En los próximos días se publicará la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre y con ello, se tendrá un referente del crecimiento en el año 2019. En Consultores Internacionales, S.C.® estimamos que entre octubre y diciembre de 2019 la economía retrocedió 0.50 por ciento respecto del mismo periodo del 2018 y; en consecuencia, la economía se habrá contraído en 0.14 por ciento en 2019.

Los factores que explican el desempeño negativo de la economía de México son externos e internos. En el ámbito internacional destacan la polarización comercial (proteccionismo occidental vs. globalización oriental), la disminución en los flujos de inversión extranjera directa y la desaceleración de la producción industrial en Estados Unidos y la Unión Europea que, en pocas palabras, se describe como la constante sensación de incertidumbre a nivel mundial ocasionado por los cuestionamientos de la globalización.

El ámbito local no fue la excepción y en México se ha experimentado un cambio desordenado promovido a través del cambio de paradigma económico lo que ha generado confusiones entre los agentes económicos: derogación de reformas, cancelación de contratos, reducción del consumo interno, menor inversión y generación de empleos y la consistente falta de aplicación del Estado de Derecho que se traduce en altos niveles de inseguridad personal y patrimonial. Todo ello enmarcado en incertidumbre y debilitamiento de las empresas.

Empero lo anterior, esperamos que el año 2020 supere los números rojos por lo que proyectamos un crecimiento entre el 0.6 por ciento y el 1.2 por ciento con un puntual de 0.9 por ciento, ¿suficiente? Claramente no, pero marca el inicio de una recuperación de la que se espera revierta los modestos crecimientos de los últimos 30 años.

Los factores clave además de las elecciones en Estados Unidos se ubican en los beneficios económicos del T-MEC que, aunque tardíos para el cierre del año, detonarán un mayor comercio e inversiones. Asimismo, la ejecución de los proyectos en infraestructura, la mejor administración de la incertidumbre y el mantenimiento de los fundamentales macroeconómicos, serán los principales puntales que detonen la tenue recuperación del crecimiento y del empleo. Sin embargo, el virus 201-nCoV mejor conocido como el Coronavirus chino por ser zona cero, nos recuerda la magnitud económica del H1N1 en México durante el año 2009.

Entre paradigmas y pandemias: los cambios desordenados del 2019 resultaron en una contracción del -0.14 por ciento, para 2020 se espera alcanzar el 0.9 por ciento; sin embargo, el H1N1 de 2009 nos mantiene a la expectativa con el Coronavirus.

Hace más de diez años, México fue la zona cero del H1N1 que, entre los meses de marzo y abril, pasó de detectarse los primeros casos a ser declarada Fase 5 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y; finalmente a mediados de junio, Fase 6 considerada como alerta máxima de una pandemia inminente.

El cese gradual de actividades públicas (educativas, de recreación, entre otras), como parte de las medidas de contingencia, se prolongaron por días ocasionando graves pérdidas económicas que, con datos de la Cepal, durante el año 2009 ascendieron a 127,359 millones de pesos equivalentes al 0.9 por ciento del PIB de México de dicho año agravando la caída registrada del 5.3 por ciento respecto del año 2008. Las actividades más afectadas fueron turismo y comercio con mermas mayores a los 93 mil millones de pesos; es decir, más del 73 por ciento de las pérdidas totales.

Al menos hasta la semana pasada, tanto la OMS como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), han declarado alertas sanitarias de alcance internacional sino solo local para China y las ciudades aledañas de Wuhan. En México se espera la confirmación de menos de cinco casos sospechosos de infección lo cual nos indica que, si bien es cierto no hay proporciones de comparación entre lo ocurrido actualmente con lo experimentado hace diez años, es importante recordar la rapidez y la facilidad con lo que una pandemia puede afectar a la economía de un país.

A manera de ejemplo, de suponer que las pérdidas económicas potenciales en México ocasionadas por el Coronavirus chino alcanzaran solo el 10 por ciento de las registradas por el H1N1, ello representa 0.07 por ciento del PIB de 2020.