Hemos llegado al colmo de la estupidez, de la ignorancia, del egoísmo: “Primero mi ideología, aunque se vayan al diablo todos los mexicanos y sus instituciones”. Es lo que deduzco de los pleitos que ocurren entre diplomáticos de México y otros países; entre miembros del gabinete federal que buscan rescatar al país de la crisis en la que se encuentra y que será peor en las próximas semanas, frente a aquellos pupilos de la necedad, que todo lo quieren estatizado, aunque México y todos los mexicanos se hundan en la peor de las desgracias. Eso es lo de menos. Es un buen pueblo, que en su no sapiencia es fácilmente convencible.
¿Acaso no nos percatamos de la gravedad del problema y las recetas que de no guisarse complicarán todo enormemente más?
Mentando y lamentando con mi amigo Ernesto O’Farrill, dueño y director de Grupo Bursamétrica, me comentó que su grupo financiero, Bursamétrica, ya había elaborado un Plan de Rescate de Emergencia. Pero que parecía que lo gritaba como aquella voz en el desierto. Como loquito de Paseo de la Reforma, que en sus propias dimensiones se pone a platicar consigo mismo, o sabrá el cosmos con qué clase de entes, que ciertamente por acá no hacen contrarréplica alguna.
¡Terrible la paranoia a la que llevan a todo un pueblo esas mañaneras, que a fuerza de decir barbaridades, nos convierten en más babosos o sordos a cuantos más nos contagiamos del ritmo enfermizo pero pegajoso de tales anomalías de la naturaleza de la política mexicana! Sabemos que se pelean aunque a cámara todo sea unión y conjuro unitario.
Tan bonito que es escuchar a la razón de la inteligencia, del pensamiento traducido en palabras habladas o escritas, y que se disfrutan en los medios económicos y financieros de prestigio.
Bursamétrica nos regresa aunque sea por unos instantes a la razón del qué y del cómo sí se puede. Queda en manos del verdadero Estadista lograr la concordia entre las partes; y las que no lo acepten, pues que se vayan a la esquina y viendo a la pared, con orejas de burro, sin afán de ofender a tan noble cuadrúpedo.
Plan de Emergencia Financiera para México dado el Panorama Mundial por Covid-19
Los señores de Bursamétrica lo dejan claro.
Hace unos días, la Reserva Federal de los EEUU sorprendió a los mercados globales con el anuncio de una reducción de 50 puntos base en el rango objetivo de la tasa de Fondos Federales, para llevarla al rango del 1.0 -1.25 por ciento anual. Unas horas antes, los Presidentes del Banco Central de Alemania y el del Banco de Francia habían declarado que la política monetaria no tenía nada qué hacer ante un caso como el actual.
Ante un choque de oferta como el presente, que es la interrupción de las cadenas globales de suministro de insumos, una reducción en las tasas de interés no tendría ningún efecto en la economía. Eso dijeron los germanos y los francos. Por su parte los ministros de Finanzas del G7 anunciaron estar listos para utilizar todas las herramientas necesarias a fin de reducir el impacto económico de la epidemia del coronavirus.
El desorden brutal continuó en los mercados financieros y por lo mismo el pasado domingo 15 de marzo la FED de nueva cuenta bajó a 0.0-0.25 por ciento el objetivo de la Tasa de Fondos Federales y anunció un programa de compras de bonos por 700 mil millones de dólares.
El Banco Central Europeo anunció también un programa de compras de bonos por 120 mil millones de euros.
La reacción de los mercados a las noticias del Covid-19 y a los anuncios de la FED ha sido muy negativa. ¿Por qué bajar tanto la tasa de referencia si EEUU está en pleno empleo? El Fligth to Quality se exacerbó en estos días, afectando a los mercados emergentes.
En México, el tipo de cambio ya ha tocado los 24 pesos, cayendo más de 27 por ciento en lo que va del año. El spread entre las tasas en pesos y en dólares se ha disparado, y los índices de las Bolsas mexicanas han perdido alrededor de 18 por ciento.

El Banco de México
Con un dólar arriba de 22 pesos y una inflación al alza, se ve difícil que la Junta de Gobierno del Banco de México se atreva a bajar su tasa de referencia en estas circunstancias. En su último comunicado de política monetaria la Junta de Gobierno expresó: “la postura monetaria actual continúa siendo muy restrictiva, dado el entorno económico. No obstante, la mayoría de miembros de la Junta señaló que el beneficio de usar la política monetaria para reactivar la economía sería modesto, y que el riesgo de hacerlo podría ser elevado”.
En pocas palabras, no podemos esperar milagros por políticas monetarias tradicionales ni extendidas que pueda utilizar Banxico. Tiene un límite. El reto actual es más bien fiscal, si no que de estructura de una economía que tiene que crear nuevas estrategias ante la terrible crisis que encierra una guerra de ingenio y ciencia que demanda la terrible pandemia que ya llegó.
El País
En México no se han adoptado las políticas públicas y las medidas de salud necesarias que deberían de implementarse para evitar brotes de la epidemia en diversas ciudades, ni tampoco se está considerando un programa de emergencia económica para atenuar el efecto que tendrán estos dos cisnes negros en nuestra economía.
Hay que recordar que estamos en estancamiento. Un estancamiento a lo bruto, gratuito que compramos desde el año pasado. Anunciar ahora medidas aisladas o ejercer adecuadamente el Gasto Público no es suficiente para evitar que el estancamiento actual se transforme en una recesión profunda.
Ya tenemos varios sectores afectados por negligentes. Agréguense los nuevos por la crisis orgánica mundial y de la que nuestro país no escapará por más buenas intenciones o estampitas que saquemos a colación.
El dolor de cabeza mexicano se llama Pemex.
El mayor riesgo que tenemos es la vulnerabilidad de Pemex, la necesidad de que tenga que recibir apoyos adicionales del Gobierno Federal, en un entorno de posible recesión, lo que implica menor recaudación fiscal. La espada de Damocles pende sobre nuestra cabeza, con la perspectiva negativa de las calificadoras en nuestras calificaciones.
Agregue usted una tenencia de 116 mil millones de dólares de valores gubernamentales en pesos en manos de residentes en el exterior, que en cuanto los inversionistas globales perciban la posibilidad de perder el grado de inversión, tendrán que salir a vender sus posiciones en cuestión de nanosegundos. La reputación de las calificadoras está en entredicho.
Después de la pérdida por 346 mil millones de pesos reportada por Pemex para el 2019, no podemos estar confiados en que ya libramos la pérdida del Grado de Inversión para Pemex.
El Plan Bursamétrica
Bursamétrica propone un plan de emergencia económica de gran envergadura pero factible, sí se puede hacer con lo que disponemos, independientemente de lo que en materia de prevención de la salud se tenga que implementar. Los principales lineamientos del mismo son:
- Se propone una política fiscal temporal contracíclica que permita incrementar el déficit fiscal en 0.5 a 0.8 por ciento del PIB, solo por este año, lo que equivale a cerca de 110-176 mil millones de pesos. El 100 por ciento de este incremento en el presupuesto debe tener dos destinos centrales: Una parte a medicamentos y equipo médico de emergencia, y el grueso al Gasto de Inversión Pública.
- El Gasto de Inversión Pública pudiera potencializarse si se realiza en proyectos de inversión en asociación con el Sector Privado, al 30 por ciento, en sectores como la Construcción, proyectos de Infraestructura, de Salud, y en el Sector de Energía. Con esto se detonarían inversiones hasta por 330-530 mil millones de pesos que equivaldrían al 1.5 por ciento al 2.4 por ciento del PIB.
El efecto multiplicador de este gasto podría llevarnos a crecer potencialmente por arriba del 2.5 a 3.0 por ciento del PIB, lo que contrarresta el impacto negativo de los choques externos, que podría resultar superior al -3 por ciento del PIB. El sector privado ha presentado diversos proyectos en donde se podría concretar este gasto de inversión.
- Complementar este esfuerzo con un amplio programa de garantías de la Banca de Desarrollo para las empresas grandes y Pymes, mediante la participación de los bancos comerciales y los intermediarios financieros no bancarios. El total de recursos involucrados en el financiamiento de deuda y capital podría ascender a más de 700 mil millones de pesos.
- Revisión del régimen de inversión de las Afores, las aseguradoras y otros inversionistas institucionales, para inducir a los recursos de los Fondos de Inversión para el Retiro, y los demás portafolios de inversión institucionales, a una mayor canalización del ahorro hacia proyectos productivos en el País, a través del mercado de valores.
- Del lado fiscal – impositivo, Bursamétrica recomienda:
- Permitir la deducibilidad al 100 por ciento de las prestaciones sociales a los trabajadores.
- Permitir la depreciación acelerada de nuevas inversiones en activos fijos.
- Permitir la deducibilidad al 100 por ciento de los intereses de créditos destinados a la inversión en expansión de la capacidad instalada.
- Dar facilidades para el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
- Acelerar las Reformas a los Sistemas de Pensiones y la Reforma Financiera Estructural.
- Iniciar un gran esfuerzo de desregulación, fortalecer con hechos el Estado de Derecho, y atacar frontalmente la inseguridad y la corrupción.
- Iniciar los trabajos para una Reforma Fiscal que incremente estructuralmente los recursos del Estado, pero que sea competitiva y amigable a la inversión y al empleo.
Hasta aquí la propuesta para todos los sectores productivos de México, y aquellos extranjeros que inviertan en México.
¿Se le ha ocurrido al sector hacendario y financiero del gobierno? Seguramente que sí. Es muy factible.
Nada más que nadie los escucha por tanto ruido de las mañaneras, y por los gritos inconsistentes, enfermizos, de quienes quieren imponer sus ideas, por más irracionales e idióticas que sean.
Ojalá este artículo, estas letras con ayuda de nuestros amigos de Bursamétrica, permitan que los que tienen que entender entiendan. O nos ponemos a trabajar en serio, o estaremos jugando a cancelar el destino de por lo menos una generación de mexicanos, que perderán el momento de las grandes oportunidades para el desarrollo con crecimiento, con movilidad, por las voluntades ideológicas de los anacrónicos.
Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU.

