Por Ximena Aguilar Anduaga
Desde la sombra,
pareces un amor olvidado
tienes el encanto de una grandeza inacabada, templo de cuarzo ahumado.
Quiero regalarte una prohibición
Andarte en el pecado, te bautizo con todos los nombres del amor
y a pesar de la locura, debo recordar, jamás amarte de un solo trago.
(porque)
Soy una sombra lejana, una coma silenciosa para obviar la palabra
el espacio truculento, entre las ideas que pugnan por ver el alba.
Soy la censura vuelta duda
el silencio repetido ante la noche
el invierno entre los montes,
la cumbre olvidada.
No quiero sin embargo ni una sola de tus horas
¿que podría hacer con ellas?, más que dárselas a las olas
Enterrarlas en lamentos, en reproches suicidas, en ausencias tormentosas.
Soy la caída, el yerro, el rival
los versos sin disfraz,
la intención quedada, cobarde, dimitida.

