecta también ya a todo el espectro del clero regular que son todos los religiosos, clero secular incluyendo cardenales, patriarcas, obispos o legados del romano pontífice, es decir los embajadores o representantes del Papa.
“¿Por qué es tan importante? Porque esas reformas en materia de proceso canónico en torno a estos delitos se viene realizando desde el año de 2002 y se va avanzando.
“La iglesia tradicional es muy compleja porque es una Institución que está en todos los países y en todas la naciones convive con leyes diferentes, entonces se ha ido reformando todo el derecho canónico, Ratzinger hizo un papel muy importante, al mismo Juan Pablo todavía le dio tiempo de hacer algo y Francisco ha seguido con este impulso.
“Han habido muy buenos resultados, por ejemplo en Estados Unidos desde el año 2002 que se dan las primeras grandes reformas, los pocos casos que se han conocido, se han procesado, y ahí las estadísticas son tremendas. Visto desde esa perspectiva resulta que es más importante de lo que parece. Es un proceso de reformas que fue hecho a petición de los obispos, que habiendo escuchado a las víctimas se dieron cuenta de la gravedad del problema para quienes hacían oídos sordos a éste y para los tejidos de complicidad. Esto es básicamente de que trata esto de lo del secreto pontificio.
Culminación
Es un paso importante pero insuficiente…
Es un paso muy trascendente. Es la culminación de un proceso de reformas pero ahora viene su implantación y desarrollo, es decir la practica procesal concreta es donde se tiene que dar la gran batalla, en ese sentido falta aplicarla en todos lados.
En qué consiste y como se da el ámbito de aplicación, aquí es muy interesante por lo siguiente: son delitos contra el sexto mandamiento, que es en torno a la sexualidad. Primero ¿qué se entiende por gravedad de este delito?, ¿dónde aplica? En caso de que alguien obligue con violencia, amenaza o mediante abuso de autoridad, esto es muy importante, si ha realizado actos sexuales, realizados con un menor de edad o persona vulnerable que se asimila a menor de edad.
Segundo, incluye todo lo que es pornografía: producir, exhibir, poseer o distribuir incluso por vía telemática material pornográfico infantil así como recluir e inducir a un menor o a una persona vulnerable, a participar en exhibiciones pornográficas. Esta es la joya, que a mí me parece fantástico, porque también castiga directamente, a las personas que por acciones u omisiones dirigidas, hayan intervenido o eludido investigaciones civiles o investigaciones canónicas, administrativas o penales, contra un clérigo o un religioso con respecto a los delitos señalados a la letra, que es lo que le decía. Es aquí donde le ponen todos los dientes, así que el que interfiere se hace merecedor a graves castigos.
Son acciones u omisiones porque podían utilizarlo de manera activa para no dar, no decir, no presentar o hacerse “bueyes”, esa es la omisión. Es un paso muy importante, en mi opinión es la cereza del pastel de una serie de reformas procesales muy importantes, como digo son complejas, porque la iglesia siendo la misma en todos los países, convive con muy distintos sistemas legislativos y armonizar estas dos cosas es complejo, lo que viene es echar andarcon ganas esta aplicación.
Hay un caso muy interesante, el Cardenal Carlos Aguiar Retes de las primeras cosas que hizo tomando posesión del arzobispado, fue firmar un convenio de colaboración con la asociación de víctimas, y parte de las respuestas luego de esta reunión fue que le pegaron con todo, le llovieron críticas y le dijeron que se aliaba al enemigo. Este es un buen ejemplo de que subrepticiamente lo amenazaron con el secreto pontificio, que como iba a dar información que se trataba de la Iglesia, es un buen ejemplo del porque era tan importante quitarlo.
El cardenal de México se compromete seriamente con las víctimas y empiezan a brincan grupos, en todos lados hay grupos nefastos de la Iglesia, a “mitotearle (sic) la madre”, esto demuestra que el cardenal tenía la razón y que ese es el camino.
Siguiente paso, es colaborar con las autoridades, ahora en otros ámbitos ya se hace, por ejemplo cuando un sacerdote comete un delito, roba, asesina, normalmente en colaboración, pero aquí lo importante es que es desde el mismo proceso canónico debe darse colaboración, esa sutileza debe ser muy importante, porque claro el proceso canónico reúne información muy importante, ésta debe ser compartida con la autoridad en la persecución de los presuntos culpables.
Otro punto importante y que debemos destacar es que el Papa Francisco está sufriendo ataques dentro y fuera de la Iglesia, le diría de manera muy miserable y muy injusta, insisto, dentro y fuera de la Iglesia y esto nos viene a demostrar una vez más la calidad de hombre que está en el oficio de San Pedro, es un tipazo.
Además déjeme decirle que el Papa Benedicto XVI, es otro hombre que ha sido muy atacado injustamente y dijo una cosa que me parece muy fuerte, muy dura pero muy cierta, dice: las peores persecuciones contra la Iglesia vienen del interior de la misma Iglesia, entonces los mismos grupos que atacaron cruelmente a Benedicto XVI, son los mismos que ahora atacan a Francisco I.
Desarmar toda esa red de complicidades lleva dos pontificados y se puede llevar tres pero lo importante es que están trabajando.