Con el año nuevo, China sustituyó los tradicionales fuegos artificiales por una constelación de drones que simularon lo que hacían estas artesanías, además de que se trata de aparatos que han provocado modificaciones a distintos marcos legales.

Y es que se trata de una tecnología que ha irrumpido con fuerza en distintos aspectos de nuestras vidas, desde los aficionados que toman fotografías desde alturas bajas hasta profesionales que los utilizan en apoyo a películas.

Pero también tienen su uso negativo, como se ha visto con algunos ataques en Medio Oriente en el que distintos grupos combatientes los han usado para enfrentar a sus adversarios, además de mencionar a los ejércitos regulares que ya los han sumado a sus arsenales.

En el futuro, se espera que estos aparatos aparezcan en donde menos imaginamos, pues el avance técnico permite su control desde un teléfono celular con fines tanto recreativos como profesionales, pues un dron lo mismo puede servir como cámara fotográfica que como repartidor, entre otros usos.