México tiene 3 frontera y en las tres hay libre tránsito en cuestiones sanitarias, no importa en que condiciones de salud ingresen los extranjeros a nuestro país. No importan que vengan de una de las naciones que registra el mayor número de infectados por el Coivd 19 en el mundo, parece que nuestras fronteras los hacen inmunes.
Con los Estados Unidos nuestro país tiene 25 puntos a lo largo de los más de 3 mil 100 kilómetros de cruce, el aforo ha disminuido de forma considerable desde la orden el presidente de restringir el acceso a toda actividad que no sea comercial o considerada como esencial, sin embargo, para los estadounidenses e incluso residentes legales de aquella nación, el paso a México es expedito, no existe proceso alguno para conocer su condición médica o de salud.
En lo que se refiere a frontera México-guatemalteca hay 8 puntos de cruce en sus 573 kilómetros y con Belice en sus 288 kilómetros hay 2 puntos de paso.
El gobierno de Donald Trump anuncio el pasado 20 de marzo la restricción de acceso por su frontera sur… ”como hicimos con Canadá, también trabajamos con México para implementar nuevas reglas en nuestras garitas para suspender los viajes no esenciales, estas nuevas reglas y procedimientos no impedirán el comercio legal y el comercio en general”.
Y no solo Estados Unidos esta actuando en la región, explico Trump… ”México está tomando medidas para asegurar nuestra frontera sur y suspender los viajes aéreos provenientes de Europa”. Aunque tal acción no sea cierta.
En Guatemala su presidente Alejandro Giammattei, anunció el pasado día 24 el cierre por 15 días de sus fronteras… “podrán ingresar guatemaltecos, residentes y el cuerpo diplomático acreditado en el país quienes deberán someterse a una cuarentena obligatoria inmediata a su ingreso a nuestro territorio”.
Tanto los Estados Unidos como Guatemala han dado a conocer tales acciones para proteger a sus ciudadanos de un posible contagio del Covid-19.
En México el presidente Andrés Manuel López Obrador, fiel a su costumbre expreso… “le pido calma al pueblo mexicano, somos un país acostumbrado a resistir”.
La realidad nos ha mostrado que el Covid-19 no requiere pasaporte alguno para su propagación. Por el contrario, su aislamiento y una primera acción para evitar su contagio es la restricción de libre tránsito, que ya ha sido aplicada en la mayoría de los países que sufren de esta pandemia que la copada gran parte del mundo…
El pasado 16 de marzo el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, dio una serie de recomendaciones en busca de detener el multiplicador avance de esta enfermedad… “todos los países deben adoptar un enfoque integral y la forma más eficaz de prevenir infecciones y salvar vidas es cortar las cadenas de transmisión y, para lograrlo hay que hacer pruebas y aislar”. Y dijo más, “No se puede combatir un incendio con los ojos vendados y, no podemos detener esta pandemia si no sabemos quién está infectado y donde se encuentra”.
En las fronteras mexicanas, a diario cruzan miles de personas en busca de hacer compras de productos diversos en tiendas y supermercados, que aún no registran la escases que hay en sus lugares de residencia y así después de pasar algunas horas en territorio mexicano, de interactuar con los lugareños, tocar, muchos incluso de estornudar, cruzan de nuevo la frontera, dejan México y regresan.
Los habitantes fronterizos mexicanos están mas expuestos a relacionarse con gente que proviene, mayormente en los Estados Unidos, de estados donde sus autoridades han decretado el aislamiento o cuarentena y que solo tiene autorización para salir al supermercado de compras. La actividad comercial en esas regiones sigue registrando volúmenes altos, incluso mayores en algunos casos, a los de semanas anteriores.
En la pagina de la embajada de los Estados Unidos se lee…” los ciudadanos americanos no requieren de una visa o tarjeta de turista para una estancia de 72 horas o menos dentro de “la zona fronteriza”, definiéndose como un área entre 20 y 30 kilómetros de la frontera con los Estados Unidos, dependiendo de la ubicación. Los ciudadanos americanos que viajen como turistas más allá de la zona fronteriza o que ingresen a México por aire deben pagar una cuota para obtener una tarjeta de turista, también conocida como FM-T, disponible en los consulados mexicanos, en los puntos de cruce con la frontera mexicana, en las oficinas de turismo mexicanas, en los aeropuertos dentro de la zona fronteriza y en la mayoría de las aerolíneas con servicios hacia México. La cuota para la tarjeta de turista generalmente está incluida en el precio del boleto de avión para aquellos viajeros que lleguen por aire. Por favor tome en cuenta que aquellas personas que no poseen su tarjeta FM-T en el punto de salida de México pueden ser multados por el Instituto Nacional de Migración Mexicana (INM).
A mediados de la semana que termino el presidente Andrés Manuel López Obrador anuncio un cambio en su interacción durante sus giras al interior del país y advirtió… ”no daré abrazos, ni besos y no saludará de mano porque cumpliré con el programa –SuSanaDistancia– “.
El domingo pasado Diego Fonseca escribió en su columna del periódico The New York Times… ”es difícil superar a Donald Trump como el peor líder manejando la crisis del coronavirus, pero –hombre– Andrés Manuel López Obrador sí que hace el esfuerzo…”. Y más adelante señala, “el momento cenital de su Virus de los Abrazos llegó cuando alzó en brazos a una niña y la besó ocho veces antes de encajarle tres mordiscos en la mejilla. No acabó ahí: la última imagen del cinismo de un presidente llegó cuando AMLO dijo en una de sus conferencias de prensa matutinas que la defensa contra el virus era la honestidad. Luego mostró dos estampas de santos a los que llamó sus guardaespaldas”.
Para concluir su columna Fonseca escribió, “hay una gran distancia entre los errores nacidos de la buena voluntad y los desafíos, ignorantes, cínicos o frívolos de líderes que debieran dar la nota en el tono adecuado. Una cosa es el error mínimo y otra el fallo sistémico de tratar a la mayor pandemia en un siglo como una alergia estacionaria”.
Y bueno más allá de los dichos y los hechos, la política mexicana marcha en estos momentos de la pandemia del Covid-19 por los rumbos de la controversia, una controversia profunda, en la que el presidente se alza como figura principal y la población como su beneficiaria o víctima.
El futuro nacional está en juego y presidente marca el rumbo a seguir.