Estoy aprendiendo a obsequiar mi ausencia a quien no aprecia mi presencia

Anónimo

 

La polarización está creciendo, ahora existen diversas posturas y visiones sobre la convocatoria para un día sin mujeres. Un problema de violencia y ataques contra las mujeres que no se puede ocultar y no se debe minimizar. Por el contrario, debemos darle su justa dimensión y unirnos en una sola voz para desterrar de este país la violencia de género que desafortunadamente ha traído graves problemas que afectan y dañan a las mujeres en sus diversas condiciones sociales y de actividad.

Mujeres en el hogar que son violentadas física, emocional, afectiva y económicamente por su pareja, en su mayoría por una falta de seguridad personal, que lleva a imponer por la fuerza lo que no puede logarse con la razón. En la vida laboral y profesional se violenta a las mujeres con diferencias de circunstancias con los hombres.

En la calle son acosadas y violentadas, con el lenguaje y con el trato. Se les falta el respeto, y se les cosifica muchas veces como objetos sexuales, de placer, diversión o entretenimiento. Todo esto tiene que acabar, nadie puede negar que vivimos una incultura machista, porque no le debemos llamar cultura a ese fenómeno de realidad que existe desde hace mucho tiempo, donde se considera al hombre como un ser superior a la mujer. Nada más falso que esa errónea conceptualización.

Los hombres y las mujeres tienen el mismo valor en su condición de personas, tienen la misma dignidad y por lo tanto merecen el mismo respeto. La condición de igualdad se da en su condición de dignidad de persona, indistintamente del género. Su valor es intrínseco a esa condición de ser persona y por ese solo hecho se tiene exactamente el mismo valor y el mismo derecho.

Inclusive, ante la ley el concepto de igualdad es el mismo para todas las personas, no tiene una graduación en razón de género ni marca ninguna diferencia.

Todo esto es necesario vislumbrarlo, y en ese sentido exigir que las autoridades actúen en consecuencia, generando la legislación, políticas públicas y acciones de gobierno encaminadas a combatir el fondo de estos problemas. Y la sociedad debe de participar activamente para que así sea.

Sin quitar ni un ápice de la gravedad de estas circunstancias contra las mujeres, también debemos de alertar bajo qué riesgo se encuentran todas las personas. Todos hemos sido testigos de violencia contra menores, adultos mayores, indígenas, indigentes en conjunto, sectores vulnerables de la sociedad, la cual permanece muchas veces muda y no hace nada.

Convocar a ausentarse para visibilizarse es muy importante, pero no es suficiente. Los problemas graves son transversales y nos lastiman a todos. Defendamos el derecho de las mujeres y exijamos el respeto que se les debe dar, pero a la par también exijamos seguridad, respeto, paz, tranquilidad, estado de derecho, estabilidad, desarrollo y crecimiento para todas las personas. Esta ausencia que se vuelva presencia.

@perezcuevasmx

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